¿Y quién reparará los sofisticados autos eléctricos en EU?

Las gigantes tecnológicas han frenado la oportunidad de que los consumidores puedan reparar sus dispositivos electrónicos por su propia mano o en talleres de terceros.
27 Enero, 2023 Actualizado el 27 de Enero, a las 18:49
Ajustar la suspensión de un auto moderno tarda entre tres o cuatro horas, en comparación de hace una década que tomaba una hora y media aproximadamente (Imagen: Pexels)
Ajustar la suspensión de un auto moderno tarda entre tres o cuatro horas, en comparación de hace una década que tomaba una hora y media aproximadamente. (Imagen: Pexels)
Arena Pública

Las nuevas leyes de reparación de equipos en los Estados Unidos (EU) se han olvidado de los sofisticados vehículos eléctricos, lo que encarecerá las reparaciones en las agencias.

El movimiento al derecho de reparación o la Ley de Reparación Justa Digital, firmada en los últimos días de 2022 por la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, serán las únicas herramientas para que los dueños de aparatos electrónicos tengan la posibilidad de repararlos sin necesidad de ir a las agencias, aunque los automóviles y tractores están olvidados.

A pesar de los avances en nuevas legislaciones que ayudan a los consumidores a tener un mayor control de los aparatos que compran, el sector automotriz se encuentra estancado en las posibilidades que tienen los talleres mecánicos para reparar algún vehículo eléctrico de modelos recientes, pues el equipo necesario para ofrecer un diagnóstico o para acceder al sistema no lo tienen todos los establecimientos.

Debido a que los automóviles de la última década son más computarizados y más complejos en su estructura, por la cantidad de sensores y chips controlados por un software que recopila información constantemente; se necesitan de expertos para su reparación y herramientas costosas y limitadas.

Además, para cada ajuste que se haga en un vehículo se necesita la herramienta diseñada por la marca del automóvil, pues no es lo mismo el sistema de Tesla que el de Nissan. Esto provoca que los dueños de los talleres deban invertir miles de dólares para reparar la mayor cantidad de autos de diferentes empresas, de lo contrario no podrán atender a los clientes que lleguen con un coche de otra marca.

La Ley de Reparación Justa Digital -que entrará en vigor el próximo 1 de julio para obligar a las compañías tecnológicas a brindar herramientas y piezas con precios accesibles, además de proporcionar documentos para la correcta reparación sin necesidad de revelar información confidencial que afecte la competitividad de la empresa- no incluye vehículos motorizados, equipos de construcción y agricultura.

El resto de estados en Estados Unidos cuentan con proyectos de derecho a la reparación, pero igual falta integrar el campo automotriz, por esto hay asociaciones y organizaciones no gubernamentales que buscan integrar este sector a las leyes, llegar a un acuerdo con las empresas para que brinden las herramientas correspondientes y capaciten a la gente para mantener sus negocios.

La Federación Americana de la Oficina Agrícola (AFBF por sus siglas en inglés) logró recientemente que John Deere, uno de los principales fabricantes de tractores y equipos dirigidos a la agricultura en Estados Unidos, firmara un acuerdo para beneficio de los granjeros.

Establecieron que Jonh Deere tendrá que brindar las herramientas, información y recursos para la reparación de las unidades, con la condición de que los propietarios o técnicos independientes no divulguen secretos comerciales o anulen barreras de seguridad, así como incrementar los niveles de potencia de las herramientas.

Por su parte, 180biz es una empresa que brinda soluciones para evitar que los talleres automotrices cierren, ofreciendo actualizaciones y capacitaciones para el personal; sin embargo, no es suficiente para mantenerlos a todos. Incluso los dueños de estos establecimientos se resisten a comprar nuevas herramientas por el importante gasto que representa, según Wired.

“Estas tiendas no hacen capacitación, no compran el equipo y se están quedando atrás”, declaración que expone la desventaja en la que se encuentran el resto de talleres frente a las agencias. Mientras, los dueños de los automóviles resultan perjudicados, pues tienen que acudir a las agencias de reparación, donde el servicio es más caro y el tiempo que deben esperar por cada ajuste es más extenso.

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