Cultura

Escritores famosos y sus manías

29-06-2017 15:54 Por : Arena Pública
El proceso creativo no siempre suele ser caótico y, en el caso de estos genios, tenía ciertos requisitos fundamentales.
El proceso creativo no siempre suele ser caótico y, en el caso de estos genios, tenía ciertos requisitos fundamentales.

Los escritores y las personas creativas en general (pintores, músicos, fotógrafos, escultores e incluso algunos científicos) tienen fama de ser extravagantes. Generalmente sus vidas están llenas de escándalos, vicios y locuras que evidencian lo 'especial' que pueden llegar a ser sus personalidades, como antesala o contexto a la genialidad. Pero también necesitan, en muchos casos, de ciertas condiciones para propiciar su arte.

En este caso puntual nos vamos a enfocar en 10 escritores que seguramente has leído y sus manías:

1.- Ernest Hemingway, sólo podía escribir si tenía una pata de conejo roída en su bolsillo. Seguramente se apoyaba en ella para la suerte, como una especie de muleto.

2.- José Saramago, únicamente escribía dos páginas por día. No ponía una coma más. 

3.- Mario Benedetti, siempre llegaba muy temprano a sus citas. ¿La razón? Le gustaba mucho aprovechar ese tiempo para trabajar en sus textos.

4.- Jorge Edwards, siempre procuraba tener papel a mano para desarrollar sus ideas. Si no tenía una libreta, aprovechaba desde las servilletas de un bar, hasta los recibos de una compra. Todo le servía.

5.- Henry Miller, tenía una necesidad imperiosa de estar siempre cómodo para trabajar. Para él, la única forma de producir textos valorables y decentes era a través de la comodidad.

6- Antonio Tabucci, únicamente escribía en cuadernos escolares.

7.- Jorge Luis Borges, todas las mañanas al despertar, se metía a la tina y se ponía a meditar sobre el sueño que había tenido. En ese espacio de intimidad, se sentía capacitado para discernir si el sueño daba o no para un cuento o poema de valor literario.

8.- Charles Dickens tenía una obsesión enfermiza por la muerte y lo macabro para encontrar la inspiración. Por ello, gustaba de pasar horas en las morgues, observando el entrar y salir de los cadáveres. Además, le encantaba analizar casos de crímenes famosos. En un momento llegó a escribir: “Me empujan a la morgue fuerzas invisibles”.

9.- Inmanuel Kant, desde la filosofía, fue un escritor inmensamente prolífico. Pero para desarrollar la ilación de pensamiento perfecta, debía seguir un calendario muy estricto y una rutina sagrada. La estableció en 1783 y la mantuvo hasta el fin de sus días (1804).

10.- Pablo Neruda, tenía muchas extravagancias. Además de ser un sibarita y mujeriego, le encantaba la buena vida en general. Sin embargo, a la hora de escribir, tenía una particularidad: Sólo podía hacerlo con tinta verde.