El hombre más exitoso de Walmart en México

Después de 41 años de laborar en la empresa comercial más grande de México y de ser reconocido como el mejor empleado del mundo en 2010, José Luis Torres Zavala se jubila a los 57 años. Una historia singular del líder indiscutible de Bodega Aurrerá
14 Febrero, 2016 Actualizado el 14 de Febrero, a las 23:42
José Luis Torres entró como empacador a los 16 años y se jubilará, 41 años después, como vicepresidente senior de Bodega Aurrerá
José Luis Torres entró como empacador a los 16 años y se jubilará, 41 años después, como vicepresidente senior de Bodega Aurrerá
Arena Pública

El éxito no se viste a la moda, ni se mide en metros cuadrados de oficina privada.

Así lo vimos esa fría mañana de viernes de finales de enero cuando entramos al cuartel central de Walmart México.

Literalmente un cuartel de vendedores que en nada se parece a las lujosas oficinas de los grandes corporativos que pueblan el elegante Paseo de la Reforma, o a las decenas de compañías asentadas entre los lujos que ofrecen Polanco, Las Lomas o Santa Fe; las zonas favoritas de los ejecutivos.

Orgulloso, allí estaba José Luis en su pequeña oficina. Habíamos llegado después de recorrer largos pasillos llenos de globos, de frases motivacionales y de pizarrones. Nos cruzamos con decenas de trabajadores que caminaban apresurados de un lugar a otro, mientras que otros comían y conversaban desenfadamente en sus estaciones de trabajo. Un verdadero cuartel de vendedores, en donde el gran ausente es la formalidad.

Originalmente conversaríamos con el empleado más famoso de WalMart en El Portón, una cadena de restaurantes para oficinistas y gente de clase media que la empresa que fundó Sam Walton vendió en 2014 al grupo Alsea. Pero la conversación sería grabada en video; así que Toño Ocaranza, el director de relaciones públicas del mayor grupo comercial del país, sugirió que la conversación se diera en las oficinas de Walmart, a unos cuantos metros de uno de los locales de El Portón; en la zona que se conoce como El Toreo, en la frontera entre la Ciudad de México y el Estado de México.

Una zona casi fabril, ruidosa y algo sucia, con calles llenas de baches que no dejan dudas del paso sin descanso de los cientos, o quizá miles, de microbuses que se entrecruzan sin control conectando los lugares más recónditos del Estado de México con la estación del metro de la capital.

Rodeado de decenas de empleados, la conversación con José Luis Torres Zavala se desarrolla en el restaurante del cuartel general de Walmart. Algunos nos observan a lo lejos con curiosidad pero, los más, desayunaban desenfadadamente en grupos.

 

 

"Que no te importe quién se lleva los aplausos"

Hay que estar cerca de las necesidades de la gente, es el lema de quien en 2010 recibió el premio Sam Walton, la máxima distinción mundial para un empleado de la firma por su lealtad y desempeño. Es la única vez que se ha entregado a un latino, dice con el orgullo marcado en el rostro el ahora vicepresidente senior y director general de Bodega Aurrerá, la unidad de negocio más exitosa que posee Walmart en México.

Con todo, llama la atención su timidez y su hablar pausado. Antes de conocerle cualquiera se hubiera imaginado que después de 41 años de trabajo exitoso en la cadena de comercio minorista más grande del mundo, se encontraría con un hombre deshinibido, un orador nato; un vendedor al que costaría trabajo detener para hacerle preguntas.

Nada de eso, todo lo contrario. Mas bien tímido, en sus respuestas José Luis refleja constancia y disciplina para alcanzar metas; y una ambición que no esconde. “Que no te importe quien se lleva los aplausos”, es la definición de su filosofía en el trabajo, el hombre que comenzó a los 16 años como empacador en las cajas, para llegar a ocupar la máxima posición en Bodega Aurrerá; una cadena que vende 200 mil millones de pesos al año en casi 450 ciudades del país.

El agua, el café y el pan de dulce están sobre la mesa durante la conversación y allí permacen casi sin ser tocados mientras la plática fluye y José Luis se entusiasma con las respuestas. Creo en el balance entre familia y trabajo explica al relatar porqué en una ocasión no aceptó ser trasladado a Guadalajara. José Luis refrenda su convicción de que se puede ser alto ejecutivo de una gran empresa sin descuidar sus responsabilidades familiares. “El liderazgo es hacer lo correcto porque los demás te están viendo”, suelta allí en medio del restaurante del corporativo.

Al recordarle el trago amargo por el que pasó la reputación de Walmart -y Bodega Aurrerá que él dirige- al ser denunciada en 2012 por el afamado diario estadounidense The New York Times por presuntos sobornos en México, se le nota un dejo de incomodidad. “Estoy seguro que eso no pasó”, responde con su característica tranquilidad a la vez que se enfunda en el traje de alto directivo que es, para relatar cómo aquella crisis no ha detenido el crecimiento de la empresa que en 2015 mostró su mejor cara.

Y es que José Luis, el ingeniero formado en la Universidad Autónoma Metropolitana, tiene mucho que presumir después de 12 años al frente de Bodega Aurrerá, un formato de tiendas que con sus 2.6 millones de metros cuadrados de piso de ventas distribuidos en mil 719 tiendas de distinto tamaño, tiene ventas por el doble que Sam’s Club y 60 por ciento más que el formato de tiendas Walmart en México.

La conversación termina y José Luis deja ir un suspiro, como si hubiera pasado un examen en la escuela. Preguntas difíciles, se le escucha decir, y suelta una risa contenida cuando se apaga la cámara. Son sus últimos días en Walmart después de más de cuatro décadas de labores.

En unas cuantas semanas más, en marzo próximo, el ejecutivo más admirado de Walmart dejará la empresa; se tomará un respiro y luego iniciará una nueva etapa; quizá dando conferencias sobre sus experiencias vividas en la empresa privada con el mayor número de empleados en el país.

No pierdas el gusto por lo que estás haciendo, fue su consejo final a los jovenes que se inician en el trabajo. Con esa misma convicción deja Walmart para iniciar, a sus 57 años, una nueva etapa en su vida.

Unas cuantas fotos más, la despedida de rigor y salimos del cuartel de Walmart al interminable ajetreo del Toreo. El frío de aquella mañana aún no se había ido.

 

(Derechos Reservados, 2016)