La anatomía del mercado laboral mexicano

Los trabajadores mexicanos se fueron a festejar este largo fin de semana del primero de mayo con algunas satisfacciones y varios sinsabores a la hora de constatar la situación del mercado laboral y sus condiciones de trabajo.
7 Mayo, 2015
Pan, Circo y Pecunia

Los trabajadores mexicanos se fueron a festejar este largo fin de semana del primero de mayo con algunas satisfacciones y varios sinsabores a la hora de constatar la situación del mercado laboral y sus condiciones de trabajo. Diez realidades destacamos al diseccionar la anatomía del mercado de trabajo mexicano.

1. En primer lugar, y hablando de recreo, no hay muchos días de asueto como estos. Según un estudio de la consultora Mercer, México cuenta sólo con siete días feriados, lo que le convierte en el país con menos días festivos del mundo, en contraste con Colombia (18 días) y la India (16). Pero además, por ley, el trabajador no goza de muchas jornadas de vacaciones, que a su vez dependen de la antigüedad del trabajador en la empresa. Si la antigüedad es de un año de servicio, dispones de sólo seis días, los cuales se van incrementando en dos días más por cada año de antigüedad hasta alcanzar un máximo de doce. Después del cuarto año, el período vacacional aumentará en otros dos días por cada cinco años de servicio. Por tanto, y en comparación con otros países, el sistema es poco generoso con el mexicano en lo que se refiere a los días de descanso y esparcimiento.

2. Ahora bien, trabajo hay. La tasa de desempleo en México es de las más baja del mundo. Según la serie unificada, la tasa de desocupación en México se situó en marzo de este año en 3.9%. Y de acuerdo con los datos harmonizados de la OCDE, cuyo último dato disponible es de 2013, la tasa de México es la más baja de entre los países de esa organización, sólo superada por Corea, Japón, Austria, Noruega o Suiza. 

3. El por qué la tasa de desocupación es tan baja en México es motivo de debate. En las calles se suele decir que en México “quien quiere chambear, chambea”. Ahora bien, en relación a otros países, son pocos los individuos que quieren chambear. La población económicamente activa, es decir, aquellos individuos que están en edad de trabajar y que o bien están empleados o bien están día a día buscando un puesto de trabajo, es de menos del 60%, una de las más bajas de la OCDE. O lo que es lo mismo, más del 40% de la población que podría trabajar, prefieren mantenerse al margen del mercado laboral. Esa población se concentra sobre todo en jóvenes y mujeres, muchos de ellos apodados como “Ninis” (ni estudian ni trabajan). Por ejemplo, más del 47% de las mujeres jóvenes están fuera del mercado laboral, la tasa más alta de la OCDE después de Turquía. 

4. Más allá del nivel de desocupación, la mayor alegría para la sociedad mexicana es que tras varios años en los que la tasa de desempleo se resistió a bajar tras la Gran recesión de 2000-2009, por fin ha entrado en una tendencia descendente que la dirige a los niveles observados antes de la crisis. La tasa de 3.9% de la serie unificada es la más baja desde junio de 2008. En la serie desestacionalizada, la tasa se ubica en 4.2%, la menor desde octubre de ese mismo año.

5. La realidad en México, por tanto, es que hay trabajo; y que quien quiere chambear, chambea. Pero además, el que chambea, lo hace hasta la extenuación, durante muchos días y largas jornadas laborales. Así, más de un 45% trabaja seis días a la semana. En consecuencia, un 45.7% de los trabajadores mexicanos labora entre 35 y 48 horas a la semana, y un nada despreciable 28.5% trabaja más de 48 horas pese a que la ley mexicana establece un mandato de 48 horas como máximo por semana (ocho horas por seis días). El estándar internacional es que la semana de trabajo dure entre 40 y 44 horas. 

6. Pese a todos eso esfuerzos, ni los salarios ni las condiciones laborales han mejorado sustantivamente, y todavía hay una porción elevada de empleados que trabajan para ser pobres, que apenas ganan para sustentarse él y mantener a su familia. Según datos de Inegi, un 13.5% ingresa hasta un salario mínimo, un 24.2% obtiene más de un salario mínimo y hasta dos salarios mínimos, y un 22.2%, más de 2 y hasta 3 salarios mínimos. Además, un 7.4% de los trabajadores no percibe ingresos. En consecuencia, 33.5 millones de mexicanos, o un 67% de la población ocupada, no recibe ingresos o se embolsa hasta 3 salarios mínimo, que es equivalente a algo más de 5,000 pesos mensuales. El resultado es que muchas familias mexicanas que dependen de ellos no obtienen recursos suficientes para vivir dignamente. Es por eso que recientemente se ha planteado elevar el salario mínimo, si bien esa discusión se apagó con la caída del precio del petróleo. El Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza que elabora el Coneval, y que muestra la tendencia del porcentaje de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral, se ha venido deteriorando y cerró en un nuevo máximo en el cuarto trimestre del año pasado.  


7. Otra realidad es que quien chambea, lo hace sobre todo en el sector informal. De este modo, en torno al 58% de los trabajadores lo hace en dicho sector, si bien esa situación ha empezado a mejorar. La tasa de informalidad, aunque permanece muy elevada, ha venido descendiendo. Hace apenas un par de años, la tasa de trabajo informal se situaba por encima del 60%, lo que indica una migración de la informalidad a la formalidad. Otro indicio de esa tendencia a la formalidad es el aumento en el número de trabajadores inscritos en el IMSS: el año pasado se dieron de alta 715,000 personas, y ya alcanzan un récord de 17.3 millones. 

8. Aun así, el hecho de que mucho trabajadores se desempeñen en el sector informal lo expone a un elevado grado de inseguridad y lo excluye de ciertos derechos como las pensiones o la salud. De este modo, la proporción de empleados con acceso a instituciones de salud (pública o privadas) otorgada por su trabajo es muy baja. Al cuarto trimestre del año pasado, y según datos del Inegi, más del 63% de la población ocupada no tenía acceso a ningún tipo de institución de salud. 

9. La elevada informalidad también implica que el sistema de pensiones sea débil en México. Sólo un 35% de los trabajadores tiene cobertura a la seguridad social.  Además, el nivel de aportaciones obligatorias al ahorro para el retiro es de 6.5% del salario para trabajadores del IMSS, mientras que en otros países llega al 15%. 

10. Como el trabajador mexicano vive al día y no dispone de ahorro suficiente para afrontar su retiro, se ve obligado a ejercer durante casi toda su vida, hasta que ya es un anciano. Según datos de la OCDE, México es el país donde el hombre abandona más tarde el mercado laboral, con 72.3 años, comparado con un promedio de 64.2 años para todos los países de la OCDE.  Eso hace que la esperanza de vida una vez jubilado sea corta, de menos de 13 años cuando el promedio de la OCDE es que disfrute de 18.1 años más de vida. 

Por tanto, queda mucha brega por hacer en el mercado laboral mexicano con el fin de compatibilizar el trabajo con unas mejores condiciones laborales y de vida que le permita al trabajador sentirse realizado, vivir dignamente y poder disfrutar, después de años de esfuerzo, de un merecido y apacible descanso. 

INFOGRAFÍA

La tasa de desempleo en México es de las más bajas del mundo. Ahora bien, en torno a un 58% de la población ocupada trabaja en el sector informal, si bien en los últimos años se ha producido una reducción luego de rebasar el 61% tras la crisis de 2008-2009

 

FUENTE:INEGI

 

…además, el mexicano trabaja muchas horas a la semana. En torno un 45% de los trabajadores se desempeña seis días a la semana, lo que hace que un 45.7% labore entre 35 y 48 horas a la semana, y un 28.5% trabaje más de 48 horas …

FUENTE: INEGI

… aun así, el mexicano vive al día. El 63% de la población ocupada, o 33.5 millones, no reciben ingresos u obtienen hasta 3 salarios mínimos (algo más de 5,000 pesos al mes), lo que no le garantiza los recursos monetarios necesarios para mantener su sustento y el de su familia dignamente… 

FUENTE: INEGI

… entre la informalidad, lo que le excluye del sistema de salud y de pensiones, y los bajos ingresos que percibe durante su vida laboral, el trabajador mexicano no dispone de ahorros suficientes para su retiro, lo que le fuerza a trabajar hasta edades ancianas, disfrutando de pocos años de retiro en comparación con otros países de la OCDE

 

FUENTE: OCDE

 

 

José Miguel Moreno José Miguel Moreno Economista por la Universidad Autónoma de Madrid. Trabajó en la consultoría estadounidense Stone & McCarthy Resarch en Londres, Nueva York y México DF, realizando análisis para las economías de Europa y América Latina. En México fue director editorial de Infosel, así como consejero, columnista y jefe de análisis económico de El Semanario de Negocios y Economía . Además de conferencista, ha colaborado con T1msn, Invertia, Radio Intereconomía, O Estado de Sao Paulo y The Miami Herald, entre otros medios. Actualmente dirige “Llamadinero.com”, es asesor, colaborador de la revista Forbes México y profesor titular en la Facultad de Economía de la UNAM.