Tsipras se juega su permanencia en el referéndum del domingo

Europa busca la forma de mantenerse unida a pesar de las dificultades; Grecia busca no hundirse más en problemas económicos y en discusiones con la troika.
3 Julio, 2015 Actualizado el 3 de Julio, a las 13:21
Merkel y Tsipras tienen a la UE sin rumbo fijo
Merkel y Tsipras tienen a la UE sin rumbo fijo
Arena Pública

El próximo domingo se realizará el referéndum para que los ciudadanos helénicos decidan si aceptan o no las medidas de austeridad de la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional).

De acuerdo a lo establecido por el gobierno de Alexis Tsipras, el referéndum no busca evaluar la posibilidad de dejar la zona euro, sólo busca la aprobación de la gente para saber si aceptan o no más medidas de austeridad.

Alexis Tsipras tomó las riendas del gobierno gracias a que Syriza tomó como estandarte propio diferentes situaciones que estaba viviendo la población helénica, como millones de personas que vivían por debajo de la línea de pobreza y las medidas de austeridad cada vez más tajantes y agresivas.

Pero toda esta problemática tiene dos aristas. Grecia y la Unión Europea. Ambas aristas juegan y jugarán un papel determinante para el futuro de la comunidad europea.

 

Grecia

 

La crisis griega se desató debido a que el gobierno gastaba más dinero del que generaba, por lo tanto, recurrió a rescates económicos que sanarían la economía griega, mismos que ahora no puede pagar pues no generan lo suficiente para hacerlo.

Hoy es el último día que permanecerán cerrados los bancos. El 7 de julio está previsto que abran con normalidad. No sin antes hacer el referéndum.

El referéndum no busca votar sobre la permanencia de Grecia en la zona euro, sino que los ciudadanos decidan si aceptan o no más medidas de austeridad por parte de la troika.

Sin embargo, el referéndum tiene una cláusula que jugaría en contra del primer ministro, misma que él estableció: su dimisión. No sólo juega en su contra el referéndum, también Angela Merkel.

Tsipras está apostando a que su campaña a favor del “no”, pues sería la forma de reestructurar la deuda y tener la posibilidad de pedir más préstamos al BCE para sacar adelante la crisis. El voto a favor del “no” le daría la suficiente seguridad a Tsipras para renegociar y condicionar a la UE por el alto costo de su salida de la comunidad, aunque es una situación que tampoco quiere el político helénico.

El problema de seguir pidiendo dinero es ese, seguir pidiendo dinero que algún día tendrá que devolver.

 

Europa

 

La posible salida de Grecia de la zona euro sentaría un precedente histórico, no sólo en el aspecto económico, también en la historia pues se demostraría que la comunidad europea está hecha de cristal y no de acero como en ocasiones se ha querido hacer ver.

La UE busca la permanencia de Grecia debido a que quiere mantener el modelo bajo el que fue constituída, sin embargo, el constante acuerdo y desacuerdo con Grecia han llevado al descontento de la UE, y en especial a la de la canciller alemana Angela Merkel y su ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble.

Alemania, la economía más fuerte de Europa y Merkel, la mujer más importante de la política europea tienen clara la situación: Grecia debe acatar las medidas propuestas por la troika y que Tsipras dimita de su cargo.

La salida de Grecia de la zona euro no está prevista porque no es el fin de toda la estrategia económica. Si los ciudadanos griegos acceden a las medidas de la troika Tsipras tendrá que dimitr de su cargo, lo que en Grecia significaría tomar medidas políticas que problablemente no se contemplaban en enero. En caso de votar “no”, el BCE reconsidere la posibilidad de darle más dinero a los bancos para que puedan abrir y de nueva cuenta, echar a andar la maquinaria económica en tierras helénicas.

Sin embargo, el “factor Merkel” puede jugar en contra o a favor de Grecia. Alemania es la economía más fuerte de la zona euro y también es el país al que Grecia debe más dinero, esto significa que Grecia estará a merced de la UE y de Merkel, quien contempla acuerdos sin Tsipras y con el país helénico apegado a los dictados de la troika.

El domingo es el día para poner a prueba la templanza y la fortaleza de los políticos europeos y de una comunidad que se sostiene con delgados y frágiles hilos.