La caída del peso: ¿De veras fue AMLO? Mejor volteen a la tasa de 10 años de EU

El efecto del proceso electoral no ha modificado el tipo cambiario del peso, su depreciación se debe a un tema económico del vecino del norte.
20 Abril, 2018
Pan, Circo y Pecunia

El peso mexicano ha tenido una mala semana: en los últimos cinco días ha perdido 2.9% contra el dólar, y es la peor divisa de entre las más negociadas en el mundo. Sin embargo, no es algo exclusivo del peso, sino que ha sido algo generalizado.

El índice del dólar spot de Bloomberg, que sigue el desempeño del dólar frente a una canasta conformada por las diez divisas más negociadas en el mundo, entre ellas el peso mexicano, ha trepado un 1.0%  esta semana, el mayor incremento semanal desde diciembre del año pasado.

A todas las divisas, como decimos, les ha ido mal. De  las 16 mayores divisas que sigue Bloomberg,  todas salvo tres, sufrieron caídas contra el dólar: sí, el peso mexicano fue la peor (-2.9%),  pero el dólar neocelandés se hundió un 2.1%, la libra esterlina un 1.5% y el dólar australiano un 1.2%, el franco suizo otro 1.2%, y la otra divisa del TLCAN, el dólar canadiense, un 1.0%. De las tres divisas que se salvaron, fueron por los pelos: la que más ha avanzado es el real brasileño, con un 0.4%.

En realidad la semana fue bastante tranquila para el peso hasta el jueves: ese día fue un cataclismo para casi todas las divisas. Algunos analistas, a los que la agencia de noticias Bloomberg dio mucho eco con algunas notas un poco sesgada (Best-performing currency sinks as Mexico´s Obrador advances)  salieron raudos a explicar que el mal desempeño del peso mexicano se debió a una encuesta de Consulta Mitofsky que daba una ventaja más amplia al candidato de Morena,  Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Sobre sus adversarios: la encuesta mostró que la preferencia electoral por AMLO mejoró a 31.9% comparado con 29.5% en marzo en tanto Ricardo Anaya (PAN) descendía a 20.8% frente a 21.2% y José Antonio Meade (PRI) registraba un modesto avance a 16.9%  comparado con 16.4% el mes previo.

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Esa encuesta en sí no dice nada nuevo. Más mediática que la encuesta de Consulta Mitofsky fue la de Reforma un día antes, el miércoles.  E incluso más preocupante para los antiAMLO: a la pregunta de por quién votaría si la elección fuera hoy, AMLO se llevaba el 48% en abril frente a un 42% en febrero, en tanto Anaya descendía  de 32% a 26& y Meade quedaba sin cambios en 18%.

Así visto, con casi el 50% de los votos, ni un súperfrente antiAMLO de PAN-PRD-PRI-Zavala-Bronco podría derrotar al tabasqueño. ¡Eso sí debió generar pánico!. Sin embargo, el peso mexicano en esa jornada, se rió de la encuesta y apenas cedió un 0.2%. Ese  día, el peso se llegó a negociar, en sus cotizaciones intradía, por debajo de 18  pesos por dólar.

Entonces, ¿de veras la encuesta de Mitofsky provocó el cataclismo del peso el jueves? No parece. Lo que sucedió fue que la tasa de 10 años de Estados Unidos de repente brincó. Ya lo venía haciendo desde el viernes pasado, cuando terminó en 2.83%. Hoy, la tasa cotiza en 2.94%, u 11 pbs por encima, y eso pone nerviosos a los mercados en general: a todas las divisas, pero también a las bolsas (no en vano ayer cerraron con pérdidas tras tres jornadas consecutivas de ganancias), y a los mercados de bonos.

La tasa de 2.94% se acerca al máximo de febrero (2.95%) y  sobre todo al nivel psicológico de 3.0%, un nivel que no toca la tasa estadounidense desde diciembre de 2013. El gurú de los mercados de bonos, Jeffrey Gundlach, de Doublelin Capital, ha advertido que en caso de que la tasa de 10 años de Estados Unidos rompa el 3%, los mercados globales enfrentarían turbulencias.

Por tanto, más bien parece que fue la tasa de 10 años la causante de los estragos del peso mexicano, y también de otras divisas. ¿Por qué aumenta la tasa de 10 años? Por los riesgos inflacionarios que acechan a Estados Unidos, tanto por su crecimiento económico, como por las presiones salariales como por el reciente virulento aumento de algunas materias primas como el aluminio, afectado por las sanciones a Rusia y la crisis de Rusal, como el níquel. Aquí una gráfica de cómo la tasa de 10 años de EU (línea blanca) es la que ha zarandeado al peso mexicano (línea amarilla).  

Ante la caída de las monedas, en general, los mercados de bonos también se tambalearon y las tasas subieron de manera generalizada en sintonía con el alza de las tasas en Estados Unidos.  México, por supuesto, no ha escapado a esa tendencia: la tasa de 10 años ha aumentado esta semana 11 pbs.

Ahora bien, ¿por qué el peso mexicano fue el más golpeado? En verdad, creemos que poco tienen que ver las últimas encuestas. Más bien, en general las divisas que más sufrieron fueron las que han mostrado una mayor fortaleza en el año: los inversionistas que han especulado con esas monedas  y que se fueron largos en ellas, aprovecharon para vender y embolsarse algunas ganancias.

El peso mexicano ha sido una de ellas: las expectativas de que no se rompería el TLCAN ha dado un fuerte impulso a la divisa, lo que la convierte en un blanco más vulnerable frente al alza de tasas en Estados Unidos.  Además, los niveles técnicos tampoco ayudaron:  el  peso cotizó los tres primeros días de la semana en torno a los 18 pesos,  intentando romper esa barrera e irse por debajo.

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Ante el fracaso para romper esa barrera, y sin progresos señalados en el TLCAN, donde sólo se habla de avances pero sin que sea visible un acuerdo aún en temas clave como las reglas de origen en el sector automotriz o la solución de controversias, los inversionistas salieron del peso mexicano con más virulencia ante el aumento de tasas en Estados Unidos.  

Al igual que lo ha sido,  entre los países emergentes de Latinoamérica, el peso colombiano. En Latinoamérica, esas dos divisas son las que peor han salido paradas esta semana y son precisamente las que más han ganado contra el dólar.

Otro ejemplo, a nivel global, es la libra esterlina: apenas el lunes, la libra presumía de cotizar en los 1.434 dólares la libra, un máximo desde la votación del Brexit. Hoy la libra cotiza en 1.402 dólares, una caída de 2.2%. Tampoco parece ser casualidad que las divisas que peor les fue en el año, sean las que mejor resistieron esta semana: el real brasileño y la corona sueca. 

Por tanto, no parece ser que la encuesta de Mitofsky haya provocado los desmanes en el peso mexicano, sino más bien la tasa de 10 años, que no sólo amenaza al peso, sino a todo lo que se le ponga por delante.

Como tampoco parece ser cierto, como afirma hoy en este caso BusinessInsider (The Mexican Peso is tumbling ahead of this weekend's presidential debate) que sea esa la causa de la debacle del peso hoy, con una caída adicional de 0.9%. Absolutamente todas las grandes divisas caen hoy contra el dólar, y peor que al peso mexicano el va al rand sudafricano (-1.1%). 

Y como decimos, no son sólo las divisas. En Wall Street, el S&P's 500 cae un 0.6% y el Nasdaq un 1.1%. Y los bonos globales se tambalean. Por tanto, cuidado: quizás más que a AMLO, hacia donde hay que voltear es a la tasa de 10 años en Estados Unidos. 

 

 

José Miguel Moreno José Miguel Moreno Economista por la Universidad Autónoma de Madrid. Trabajó en la consultoría estadounidense Stone & McCarthy Resarch en Londres, Nueva York y México DF, realizando análisis para las economías de Europa y América Latina. En México fue director editorial de Infosel, así como consejero, columnista y jefe de análisis económico de El Semanario de Negocios y Economía . Además de conferencista, ha colaborado con T1msn, Invertia, Radio Intereconomía, O Estado de Sao Paulo y The Miami Herald, entre otros medios. Actualmente dirige “Llamadinero.com”, es asesor, colaborador de la revista Forbes México y profesor titular en la Facultad de Economía de la UNAM.