El quinteto del Banco Central: El poder de su independencia a prueba

Cinco hombres discuten y toman decisiones respecto de cuánto dinero circulará por todo el territorio nacional y, por lo tanto, a qué precio
21 Julio, 2016 Actualizado el 21 de Julio, a las 18:27
Pero a pesar de la importancia e influencia de sus decisiones, su popularidad es inversamente proporcional al peso de su mandato constitucional.
Pero a pesar de la importancia e influencia de sus decisiones, su popularidad es inversamente proporcional al peso de su mandato constitucional.
Arena Pública

Cinco hombres deciden el costo del dinero en México.

Sus decisiones no pasan desparcibidas para los bolsillos de casi 30 millones de familias del país.

Y es que este quinteto  -que conforma la llamada Junta de Gobierno del Banco de México- discute y toma decisiones respecto de cuánto dinero circulará por todo el territorio nacional y, por lo tanto, a qué precio. Decisiones que influyen sobre el poder de compra de más de 60 millones de mexicanos que forman parte de la población en capacidad de trabajar.

Pero a pesar de la importancia e influencia de sus decisiones, su popularidad es inversamente proporcional al peso de su mandato constitucional.

Ellos, Agustín Carstens, Roberto del Cueto, Javier Eduardo Guzmán, Manuel Ramos Francia y Manuel Sánchez, se reúnen –con puntualidad británica- todos los días a las 11 de la mañana- para evaluar las condiciones económicas en todos los rincones del país.

Su ejército de analistas económicos, estadísticos y encuestadores que tienen a disposición, no tiene igual en México. Son los que le toman el pulso financiero, económico, y hasta político, a la nación prácticamente en tiempo real. Así que el detalle de la información que recibe este quinteto, es privilegiada.

Incluso la flota de transporte aéreo a su disposición para enviar los billetes y monedas a todos los rincones del país, es una de las más eficientes y de las mejor resguardas. Siempre –como todo lo que hacen- es sigilosamente planeado.

Recientemente este quintento desafió los pronósticos que apuntaban a que las condiciones económicas del país no eran adecuadas para incrementar la tasa de interés base, el precio al que el Banco de México le vende dinero a los bancos comerciales –llamada tasa Objetivo. La sorpresa fue que la Junta de Gobierno decidió subirla en 0.50 puntos porcentuales, hasta 4.25%.

Antes que doctores en economía de Yale y Chicago, los defensores del poder adquisitivo de la moneda nacional –como reza la Constitución- son personas con relaciones, presiones y círculos de influencias. No son superhéroes de las historietas, inmunes al canto de las sirenas, o a cometer errores que luego deben corregir.

Ni siquiera las reuniones a puerta cerrada en el antiguo y elegante edificio del Banco Central en la esquina de Lázaro Cárdenas y Cinco de Mayo que ocupan, evitan que los antecedentes y los círculos sociales de estos cinco hombres influyan en sus decisiones sobre la política monetaria.

Su buena relación con los banqueros más influyentes del país y su experiencia en macroeconomía y en asuntos de la administración financiera son dos denominadores comunes que se revelan luego de una somera revisión a las trayectorias de los miembros de esta Junta en la que, por cierto, parece no caber la equidad de género. Nunca una mujer ha formado parte del quintento financiero más poderoso del país.

Es evidente que el contacto entre el gobernador de la Junta y de los cuatro subgobernadores con los banqueros del país es frecuente. Son sus clientes, sus termómetros y sus proveedores. Es infaltable su presencia en la Convención Bancaria, la reunión anual más importante para la poderosa comunidad financiera congregada en la Asociación de Bancos de México (ABM).

Desde que Carstens gobierna el banco central han liderado la ABM dos presidentes de BBVA Bancomer, Ignacio Deschamps González y Luis Robles Miaja; un director general de Banamex, la subsidiaria de Citi, Javier Arrigunaga y un director general del banco Bx+, Jaime Ruíz Sacristán, quien actualmente preside la Bolsa Mexicana de Valores.

Agustín Carstens llegó al Banco de México de la mano del presidente Felipe Calderón. El ex presidente del Partido Acción Nacional primero lo nombró Secretario de Hacienda y posteriormente gobernador del Banco Central. Antes, fue subsecretario de Hacienda, al mando de Francisco Gil Díaz, durante la administración de Vicente Fox.

Las relaciones de Carstens han cruzado las fronteras mexicanas. Por seis años el gobernador trabajó para el Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2011 declaró su aspiración a presidir el organismo mundial. Su último cargo en el FMI fue la presidencia del Comité de Desarrollo que lideró de 2007 a 2009. Actualmente preside la Reunión de Economía Global del Banco de Pagos Internacionales.

 

Los subgobernadores

El abogado Roberto Del Cueto es el subgobernador mejor relacionado con los banqueros. Su larga experiencia, primero en el Banco de México y, luego, al servicio de cuatro de las grandes instituciones financieras del país, le llevaron a ocupar una de las cinco sillas de la Junta.

En Scotiabank colaboró como presidente del Comité de Riesgos y Auditorías entre 1999 y 2006, justo antes de convertirse en subgobernador.

En Banamex trabajó durante cuatro años, ocupó la dirección general adjunta y luego la dirección general entre 1994 y 1998. A Del Cueto le tocó sujetarse a las decisiones del empresario Alfredo Harp Helú, que en ese tiempo presidia el consejo de administración del mayor banco privado del país. El primo hermano del magnate Carlos Slim, es actualmente presidente honorario de Banamex y de diversos fondos de inversión.

Precisamente los analistas de Banamex y Scotiabank se contaron entre la minoría a favor de que la Junta de Gobierno incrementara la tasa Objetivo. En la opinión de estos bancos había condiciones económicas adecuadas en el país para que se tomara esa decisión. La relación del subgobernador con los banqueros se afianzó a su paso por la Asociación de Bancos de México, donde ejerció como vicepresidente.

Del Cueto es también afín a la comunidad itamita. Antes de ocupar su posición en el banco fue director de estudios de Derecho Privado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el alma máter de algunos de los miembros del actual gabinete, como el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. El ITAM es presidido por el tercer hombre más rico del país, Alberto Baillères, propietario de Grupo Bal.

Pero, sin duda, que Roberto del Cueto es el miembro del quintento más cercano al gobernador Carstens. Del Cueto acompañó, paso a paso, el crecimiento profesional del ahora gobernador durante su larga carrera al interior del Banco Central desde la dirección jurídica, pero –sobretodo- desde la amistad que los unió con Miguel Mancera Aguayo, el primer gobernador que tuvo el Banco de México desde que se declarara constitucionalmente autónomo en 1993.

El regiomontano Manuel Sánchez González es otro que construyó su carrera entre banqueros.

Trabajó por 16 años para BBVA-Bancomer, hoy presidido por Luis Robles Miaja, el líder de la ABM, y su ingreso al Banco Central se dio para ocupar la posición que dejara Everardo Elizondo, otro regiomontano y ex economista en jefe de BBVA Bancomer. Sánchez González fue incluso también director del área de análisis, la misma que se posicionó en contra de que el Banco Central incrementara la tasa de referencia en junio pasado.

El subgobernador tiene vínculos con Los Sada, la millonaria familia norteña propietaria de Grupo Vitro y Grupo Industrial Alfa. Antes de laborar en Bancomer y de ingresar a la Junta de Gobierno -en mayo de 2009- Manuel Sánchez trabajó como economista en jefe para estas empresas.

Las relaciones de Sánchez se extienden al ámbito académico. El subgobernador fundó y preside la asociación Amigos de la Universidad de Chicago, institución donde estudió la maestría y el doctorado en economía, y universidad en la que también estudió el gobernador Agustín Carstens.

Las influencias de Javier Eduardo Guzmán Calafell provienen principalmente de su experiencia con organismos financieros internacionales. Guzmán ha sido asesor en el Fondo Monetario Internacional, director general del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos y también fue asesor del ex presidente Ernesto Zedillo en temas sobre el Financiamiento para el Desarrollo que organizó la ONU.

Guzmán Calafell es el único del quinteto egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, con maestría en Yale. Junto a Roberto del Cueto, es el miembro de la Junta más cercano al gobernador Carstens.

Manuel Ramos Francia es uno de los económistas técnicamente mejor dotados del quinteto. Doctorado en Yale y ex alumno del ITAM, es de los caracterizados como ‘halcones’ del quintento –junto a Manuel Sánchez- aquel apelativo que se les impone a quienes defienden con todo el objetivo de inflación del banco central; sin miramientos.

Formado en el Banco Central y con la mitad de su trayectoria laboral transcurrida en el organismo, fue asesor de la Junta de Gobierno y durante 8 años fue director general de Investigación Económica; una posición de alta influencia en las decisiones del Banco de Mexico. Su relación con Hacienda fue muy destacada, como el economista en jefe de la Secretaría, en su calidad de asesor del Secretario y como Subsecretario de Ingresos.

De carácter áspero, Ramos Francia es, junto a Carstens, miembro de la Junta de Gobierno con una trayectoria exclusiva en el sector público mexicano.

Ahora el poderoso quintento vive uno de sus momentos más complejos. La profundidad de la incertidumbre global y las presiones en las finanzas públicas son asuntos que han agobiado sus decisiones.

La fuerte embestida que el dólar le ha dado al peso en el último año ha puesto de relieve, nuevamente, la importancia y el carácter de cada uno de los miembros de la Junta de Gobierno. De qué están hechos y quiénes les rodean.

El tiempo confirmará si sus decisiones se dejaron vencer por el peso de sus relaciones políticas y públicas, o si ejercieron aquella independencia impresa en la Constitución y en su propia ley que les obliga atender, por encima de todo, la estabilidad del poder de compra de los mexicanos.

 

MÁS INFORMACIÓN: Sube a 4.25% tasa de referencia, Banxico cede a las presiones del mercado, Arena Pública, 30 de junio de 2016.