Si sigues cansado luego del fin de semana es porque lo estás desaprovechando

3 Julio, 2017 Actualizado el 3 de Julio, a las 10:36
Comienza el lunes y seguimos cansados, pero ¿por qué?
Comienza el lunes y seguimos cansados, pero ¿por qué?
Arena Pública

Nuevamente es lunes y, a pesar de que tuvimos un fin de semana cargado al descanso, de que no salimos de excursión ni nada parecido.

A pesar de que nos pasamos el sábado y domingo viendo series y con suerte nos desplazamos entre la cama y el sofá, al volver al trabajo seguimos sintiendo que estamos agotados y que, más que un fin de semana, lo que necesitamos son unas largas vacaciones para recargar energías.

 

¿Será que estamos descansando mal?

Si buscas en Google "¿Cómo descansar el fin de semana?" te vas a encontrar con centenares de artículos que hablan sobre este tema y eso es un indicador claro de que el cansancio vital es un tema que nos preocupa transversalmente como sociedad occidental contemporánea.

Por esta razón, hemos decidido investigar al respecto y darte algunas luces sobre cómo aprovechar mejor tus ratos de ocio para que recargues las pilas y puedas enfrentar mejor tu semana.

 

Desvelos y fiestas

Muchos estamos abrumados por los problemas laborales, económicos y familiares. Por esta razón, llega el viernes y lo primero en lo que pensamos es ¡cerveza!

El viernes a medio día ya comienza a sonar el Whatsapp con los amigos entusiastas que están organizando la fiesta.

Es un hecho que necesitamos divertirnos, así que nos arrojamos sin culpa a la borrachera. Ya veremos cómo nos reponemos de la cruda durante el sábado y el domingo.

Lo anterior tiene su lado bueno y su lado malo. Lo bueno es que socializar nos ayuda a mejorar nuestro sistema inmune, nos aleja de la depresión y hace que el tiempo pase más lento.

Sin embargo, lo maltratado que dejamos nuestro cuerpo con el cansancio del desvelo, la deshidratación y los problemas gastrointestinales que deja la resaca nos hacen cansarnos el doble.

El dolor es muy cansador en términos generales. Por esta razón, te podemos recomendar que comiences la fiesta más temprano.

Nadie te dice que no bebas. Solo que le des tiempo a tu cuerpo de reponerse con un buen sueño, que no te haga perder uno de tus días de fin de semana, durmiendo hasta las tres de la tarde.

Eso te hace cambiar tu horario y volverlo a ordenar también es un esfuerzo extra.

 

Ten una afición

Uno de los factores que más nos desmoraliza del trabajo es que ocupamos nuestro tiempo para que otros ganen, para que la empresa surja, para lograr objetivos ajenos.

Nuestra identidad no aparece y sólo somos funcionales a un engranaje que nos provee estabilidad, pero muy poco de gratificación personal.

Por eso, tener un pasatiempo o algo que te apasione es una gran idea ya que ocuparás parte de tu tiempo libre en algo que será gratificante para ti. Sentirás que, al menos una vez por semana, algo de lo que haces es tuyo, para tu realización personal.

Así tendrás un objetivo y más estímulos para hacer bien tu trabajo y lo usarás como un medio y no como un objetivo que no tiene sentido.

Idealmente busca un pasatiempo que puedas compartir ya que se ha demostrado que interactuar con personas a través de las redes sociales no tiene el mismo efecto que la socialización presencial.

 

Dedica tiempo en la semana a los quehaceres

Hemos dejado la vida en el trabajo y nuestra casa ha quedado abandonada. El día sábado, cuando te levantas, a medida que recorres tu casa te vas dando cuenta de que pareciera que el demonio de Tasmania a celebrado su cumpleaños.

Hay ropa por todos lados, la cocina es un chiquero, en el baño se acumuló la ropa sucia y lo que menos querías era pasar tu tiempo de descanso fregando y barriendo. Por eso, dedícale 30 minutos diarios al orden. No es demasiado tiempo.

Es más, puedes hacer una lista en tu reproductor favorito de música con 10 canciones que te gusten y te den ánimo. Durante ese tiempo ordena lo que puedas y cuando se acabe la música te detienes.

Así moverás un poco el esqueleto (puedes verlo como una forma productiva de hacer algo de ejercicio), escucharás lo que te gusta (con todos los beneficios que trae la música), ocuparás muy poco de tu tiempo en algo beneficioso para todos (si vives en familia) y cuando llegue el fin de semana no tendrás que perder un día completo en solucionar los desastres de la vida cotidiana.

 

Otros consejos

Intenta desenchufarte un poco: no es bueno estar siempre pendiente del ordenador o del teléfono. Si bien, ahí concentras tu vida social, en ese mismo lugar encuentras señas de tu trabajo. Aunque no abras el correo, siempre está presente y de forma invasiva tu empleo y, parte de tus pensamientos, migran hacia lo que tienes pendiente y te estresas.

Juega: Estamos acostumbrados a movernos por objetivos. Hacemos deporte para vernos mejor y estar más saludables, salimos de casa para ir a trabajar o a estudiar, dejamos de comer para bajar de peso. Si lo que quieres es relajarte y descansar, no busques en tus actividades otro "para" que no sea el de la diversión. 

No comas en exceso: Una de las cosas maravillosas del fin de semana son las comidas en compañía, en un plato, sentados y con sobremesa. Nada de potes plásticos y aspirar la comida. Por eso, generalmente las comidas de fin de semana son excesivas. Lo malo es que estos festines sólo te traen culpa posterior y bajar lo que comiste sólo te trae más estrés.

 

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