Brillan por su ausencia los mexicanos al mando de empresas globales
La sangre mexicana entre los directivos de las empresas globales se cuenta con los dedos de la mano.
Para muestra basta un botón, entre los directores generales de las 500 empresas más importantes de Estados Unidos según la revista Fortune sólo figura un mexicano.
Mauricio Gutierrez inicio su carrera en la Ciudad de México, es ingeniero industrial por la Universidad Panamericana y tiene dos posgrados en el extranjero, uno en economía de minerales por la Escuela de Minas de Colorado y el segundo en economía del petróleo por el Instituto Francés del Petróleo.
En México fue consultor senior y gerente de proyectos en DTP Consultores, empresa especializada en el estudio, gerencia y supervisión de proyectos energéticos y ambientales cuyo principal cliente es Petróleos Mexicanos. Luego se unió a la proveedora de energía eléctrica Dynegy como director general para el sur de Estados Unidos y Texas.
Mauricio Gutiérrez, CEO de NRG Energy
En 2004 Mauricio se integró a NRG Energy, la proveedora de energía eléctrica estadounidense que dirige desde diciembre de 2015 y que actualmente tiene presencia en Turquía y Australia.
Además de Mauricio, en la lista de las 500 empresas hay otros ocho directores generales de origen latinoamericano, entre ellos el argentino Juan R. Luciano, director de la productora de alimentos Archer Daniels Midland; el brasileño Bernardo Hees, director de la productora de comida elaborada, Kraft Heinz; y el venezolano Andrés R. Gluski, director de la proveedora de energía sustentable AES.
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Las razones por las que los mexicanos no destacan como directores generales de empresas globales pueden encontrarse desde el nivel educativo. Mauricio Gutierrez estudió una ingeniería en una universidad privada mexicana y posteriormente realizó dos posgrados en el extranjero.
No es un mexicano promedio, pues en el país el 67% de los ciudadanos termina la preparatoria o bachillerato y sólo el 30% concluye una licenciatura o ingeniería, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Otro dato donde se puede encontrar respuesta es en la composición jerárquica de las grandes empresas. En México poco más de la tercera parte de las 40 empresas más importantes -listadas por Expansión- no dan oportunidad a los nuevos talentos, es decir, confían la dirección general a un integrante de la familia fundadora o accionista mayoritaria.
Confianza y flexibilidad, principales habilidades directivas
Elegir al director general adecuado es un asunto que lleva tiempo, a tal grado que para ejecutar el proceso de sucesión el director general en turno asume la responsabilidad de desarrollar el talento de los trabajadores, asegura el estudio The CEO Report de la Universidad de Oxford, en el que se entrevistó a 150 directores generales alrededor del mundo.
Entre las habilidades que se exigen a un director general destaca la flexibilidad, pues los cambios y la incertidumbre son una constante al ejercer esa posición, por lo que la capacidad de aceptarlos y trabajar con ellos es de suma importancia.
De izquierda a derecha: Alcalde Bill Peduto de Pittsburgh y el brasileño Bernardo Hees, CEO de Kraft Heinz.
De la misma forma es importante poseer una naturaleza adaptable y de aprendizaje constante. Las respuestas presentadas en el reporte coinciden en que un director general sabe que nunca terminará de aprender, sin importar que se encuentre en el puesto más alto de la compañía.
Se espera que tanto estas como otras habilidades sean manejadas por un director general con una personalidad auténtica, generadora de confianza tanto para el resto de la pirámide estructural de la compañía como para los aliados y socios externos, asegura el reporte.
MÁS INFORMACIÓN: The CEO report, Universidad de Oxford, 2015.
