Es posible que entre hoy y mañana la secretaría de Hacienda dé a conocer su nuevo pronóstico de crecimiento económico para el año. De ser así, sería la cuarta ocasión en este 2013 que el gobierno de Enrique Peña Nieto corrige a la baja su estimación en un año en que, evidentemente, la marcha de la economía le ha jugado una mala pasada.
El año había comenzado con un estimado optimista del nuevo gobierno plasmado en los Criterios Generales de Política Económica, con un crecimiento esperado de 3.5%; después del 3.6% logrado en 2012 en el último año de gobierno del presidente Felipe Calderón.
Sin embargo los resultados desalentadores dados a conocer por INEGI al primer trimestre –de solo 0.8% anual- obligaron a los economistas de Hacienda a reducir en mayo, por primera vez en el año, su pronóstico de crecimiento a 3.1%. Pero la caída de la demanda externa, el desplome de la construcción, el menor consumo interno por la pérdida del poder adquisitivo y el freno en el gasto público traerían aún mayores consecuencias, en un año en el que el Presidente buscaba concretar un ambicioso programa de reformas económicas.
Así, en agosto Hacienda tuvo que reducir drásticamente su pronóstico de 3.1% a 1.8%, una vez que se confirmó que la actividad económica al segundo trimestre se contrajo por primera vez en cuatro años desatando la polémica sobre el asomo de una recesión en la economía y en momentos en que se iniciaba la discusión política sobre la reforma fiscal.
Pero las desgracias no terminaron allí. Como resultado de los daños causados por las tormentas que azotaron parte importante del territorio nacional, a finales de septiembre el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dio a conocer un nuevo recorte, el tercero, a 1.7%, en el estimado del PIB para el año.
Con todo, las cifras del gobierno son aún demasiado optimistas respecto de lo que piensan la mayor parte de los economistas del sector privado y de los organismos internacionales, que han cifrado su pronóstico para 2013 en alrededor de 1.2%; la mitad de lo esperado para el conjunto de América Latina y de Brasil, y solo una cuarta parte de lo que crecerán este año sus socios de la Alianza del Pacífico: Perú, Chile y Colombia.
De acuerdo al calendario de INEGI, el próximo jueves se dará a conocer el dato del PIB al tercer trimestre que, según los analistas, es muy probable que confirme la frágil recuperación de la economía. Banamex espera una variación anual de 1% al tercer trimestre, después del 0.6% y 1.5% del primer y segundo trimestres respectivamente. Si bien la economía parece haber tocado fondo y la recuperación ha iniciado, como también lo señalan los economistas de BBVA Bancomer, ésta recuperación aún es frágil. Según Banamex, el Índice Global de Actividad Económica, IGAE, a septiembre que también dará a conocer INEGI este jueves, solo crecerá 0.4%, muy por debajo del 1.1% y 1.4% de julio y agosto pasados.
De hecho ya se estima que la actividad económica de octubre no fue muy superior a la que se vio en el tercer trimestre, por lo que el pronóstico de 1.2% para el año que han vaticinado los economistas, descansa en el supuesto de un muy buen comportamiento de la economía durante noviembre y diciembre.
Así que con este panorama como telón de fondo y con la cifra al tercer trimestre que INEGI de a conocer el próximo jueves, es probable que Luis Videgaray y sus economistas de Hacienda se adelanten y vuelvan a reducir, por cuarta ocasión, sus expectativas para un año que ya prefieren se acabe. Como están las cosas sería preferible que el gobierno también apunte hacia 1.2%.