Prueba Enlace ¿Quién se equivoca Mitra o Chuayffet?

Al darse a conocer los resultados, las comparaciones ubican el aprendizaje de materias básicas en México en el sótano frente a países como Finlandia que cuya economía avanza más rápido que la nuestra y con mejores resultados.

Los silogismos, entonces, son obligados. México no crece porque su productividad es mínima y es claro que la educación tiene mucho que ver en ello.

En el aprendizaje de las matemáticas (sobre todo el razonamiento lógico, planteamiento de escenarios y la resolución de problemas), en lectura y comprensión, en ortografía, en historia universal, simplemente, estamos a la zaga y los resultados de PISA así lo demuestran.

Sin embargo, en toda regla hay excepciones y en México también.

Por ejemplo, una escuela privada al sur de la Ciudad de México ganó el primer lugar en enseñanza a nivel América Latina para el cuarto grado de primaria. Poco se ha publicado al respecto. El colegio Yaocalli obtuvo este reconocimiento gracias al trabajo en equipo de esa institución, a la innovación intra muros de los programas de estudios pero sobre todo a la devoción por la educación de sus profesores. Otro caso es el de la ya famosa “Niña Jobs”, Paloma Noyola, que saltó a la fama luego de que la revista Wired, con un titular vendedor, quiso demostrar que los genios “están en todas partes”, incluso en México. En realidad, el texto del reportero Joshua Davis en Wired demostró que el esfuerzo individual del profesor Sergio Juárez Correa, quien a través de internet entró en contacto con el académico Sugata Mitra, profesor en la universidad británica de Newscastle –un experto en tecnologías de la educación-  para explorar nuevas maneras de enseñanza  en una pequeña escuela pública de la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, en donde la violencia y el crimen organizado ha causado serios estragos en la población.

El profesor Juárez Correa aprendió de Mitra los principios básicos de su metodología SOLE (Self Organized Learning Environments), que básicamente pone en tela de juicio todos y cada uno de los paradigmas que han determinado durante los tres últimos siglos los métodos de enseñanza en Europa.

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Para Mitra, nacido en la India, simplemente no hay sistemas de enseñanza buenos o malos, para él ese es un enfoque incorrecto que lejos de ayudar pone en jaque cualquier avance posible. Simplemente, dice el maestro de la Universidad de Newscastle, los sistemas educativos son obsoletos y están produciendo millones de estudiantes que estarán listos para trabajos de escritorio pero no para la innovación. Crear una escuela pero sobre todo sistemas de aprendizaje ligados con la tecnología simplemente sedujo al profesor mexicano de la pequeña escuela de Matamoros que logró resultados excepcionales en la prueba Enlace, el programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP), diseñado para medir el avance en el aprendizaje de los estudiantes.

Sin embargo, ahora sabemos que en diciembre pasado, la SEP que encabeza el político Emilio Chuayffet decidió cancelar la prueba Enlace , que se aplica a nivel nacional, debido a que –se argumentó– se buscará mejorarla y evitar los vicios y problemas de falsificación generados durante los años en los que se aplicó.

En redes sociales, movimientos como Mexicanos Primero impugnan esa decisión y difunden el mensaje #SíEnlace2014 y #Enlace. En 2014 no se aplicará esta evaluación, en el año de la reforma al sector educativo no sabremos cómo están nuestros estudiantes y hacia dónde debe caminar el esfuerzo de rediseño de los programas académicos que deberían ser resultado de la transformación laboral –basada en resultados– impulsada para el sector académico.

En la residencia oficial de Los Pinos, en donde los estudios de opinión que conoce de primera mano Aurelio Nuño, quizás pulsaron el efecto negativo sobre la percepción respecto al gobierno de Enrique Peña Nieto, cada vez que los resultados de la prueba Enlace no sólo revelan las deficiencias del sistema educativo sino los problemas que exhibe la sociedad mexicana: niños que regresan solos del colegio porque sus padres (ambos) deben trabajar para cubrir los gastos. Aquí en México, el uso de la tecnología prolifera pero, a contracorriente del sueño de Mitra, porque la “nube” se usa y mucho, cada día más y más mexicanos cuentan con un smartphone, con una computadora, con un dispositivo móvil; sin embargo, no se trata de un uso y consumo dirigido a la educación sino, en la mayoría de los casos, a alimentar problemas de dispersión que nos alejan de la productividad.

Por eso decimos: Sí a la prueba #Enlace y sí a las políticas públicas que reconocen los problemas y que, sin importar el marketing político, los asumen y buscan resolverlos. Esconder que no somos buenos en matemáticas, sólo evitará que también dejemos de conocer casos aislados que demuestran que en educación, la innovación es el camino.