El "hacker" que, dice, operó desde la oscuridad cibernética a favor de EPN en las elecciones de 2012

Con un presupuesto de 600 mil dólares y un equipo de trabajo, Andrés Sepúlveda confesó desde la cárcel, que intervino los sistemas de los oponentes del priista Peña Nieto y calificó a la campaña del presidente mexicano como una de las más complejas en AL
4 Abril, 2016 Actualizado el 4 de Abril, a las 09:20
Sepúlveda dirigió a un equipo de hackers que robaba estrategias de campaña, manipuló la redes sociales para crear falsas olas de entusiasmo y burla, e instaló spyware en las oficinas de la oposición, dijo
Sepúlveda dirigió a un equipo de hackers que robaba estrategias de campaña, manipuló la redes sociales para crear falsas olas de entusiasmo y burla, e instaló spyware en las oficinas de la oposición, dijo
Arena Pública

Andrés Sepúlveda decidió hablar por primera vez de un asunto que es una 'bomba'.

Desde la cárcel la picota en Bogotá, donde cumple una condena de 10 años, confiesa haberse convertido en el arma silenciosa de las campañas políticas más importantes del continente.

“Mi trabajo era realizar acciones de guerra sucia y operaciones psicológicas, desinformación y rumores, el lado oscuro de la política que nadie sabe que existe pero que todos pueden ver”, le dijo Andrés Sepúlveda a Bloomberg Businessweek, el bogotano de 31 años mientras estaba sentado en una pequeña mesa de plástico en un patio en lo profundo de las oficinas fortificadas del procurador general de Colombia.

Debido a que en varias ocasiones han intentado asesinarlo dentro de la cárcel, dónde cumple su condena por cargos que incluyen el uso de software malicioso, concierto para delinquir, violación de los datos personales y espionaje, relacionado con la piratería durante las elecciones de 2014 en las que fue electo Juan Manuel Santos, actual presidente colombiano.

Pero no solo en Colombia, también en México, en las elecciones mexicanas de 2012 en las que resultó triunfador Enrique Peña Nieto.

Esa noche de 2012, a dos mil millas de distancia, en un apartamento en el exclusivo barrio Chicó Navarra de Bogotá, Andrés Sepúlveda se sentó antes de las seis en la pantalla de su ordenador para ver la transmisión en vivo de los resultados que le darían la victoria a Enrique Peña Nieto.

Dice hacer esta confesión con la esperanza de que sea reducida su sentencia. Y relata a los periodistas que en las elecciones de 2012, en las que Peña Nieto tenía ventaja en las encuestas de 20 puntos, su equipo de hackers decidió no correr riesgos: Sepúlveda instaló malware en los módems de las oficinas de campaña de Andres Manuel López Obrador, su competidor más cercano, y de Josefina Vázquez Mota, la candidata panista.

Una estrategia que le dio acceso a todos los teléfonos que se usaran en la red. Espionaje puro. El colombiano se enteró de las próximas reuniones y discursos de los candidatos antes de que lo hicieran sus propios equipos.

De acuerdo con Bloomberg el proyecto Peña Nieto tuvo un presupuesto de 600 mil dólares que Sepúlveda completó con un equipo de hackers que robaba estrategias de campaña, manipuló las redes sociales para crear falsas olas de entusiasmo y burla, en contra de sus oponentes.

Así mismo como lo hizo en México, a través de sus operaciones cibernéticas y sus equipos de trabajo, cosechó victorias en las elecciones presidenciales de Colombia, Nicaragua, Panamá, Honduras, El Salvador, Guatemala y Venezuela.

De las campañas mencionadas, el medio estadounidense intentó contactar a través de portavoces de anteriores y actuales gobiernos, pero ni el PRI de México, ni el Partido de Avanzada Nacional de Guatemala, quisieron hacer comentarios.

 

Trabajó para JJ Rendón, el estratega político más influyentes del continente

Andrés Sepúlveda dice que estaba en la nómina de Juan José Rendón, consultor político con sede en Miami que ha sido llamado el 'Karl Rove' de América Latina.

Pero Rendón niega el uso de Sepúlveda para cualquier tarea ilegal y categóricamente niega el relato que Sepúlveda le dio a Bloomberg de su relación.

Sin embargo, admite conocer y utilizar estrategias empleando herramientas cibernéticas. "Si hablé con él una o dos veces, fue en una sesión de grupo para hablar de una estrategia web", dice. "No hago cosas ilegales en lo absoluto. Hay campañas negativas -no les gusta OK- pero si es legal voy a hacerlo. Tampoco soy un santo, pero no soy un criminal".

Sepúlveda proporcionó los correos electrónicos que muestran conversaciones entre él, Rendón, y la empresa de consultoría del estratega político en relación con la piratería; y el progreso de los ataques informáticos relacionados con la campaña.

Sin embargo, Rendón dice que los correos electrónicos son falsos. Un análisis realizado por una firma de seguridad informática independiente dijo que una muestra de los correos electrónicos que examinaron eran auténticos. Describían algunas de las acciones del colombiano que concordaban con los acontecimientos durante las diversas campañas electorales, pero otros detalles no pudieron ser verificados de manera independiente.

Una persona que trabajó en la campaña de Enrique Peña Nieto en México, y que pidió no ser identificado por temor a su seguridad, confirmó sustancialmente las cuentas de Rendón y de los roles de Sepúlveda en las elecciones presidenciales de 2012.

 

MÁS INFORMACIÓN: How to Hack an Election – Reportaje de Bloomberg BusinessWeek- publicado el 31 de marzo de 2016