Ineficiente política de incentivos fiscales costó 306 mil mdp al país

La incorrecta aplicación de los llamados gastos fiscales tuvo un gran costo para las finanzas públicas en los últimos 11 años, sin embargo, son un elemento necesario para reavivar la economía.
27 Mayo, 2014 Actualizado el 27 de Mayo, a las 12:36
El gasto fiscal de 2002 a 2013 representó 55 veces el monto destinado a infraestructura de salud el año pasado.
El gasto fiscal de 2002 a 2013 representó 55 veces el monto destinado a infraestructura de salud el año pasado.
Arena Pública

Entre 2002 y 2013 el esquema tributario de Deducción Inmediata de las Inversiones en Activos Fijos (DIIAF) le costó 306 mil millones de pesos a la nación, y aunque fue parcialmente eliminado con la reforma fiscal, es uno de los requisitos necesarios para elevar la competitividad del país, aseguró el laboratorio de políticas públicas Ethos.

Durante la presentación del informe “Los incentivos fiscales a la inversión y su impacto en la competitividad de México”, la coordinadora del proyecto, Liliana Alvarado, sostuvo que la aplicación de esta política de incentivos o gastos fiscales, cuyo fin era elevar la productividad e inversión, ha sido deficiente, por lo cual se necesita dotarla de un diseño inteligente.

Alvarado reveló que las DIIAF deben focalizarse a sectores estratégico-productivos, aplicarse a nivel nacional sin candados geográficos, ser simples y someterlas a evaluación para determinar si funcionan como se espera, para hacerlas efectivas e impulsar la economía.

Con la postura de Ethos coincidió el sector empresarial, que en el estudio considera a la ausencia de financiamiento, escaso apoyo gubernamental y la falta de incentivos fiscales como los principales factores que inhiben la inversión en nuestro país.

Al referirse a la disminución de 77% de los 82 gastos fiscales existentes antes de la reforma, la funcionaria comentó que sólo han logrado aumentar la recaudación, uno de sus pocos aspectos benéficos, pues no fueron modificaciones estructurales orientadas a promover el crecimiento.

El organismo urgió a lograr un equilibrio del esquema para colocar a México en niveles competitivos, pues de acuerdo con el ranking del Banco Mundial, ocupa la posición 55 de 148, e incluso está debajo del promedio en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), rubro donde es superado por países como Chile e incluso Panamá.

 

OPINIÓN: El enigma del conformismo mexicano, blog Ethos Laboratorio de Políticas Públicas; Arena Pública, 6 de marzo del 2014.