Las siete plagas

Enrique Peña Nieto y su círculo cercano se prepararon para convencer con un plan prefabricado, pero no para responder a situaciones inesperadas.
4 Diciembre, 2014
El Observador

Enrique Peña Nieto y su círculo cercano se prepararon para convencer con un plan prefabricado, pero no para responder a situaciones inesperadas, ni para enfrentar escenarios con resultados adversos.

La parálisis que vimos ante el caso Ayotzinapa, los silencios ante los malos resultados económicos y los errores sucesivos en el manejo de una crisis que ha maniatado al gobierno, han exhibido la improvisación e inexperiencia de un Presidente que creyó poder gobernar al país bajo las reglas y condiciones con la que lo hizo en el Estado de México.

Pero Peña Nieto, Videgaray, Osorio Chong y Nuño jamás imaginaron la sucesión de hechos que están enfrentando y que ha puesto en riesgo la viabilidad no solo de su orquestado plan original, sino de la propia marcha del gobierno como lo diseñaron. A estas alturas las reformas aprobadas por el Congreso y aplaudidas en los principales foros del mundo están condenadas, por lo menos, a la medianía.

La reforma educativa, crucial para la competitividad de mediano y largo plazo, va camino al fracaso después de que el gobierno federal prácticamente ha claudicado ante las oposiciones sindicales encabezadas por una CNTE que solo habla a través de las amenazas y la violencia.

La reforma fiscal además de contribuir al atorón económico en el que está metido el país tendrá, inevitablemente, que ser revertida en sus aspectos cruciales como ya lo adelantó el propio secretario.

La reforma laboral es un fiasco, mientras que la reforma a las telecomunicaciones no cumplirá la promesa de alentar mercados altamente competidos y menos en el sector de la televisión, como ha quedado demostrado con la licitación de las dos nuevas cadenas nacionales de televisión.

Peña Nieto y su gobierno enfrentan, pasmados, las siete plagas de Egipto. Además de los sucesos de Ayotzinapa que le dieron la vuelta al mundo, siete militares están implicados en el asesinato de 22 presuntos secuestradores en una bodega de Tlatlaya, Estado de México, con fuertes cuestionamientos sobre el proceder del ejército mexicano bajo las órdenes del Presidente de la República.

Unos meses después la licitación del primero de los grandes proyectos ferroviarios del gobierno –el tren México-Querétaro- fue revocada por sospechas de favoritismos desde el gobierno en su asignación.

Tres días después, una investigación periodística revelaba que la casa de Angélica Rivera, esposa del Presidente, y en la que la pareja presidencial planeaba vivir una vez concluido el sexenio, fue adquirida a crédito a una empresa constructora ligada al grupo ganador de la licitación del tren de alta velocidad y a otros tantos contratos durante el tiempo en que Peña Nieto fue gobernador del Estado de México. Las explicaciones desde Los Pinos han sido insuficientes para aclarar el caso.

Pero las malas noticias no terminan allí. El precio de la mezcla mexicana del petróleo de exportación ha caído 40% en los últimos cinco meses poniendo en entredicho la promesa de una avalancha de nuevas inversiones debido a la flamante reforma energética.

Un escenario desalentador si se toma en cuenta que en los primeros dos años el gobierno federal debió reducir ya en cuatro ocasiones sus estimaciones de crecimiento económico, mientras que los analistas del sector privado pronostican que ocurrirá lo mismo en 2015.

Pero quizá la séptima plaga es la más venenosa para el gobierno. Los sonados casos de violencia, corrupción e impunidad han dado lugar a la manipulación y al oportunismo de algunos grupos políticos; pero también al hartazgo social que ha encontrado en marchas, manifestaciones y movimientos, si bien desarticulados, un caldo de cultivo para una potencial desestabilización, por cierto, sorprendentemente advertida por el propio Peña Nieto. Cuidado, que la estabilidad de la economía es de cristal.

 

MÁS INFORMACIÓN: A dos años de Peña Nieto: México, con pies de barro. Reportaje de Arena Pública del 01 de diciembre del 2014.

MÁS INFORMACIÓN: A dos años de gobierno: El acuerdo que le urge a México. Reportaje de Arena Pública del 01 de diciembre del 2014.

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.