La reforma educativa -con todo y su grado de conflictividad natural, porque implica cambios- es una de las mejores noticias para México en décadas. Sin embargo su peor enemigo es su propio impulsor, comenta Samuel García.

La reforma educativa -con todo y su grado de conflictividad natural, porque implica cambios- es una de las mejores noticias para México en décadas. Sin embargo su peor enemigo es su propio impulsor, comenta Samuel García.