¿Tan mala es la caída de los precios petroleros para el gobierno?

1. EL AJUSTE NO PARA, LA LIQUIDEZ ESCASEA Y EL PESO SE DEBILITA ¿HARÁ ALGO BANXICO?
La apertura de este lunes podría dar un nuevo susto a los mercados financieros del mundo después de lo que se está viendo en Asia. El ‘factor coronavirus’ está yendo más lejos de lo previsto, la economía china ha resentido los estragos más allá de lo previsto, y las divisas siguen cayendo en las primeras horas en Asia; principalmente las monedas de economías emergentes, incluido el peso mexicano.
La falta de liquidez es el mayor problema. Ahora los ojos están puestos en los bancos centrales y la posibilidad de que inyecten liquidez a los mercados (que no se descarte que los mercados reaccionen positivamente ante la expectativa de una reacción favorable de los bancos centrales).
No hay que olvidar que la caída de la semana pasada, ha sido la más rápida de la historia y eso podría detonar una reacción sincronizada de los bancos centrales; amén de que se esperan nuevas rondas con reducciones en las tasas de interés, comenzando por la Reserva Federal.
A las 19:30 hrs (centro MEX) del domingo, el peso se deprecia 1% frente al dólar (19.8424) esperando la apertura del lunes. Habrá que estar atento a la reacción de los miembros de la Junta de Gobierno del banco central a una coyuntura global como ésta.
2. ¿QUÉ TAN MALA ES LA CAÍDA DE LOS PRECIOS PETROLEROS?
Los precios del petróleo siguen dramáticamente a la baja. El viernes pasado, último día hábil de febrero, la mezcla mexicana cerró en 39.76 dólares; el precio más bajo desde junio de 2017; hace 32 meses.
La pregunta que muchos se hacen es si esta caída será efectivamente un duro golpe para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador o –todo lo contrario- quizá hasta le favorezca. Y es que el quid está en que México ya no es una economía petrolizada, como antaño.
Vea esto: Por un lado, las pérdidas por las exportaciones de hidrocarburos están limitadas, parcialmente, por las coberturas petroleras que compró Hacienda para detener pérdidas por debajo de los 49 dólares por barril. Pero, por otro lado, no hay que olvidar que México es un comprador neto de gasolinas (y de petrolíferos en general). De cada 10 litros de gasolinas consumidas, entre 7 y 7.5 litros son compradas de refinerías del exterior, principalmente de Estados Unidos.
Si el precio del petróleo va a la baja, los precios de las gasolinas (y del gas, diésel; entre otros petrolíferos) que se compra en el extranjero también. Así que si se aplica la regla de que la caída de los precios petroleros impactaría en alrededor de 55-60% a la baja en los precios de las gasolinas, pues resulta que, en la suma neta, al gobierno de López Obrador no le iría tan mal con la caída de los precios del crudo.
Tampoco hay que olvidar que la balanza petrolera tuvo un déficit de más de 21 MMD en 2019, con importaciones por más de 47 MMD. Y –por si lo anterior fuera poco- los precios de venta de las gasolinas al interior del país no bajan con la caída de los precios del petróleo. Pura ganancia.
Así que con todo eso, no es descabellado pensar que la baja de los precios petroleros hasta le daría una ‘ganancia neta’ al gobierno. ¿Qué tal?
