La hora del sindicato petrolero

24 Abril, 2014
El Observador

Según ha dicho Pedro Joaquín Coldwell, será la próxima semana cuando el Congreso recibirá el paquete de iniciativas de ley en materia energética que enviará el presidente Enrique Peña Nieto para darle forma a las reformas constitucionales en la materia aprobadas el año pasado.

Se pretende -por lo dicho por los funcionarios del sector energético- que éstos sean los cambios legales más trascendentes en materia energética desde Lázaro Cárdenas. Ya el director de Pemex, Emilio Lozoya, anunció que la petrolera del Estado sufrirá su mayor transformación corporativa en los próximos dos años. Lo que no sabemos es si la transformación como bandera de la modernización de la paraestatal, a la que tanto se alude, también comprende al sindicato petrolero que aún encabeza el senador priista Carlos Romero Deschamps.

¿Podrá Pemex ser competitiva frente a los gigantes globales del petróleo con la plantilla sindical actual que posee y con los acuerdos que mantiene? A ciencia cierta no lo sabemos porque los funcionarios públicos que encabezan la petrolera se han encargado de dar explicaciones en su calidad de políticos de Los Pinos y no como los ejecutivos de una empresa global que dicen querer ser.

Y es que los cambios de fondo que suponemos producirá la reforma energética que hará de Pemex un jugador más del mercado petrolero nacional, junto a la necesaria modificación del actual régimen de pensiones de los trabajadores petroleros, que ha hecho del pasivo laboral una cuenta contable insostenible, así como la negociación de un nuevo contrato colectivo que, entre otras cosas, modifique el tamaño de una plantilla laboral a todas luces sobrada; va a cimbrar los cimientos mismos del sindicato. O eso pensamos que debería ocurrir en una empresa petrolera que -según dice Lozoya- se transformará de pies a cabeza en un par de años.

La pregunta es qué va a pasar con el sindicato petrolero o, mejor dicho ¿cambiará a fondo el sindicalismo petrolero y su liderazgo o será -como ocurrió al inicio del sexenio de Salinas de Gortari- solo un cambio de piel?

La respuesta en Los Pinos ya está “cocinada”, según se sabe, aunque el diablo aún está en los detalles. En un reportaje publicado ayer por arenapublica.com se explica que si bien “la idea primigenia es que el senador (Carlos Romero Deschamps) abandone el cargo que ocupa desde hace dos décadas, el gobierno no está dispuesto a que el sindicalista elija a su sucesor”. Los mensajes del Presidente al líder sindical han sido claros:

El gobierno respetará las prestaciones obtenidas por los petroleros en el contrato colectivo, pero se harán cambios para flexibilizar los términos del mismo, incluyendo el régimen de pensiones. De hecho el reportaje en cuestión señala que, según el Convenio Administrativo Sindical 10717, firmado en agosto de 2013 por Emilio Lozoya y Romero Deschamps, así como Navarrete Pérez y Aldana Prieto, se contempla “la modernización y homologación de categorías, la actualización de reglamentos de labores, la adecuación de jornadas, la racionalización del tiempo extra y la administración de las coberturas temporales de vacantes de acuerdo con las necesidades de los centros de trabajo. Varias de las cláusulas apuntan a un adelgazamiento de la plantilla”.

Pero, además, desde Los Pinos se le ha dejado ver al líder sindical que no debe llamar la atención, ni hacer olas; que debe dejar el liderazgo sindical en un tiempo prudente; que no debe entrometerse en la sucesión sindical; y que el gobierno busca renovar a la mayor parte de la dirigencia sindical actual.

Romero Deschamps no tiene de otra y lo sabe, pero habrá que ver aún cómo reaccionan los trabajadores y los líderes seccionales.

Lo cierto es que, más allá de los acuerdos políticos gobierno-sindicato, la apertura del mercado tendrá, en el tiempo, consecuencias directas sobre el poder actual que tiene el sindicato de una empresa monopólica. Sólo así el cambio en la relación sindical será a fondo.

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.