Peso todavía no ha caído lo suficiente

El peso se ha depreciado de manera acelerada en las últimas semanas de Agosto. Sin embargo, aún reconociendo que pueda existir un componente especulativo del mercado en los últimos dias, la realidad es que el peso todavía no ha alcanzado el nivel consistente con las nuevas condiciones de astringencia monetaria que se avecinan.
21 Agosto, 2015

El peso se ha depreciado de manera acelerada en las últimas semanas de Agosto. Sin embargo, aún reconociendo que pueda existir un componente especulativo del mercado en los últimos dias, la realidad es que el peso todavía no ha alcanzado el nivel consistente con las nuevas condiciones de astringencia monetaria que se avecinan.

Después de la recesión del 2009 y durante la etapa de exceso de liquidez global que alcanzó su máximo hacia mediados del 2011 y que se extendió hasta el 2013, el peso tuvo un periodo de revaluación importante. Durante esa época siempre se escuchó a las autoridades decir que la fortaleza del peso se debía a los sólidos fundamentos macroeconómicos.

La realidad es que esa revaluación era en gran medida el resultado del exceso de liquidez global bombeado por los principales bancos centrales del mundo y de la cual México era un receptor al igual que otros países emergentes. El atractivo tenía que ver más con el diferencial positivo de tasas que ofrecía el país a los flujos de liquidez internacional. Ese mismo exceso de liquidez fue lo que permitió la reducción de las tasas internas.

Gracias a esa liquidez global, la tasa de referencia pudo ser recortada en 525 puntos base hasta el mínimo histórico de 3%, a pesar de que la inflación siempre se mantuvo por encima de su objetivo de 3%, y en la mayoría de los casos más cercana a 4%. El peso, por su parte, registró una revaluación de 25%.

Lógicamente estos dos eventos no debían tomarse como permanentes, sino más bién como resultado de condiciones externas transitorias, las cuales tarde o temprano tendrían que volver a la normalidad. Esa nueva realidad ha alcanzado al peso y ha desmantelado la versión que afirmaba que su fortaleza se debía a la solidez de una economía que irónicamente no ha podido crecer más allá de un 2% en los últimos tres años.

Así, el peso debe regresar a un nivel más consistente con la nueva normalidad monetaria. De esta forma, si el peso corrige toda la revaluación artificial que logró durante esos años de dinero barato y abundante, entonces su nueva paridad al mayoreo debería estar alrededor de 17.15 por dólar y cercana a 17.50 al menudeo. Por lo que no debería ser una sorpresa que las presiones cambiarias sigan impulsando la paridad de mercado hacia los 17.50 en los próximos dias.

La aceleración en el ritmo de depreciación ha sido el resultado de la confluencia de diferentes detonadores externos aunados a la pérdida de competitivad de los activos financieros en el país ante la resistencia de las autoridades a utilizar la tasa de interés como un segundo amortiguador de la tormenta financiera.

El alza anticipada de la tasa de interés no habría evitado la depreciación del peso, pero si hubiera suavizado su realineación hacia la nueva paridad de consistencia, evitando con ello los sobresaltos que se han dado y sobre todo podría haber ayudado a que los mercados no entraran en pánico como lo han hecho ante la pasividad monetaria.

 

Twitter: @AlfredoCoutino

*Nota.- Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deberían ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.

Alfredo Coutiño Alfredo Coutiño Economista por la UNAM, maestro en Economía por el ITAM y doctor en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Madrid. Es director para América Latina de Moody's Analytics, subsidiaria de la calificadora Moody's Corporation, desde 2005 en donde lidera el análisis, modelos y pronósticos para América Latina. Fue director de Ciemex-Wharton Econometrics.