¿Salvará la economía de EU a Peña Nieto?

¿Estamos frente al inicio de un ciclo de contracción económica en EU que impactaría negativamente a México hacia 2017 y 2018 reduciendo aún más la endeble tasa de crecimiento?
17 Mayo, 2016
El Observador

Es cierto, buena parte del crecimiento económico reciente del país se ha apoyado en el mercado interno, particularmente en el consumo privado. Pero no será suficiente para los próximos dos años.

A pesar de los datos positivos recientes del crecimiento de la masa salarial -producto de un ligero incremento en el ingreso real y en el número de personas ocupadas que recibieron una remuneración- es altamente probable que este impulso responda a factores temporales que se desvanezcan en los próximos meses.

Por eso es que el dinamismo esperado de la economía de Estados Unidos hacia los próximos años seguirá siendo el factor más importante para el crecimiento de la economía mexicana a través de sus exportaciones, principalmente manufactureras. Y es que las exportaciones mexicanas representan el 33% del PIB nacional y casi 8 de cada 10 dólares exportados se dirigen hacia el mercado estadounidense.

La pregunta es si el dinamismo económico de Estados Unidos salvará –otra vez- a la economía mexicana en la segunda mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto, en momentos en que ya se perfilan las candidaturas para las presidenciales de 2018.

Las respuestas no son positivas para México y para el Presidente. Después de casi 7 años de expansión –desde 2009- todo parece indicar que quien llegue a la Casa Blanca, desde el partido demócrata o republicano, enfrentará un primer periodo económico complejo que se debatirá entre trimestres de contracción económica.

Las proyecciones recientes para este año en Estados Unidos reflejan un mayor pesimismo sobre el crecimiento económico que ya se sitúan entre 1.8% y 2%, derivado de un crecimiento decepcionante al primer trimestre de 0.5%, en términos anuales, después de crecer apenas 1.4% en el último trimestre del año pasado siguiendo una clara tendencia trimestral descendente a lo largo de 2015.

Si bien las condiciones del mercado laboral han mejorado últimamente, la propia Reserva Federal ha admitido que la actividad económica se ha desacelerado; lo que probablemente tenga efectos sobre sus intenciones de ‘normalizar’ la tasa de interés de referencia a un mayor ritmo.

Pero no todas son noticias pesimistas en el corto plazo. El viernes pasado los datos de las ventas minoristas de abril en Estados Unidos superaron todas las expectativas de los analistas con un crecimiento de 1.3%, el mayor en un año, arrastrada por la venta de vehículos, gasolinas y materiales de construcción. Con todo, excluyendo a estos bienes, las ventas minoristas crecieron 0.9%, el doble de lo que estimaban los economistas.

Sin embargo aún es temprano para echar las campanas al vuelo a pesar de que las reacciones inmediatas han hablado del “regreso de los consumidores”.

Y es que tanto las ganancias corporativas como las presiones salariales de los últimos meses están mostrando un envejecimiento del ciclo alcista en Estados Unidos, en momentos en que la política monetaria de la FED prácticamente no tiene más recursos adicionales, la política fiscal seguirá enfrascada en una lucha político-electoral sin cuartel y las amenazas externas siguen creciendo en el corto plazo, particularmente por una desaceleración china que se sigue confirmado día a día y por una Europa que no encuentra salidas a su ya largo letargo económico, agravado por el posible abandono del Reino Unido de la Unión Europea (a  lo que se le conoce como “Brexit”) y que decidirán los británicos el próximo 23 de junio.

Un evento que –según Christine Lagarde, directora-gerente del FMI- provocaría una recesión en Europa y un riesgo a la baja para la economía mundial.

El hecho es que la desconfianza de los economistas sobre un crecimiento económico por encima del 2.0-2-2% para Estados Unidos este año derivado de las incertidumbres internas y externas han crecido, y ahora son mucho más cautelosos respecto del entorno en el que entregará Barack Obama la presidencia de Estados Unidos el próximo 1 de enero.

¿Acaso entrará Estados Unidos en un ciclo de contracción económica a partir de 2017, con importantes presiones salariales, con una tendencia a la declinación en la productividad, con un dólar que juega en contra de su sector industrial exportador y con mercados externos en declive?

Este escenario –que sigue ganando adeptos y posibilidades de ocurrencia en Estados Unidos- tendría graves efectos en la economía mexicana y, seguramente, en la dinámica político-electoral hacia Los Pinos en 2018.

 

SE DEBILITAN DEMANDAS EN TRIBUNALES

Ahora fue un juez de Delaware el que desestimó una demanda de accionistas de Walmart Stores sobre los casos de sobornos en México que reveló el New York Times en 2012. El juez desestimó la demanda por la similitud que guarda la demanda con la resolución de un magistrado en Arkansas en 2015. En los tribunales, las demandas en contra del mayor minorista del mundo por este asunto, siguen perdiendo terreno.

 

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.