Salario digno

Ante el miedo de causar inflación, la tecnocracia actual nos ha llevado al extremo anterior.
23 Octubre, 2018
Trabajadores de la industria textilera en México
Trabajadores de la industria textilera en México
Pulso Económico

Un salario mínimo demasiado elevado no puede cumplir su cometido. Termina funcionando como control de precios; crea escasez y termina perjudicando justamente a los que trata de proteger. Si fuera lo contrario, observaríamos salarios mínimos elevados en prácticamente todos los países.

Así fue el caso a fines de los setenta y en los ochenta. Por ejemplo, no había hogar que pagara un salario mínimo (SM) a una persona que realizaba servicios domésticos remunerados; el pago no llegaba ni siquiera a la mitad de un SM. Más del 35 por ciento de la población ocupada ganaba un SM o menos y la tasa de desempleo abierto era bastante más elevada. Este fue el extremo del populismo.

Sin embargo, lo mismo sucede cuando el SM es demasiado bajo. Funciona como instrumento para crear empleo precario, que paga menos de lo que se necesita incluso para sobrevivir. Crea condiciones de pobreza extrema y empleos que carecen de sentido humano. Fomenta la informalidad, obligando a una parte significativa de la población a vivir sin acceso a servicios de salud, sin pensión, sin vivienda digna y sin acceso a una alimentación mínima.

Así es el caso actual. Por ejemplo, no hay hogar ahora que puede contratar a una persona para que realice servicios domésticos remunerados pagando el SM; el pago mínimo ahora es casi tres veces (aunque depende de la colonia) el SM actual. Ante el miedo de causar inflación, la tecnocracia actual nos ha llevado al extremo anterior.

Lo que necesitamos es un SM que toma en cuenta los umbrales delineados por el Coneval, de tal forma que sea un salario digno que permite a una familia alimentarse bien y proveer los mínimos de bienestar a los integrantes del hogar. Un empleo que paga menos de eso no debería existir; no solamente contradice la Constitución sino va en contra de lo que debería ser la naturaleza humana.

 

Lo que necesitamos es un SM que toma en cuenta los umbrales delineados por el Coneval, de tal forma que sea un salario digno que permite a una familia alimentarse bien y proveer los mínimos de bienestar a los integrantes del hogar.

 

Para mí, no hay duda de que tenemos que subir el SM. La clave es cómo subirlo, sin crear desequilibrios o más problemas de los que queremos solucionar. Necesitamos buscar la forma prudente, de tal forma que nuestra economía lo pueda absorber en forma eficiente. Me gustó como lo describió Ricardo Becerra: ni tecnocracia ni populismo.

No obstante, no se trata solamente de elevar el poder adquisitivo del SM a un nivel digno, sino también una vez logrado, mantenerlo. Esto no debería ser mediante aumentos continuos que pudiera volver a crear los círculos viciosos de mayor inflación de antaño, sino mediante la conservación del poder adquisitivo de toda la población que resulte de una verdadera estabilidad de precios.

 

@JonathanHeath54

Jonathan Heath Jonathan Heath Jonathan Heath tiene acumulado más de 35 años de experiencia en el análisis de la economía mexicana y sus perspectivas, tiempo durante el cual fue el Economista Principal de México para varias instituciones financieras globales y consultorías internacionales. Ha sido profesor en siete universidades, siendo la última, la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, donde fue profesor visitante de tiempo completo de 2014 a 2016. Los cursos que más ha impartido son relacionados a la economía mexicana, su historia y sus perspectivas. Como fruto de su experiencia en el tema, ha recibido invitaciones como conferencista en más de 30 universidades en México y en Estados Unidos. A mediados de 2010 Jonathan fue investigador invitado en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), donde escribió el libro, “Lo que Indican los Indicadores: cómo utilizar la información estadística para entender la realidad económica de México”. A partir de este libro, fue invitado por el Foro Educativo del Museo Interactivo de Economía (MIDE) a formar el “Diplomado en Indicadores Macroeconómicos de Coyuntura de México”, del cual es actualmente el Coordinador y Profesor en su sexta edición. Vale mencionar que el libro es actualmente texto obligado en la mayoría de las universidades del país. Sus artículos, ya más de dos mil, han aparecido en más de 60 periódicos y revistas, tanto en México como en el exterior. Tiene una columna regular en la sección de Negocios del periódico Reforma desde 1995, que se reproduce en El Norte y varios periódicos más. A través de su carrera como economista, ha dado conferencias sobre las perspectivas de la economía mexicana y América Latina en más de veinte países. También es comentarista frecuente en radio y televisión.