La crisis en las inversiones extranjeras

Las salidas de capital extranjero de cartera, particularmente en bonos mexicanos del sector público, vistas en el primer semestre del año, no tiene precedentes desde la gran crisis política y financiera de 1994
29 Agosto, 2016
El Observador

Lejana ha quedado aquella portada de la revista Time del 24 de febrero de 2014 en la que se veía el retrato de un Enrique Peña Nieto triunfante con el encabezado ‘Saving Mexico’ (Salvando México) que reforzaba la idea reformadora que habían decidido los editores de la revista.

Todavía eran los tiempos del llamado ‘Mexican moment’ (El Momento de México) cuando la prensa extranjera –que había sido privilegiada durante más de 20 meses por los funcionarios de primer nivel del gobierno con entrevistas y conversaciones 'off the record'- ‘compró’ a pie juntillas el discurso gubernamental de prosperidad a partir de las reformas que impulsaba el gobierno.

Pero no solo los periodistas estadounidenses y británicos se deslumbraron en aquel momento con las buenas intenciones de los mensajes afines a la idiosincracia política y económica de aquellas naciones que lanzó el ‘dream team’ mexicano: Peña Nieto, Videgaray y Osorio Chong.

También Moody’s había contribuido elevando la calificación de la deuda soberana mexicana en ese mismo mes de 2014, una vez aprobadas las reformas, colocándolo en la cima de la confianza latinoamericana, solo debajo de Chile.

Pero la historia dio un giro importante en los últimos dos años. El ‘Mexican moment’ se desvaneció por completo, Moody’s y Standard & Poor’s han advertido a México de bajar la calificación a su deuda soberana por los riesgos en el manejo de sus finanzas públicas, mientras que los inversionistas han reducido paulatinamente su interés por el país.

Un dato duro relevante lo encontramos en el nivel de inversión extranjera. En el primer semestre de este año las inversiones extranjeras totales (directas y financieras) fueron, por mucho, las menores desde que Enrique Peña Nieto asumió el gobierno. En este 2016 sumaron apenas 21,957 millones de dólares, mientras que el año pasado fueron de 34,496 millones, en 2014 de 50,931 millones y en 2013 de 42,999 millones de dólares.

De hecho las inversiones extranjeras totales que llegaron a México en este primer semestre, son las menores desde la crisis financiera estadounidense que impactó a México en el primer semestre de 2009.

Así que la desconfianza en la marcha de la economía del país y su futuro inmediato no es un asunto de interpretaciones; son los datos los que hablan de una importante contracción en los flujos de inversión extranjera hacia México que ya tiene impactos sobre la cuenta de capitales de la balanza de pagos y sobre el financiamiento del déficit en la cuenta corriente, como lo reportan las estadísticas que produce el Banco de México.

Pero hay un asunto más que vale la pena destacar del más reciente reporte sobre inversiones extranjeras.

En el desglose de la inversión extranjera -aunque aún no es un monto que alarme- sí llama la atención y debe preocupar la caída de 11,368 millones de dólares en el saldo de la inversión en bonos mexicanos emitidos en el país, principalmente del sector público.

En las cifras del banco central no se tiene un registro de salidas de capital financiero de esta magnitud para un primer semestre en las últimas dos décadas.

Para encontrar cifras similares hay que remontarse a la grave crisis mexicana de 1994 y 1995 -con una macrodevaluación del peso frente al dólar, un incremento exponencial de las tasas de interés, la quiebra del sistema bancario, y el hundimiento de la economía- años en los que se registraron salidas significativas de inversiones extranjeras de cartera en bonos mexicanos.

Evidentemente que en un año convulso como 1994, las reservas del país prácticamente se vaciaron y en 1995 esta salida de bonos en manos de extranjeros alcanzó los 8,046 millones de dólares, según las cifras del Banco de México. Las circunstancias son diferentes y las magnitudes también por el enorme crecimiento, en términos corrientes, de la deuda pública en manos de extranjeros durante los últimos años.

Sin embargo la raíz de estas salidas de capitales financieros del exterior y la llegada a cuentagotas y en sectores muy selectos de la inversión extranjera directa es la misma: La pérdida de confianza en el manejo de la economía, a la que se suma la incredulidad al cambio en materia de corrupción y transparencia.

Esa enorme fragilidad de la economía –impulsada por el descrédito- es el gran peligro al que se enfrenta Peña Nieto en la recta final de su sexenio.

 

Expectativas de relevos

La salida de Luis Videgaray de la secretaría de Hacienda y la llegada de José Antonio Meade para presentar el 8 de septiembre al Congreso el Paquete Económico más difícil del sexenio, ha dado vueltas por las oficinas de la propia secretaría en los últimos días.

Las versiones sobre cambios importantes en su gabinete, han colocado al presidente Enrique Peña Nieto en el centro de las miradas y de la evaluación en el último tramo de su gobierno y de cara a la sucesión en 2018.

Samuel García Samuel García Editor y economista. Fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y 'El Universal'. Director fundador de 'Infosel'. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Máster en Periodismo Digital. Columnista, comentarista y consultor para diversos medios en México.