Prudencia ausente

12 Febrero, 2014
El Observador

El secretario Luis Videgaray ha regresado a la campaña de promoción del Mexican Moment que intentó impulsar hace un año con mala fortuna. A la cadena de televisión CNBC le dijo el lunes que la economía está en posibilidad de crecer al 5% por décadas. Y ayer le dijo a Bloomberg TV que los primeros contratos petroleros con capitales privados bajo la modalidad de utilidad compartida se darían en un año, a inicio de 2015. Coincidencia o no, lo que se observa es que la campaña de venta de un México promisorio ante los capitales extranjeros y la opinión pública del exterior se reforzó desde la Secretaría de Hacienda a partir del alza en la calificación crediticia otorgada por Moody’s el miércoles pasado. Una decisión que llevó a la deuda de México -por vez primera- al terreno de las “A”, una calificación que aún no otorgan las otras dos calificadoras de riesgos, Standard and Poor’s y Fitch. Por cierto, hay que señalar que la decisión de Moody´s, más que desprenderse de un análisis escrupuloso sobre el comportamiento de las finanzas públicas y del desempeño macroeconómico del país, se basa -al igual que la promoción de Hacienda- en expectativas deseables sobre los efectos positivos de las reformas constitucionales del año pasado; nada más. Una “euforia anticipada” que aún no tiene justificación plena, como le señalamos aquí al día siguiente que Moody’s publicó su decisión.

Por lo visto hasta ahora, la prudencia no es distintivo del gobierno federal, ni la sencillez es característica del secretario de Hacienda. Después del grave revés que sufrió el gobierno federal y el secretario Videgaray con las expectativas económicas hechas añicos en 2013, todos hubiéramos pensado que fue suficiente y se aprendió la lección. La lección de escuchar, de corregir, de asumir responsabilidades; de ser prudente. Pero no es el caso.

Los primeros datos parciales sobre el comportamiento económico de enero aún muestran la debilidad característica del año pasado. Las ventas de Walmart mostraron una caída considerable, mientras que el indicador IMEF manufacturero se ubicó por debajo de los 50 puntos con una caída respecto de diciembre; mostrando el estancamiento por el que pasa la manufactura. Un comportamiento acorde con los malos datos mostrados recientemente por la actividad industrial a diciembre, incluso por debajo de las expectativas de los analistas, lastrado por el sector de la construcción que aún no logra recuperarse.

Así que 2014 no ha iniciado como para echar las campanas al vuelo. Más bien habrá que ser prudentes ante un entorno externo volátil con economías emergentes con problemas, una economía estadunidense que sigue sin confirmar plenamente la solidez de su recuperación, con una debilidad manifiesta en el consumo, y con un sector de la vivienda que -a decir del director de la banca hipotecaria más importante del país- no despegará en este año. No por nada los analistas del sector privado aún mantienen su pronóstico de crecimiento de 3.4% para el año, con un primer semestre débil y un mejor segundo semestre; pero al fin es un pronóstico basado en un “efecto rebote” por el bajo crecimiento visto en 2013.

Hay un entorno económico actual y una experiencia previa reciente que -aún y con expectativas positivas hacia adelante- debe abonar a la prudencia como rasgo de la política pública. Incluso políticamente sería mucho más rentable para el gobierno.

Pero por las declaraciones recientes a los medios extranjeros, pareciera que el secretario Videgaray tiene prisa por hacer crecer las expectativas, por demostrar que siempre tuvo la razón, por hacer fiesta con anticipación. No se debe olvidar que la desilusión se origina precisamente en las expectativas exageradas.

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.