¿El Senado se compromete con la austeridad? ¡Sí, ya no habrá bocadillos!

Los senadores del país publicaron una larga lista de medidas de austeridad... retóricas, en las que no se comprometen a reducir un peso su presupuesto anual
22 Febrero, 2016 Actualizado el 24 de Febrero, a las 09:05
En sus lineamientos de austeridad para 2016, los senadores recomendaron apagar las luces “que no estén siendo utilizadas”, revisar las instalaciones sanitarias a fin de detectar fugas, o evitar fotocopiar “publicaciones completas, como libros”
Arena Pública

Los senadores del país decidieron no recortar un peso a su presupuesto anual.

Pero eso sí, emitieron una larga lista de lineamientos de racionalidad y austeridad presupuestaria para este año, que no solo no reduce en lo más mínimo su gasto anual, sino que tampoco concreta acciones específicas de ahorro alguno.

Es decir, retórica pura.

Estos lineamientos se publicaron en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el sábado 19 de febrero en el que acordaron establecer “las disposiciones y medidas administrativas dictadas por los órganos de gobierno, con el objeto de racionalizar el gasto destinado a las actividades administrativas y de apoyo de la Cámara de Senadores”.

Sin embargo los 23 acuerdos que conforman estos Lineamientos de Racionalidad y Austeridad Presupuestaria 2016, prácticamente es una larga lista de reiteraciones sobre una buena administración de los bienes y servicios que presta el Senado de la República, de buenas intenciones, y de algunas –escasas- acciones concretas. De reducción del gasto, nada.

 

Los gastos se sujetarán a las normas

Un ejemplo de obviedad es el primer lineamiento de la Cámara de Senadores ante la tan prometida austeridad en el sector público: “El ejercicio del gasto se hará con estricto apego a la ley y normas aplicables, así como a la transparencia y rendición de cuentas. Los ingresos, las erogaciones y los inventarios de bienes se registrarán conforme a las reglas de contabilidad gubernamental y con el comprobante oficial correspondiente que cumpla con los requisitos fiscales establecidos”.

Y a partir de allí, los lugares comunes sin concretar en nada, son la tónica del documento publicado en el DOF.

“El ejercicio del gasto se ajustará a los montos autorizados en el presupuesto anual, salvo las adecuaciones presupuestarias aprobadas por la Comisión de Administración, aplicándose la normatividad vigente”, dice el lineamiento tercero del ejercicio presupuestario.

“Los gastos operativos se limitarán a los mínimos indispensables, sin afectar el trabajo legislativo”, se lee en el sexto lineamiento.

En materia de servicios personales, el acuerdo del Senado para racionalizar el gasto redunda sobre la misma retórica, sin mayor compromiso.  “La contratación de personal y de prestadores de servicios profesionales, así como el ejercicio presupuestario de las partidas destinadas para este fin, deberán sujetarse a la normatividad, plantillas, tabuladores autorizados y, en su caso, al monto presupuestario aprobado”, dice el segundo lineamiento del artículo séptimo.

O el sexto, que también llama a cumplir con lo ya aprobado: “ La contratación de prestadores de servicios profesionales, con cargo a la partida de honorarios, deberá sujetarse a los techos presupuestarios autorizados, conforme a los requerimientos del trabajo legislativo y a los servicios de apoyo que se determinen”.

 

Se recomienda “apagar las luces”

Cuando se trata de la administración y proyectos de los recursos materiales, los lineamientos de austeridad del Senado son risibles. Los dos primeros lineamientos dicen a la letra:

“I. Las adquisiciones de bienes deberán efectuarse con apego a la normatividad vigente, procurando consolidarlas con el objeto de lograr mejores condiciones de calidad, oportunidad y precio.

II.     El área administrativa podrá celebrar contratos multianuales de adquisiciones, arrendamientos y servicios, siempre y cuando representen mejores términos y condiciones respecto a los de un ejercicio fiscal, en el entendido que el pago de los compromisos de los años subsecuentes quedará sujeto a la disponibilidad presupuestaria que se autorice en cada ejercicio fiscal, conforme a lo previsto por el marco normativo aplicable”.

Y luego se enlista una larga serie de “recomendaciones” sobre el uso prudente en el uso del fotocopiado, del agua potable y de la energía eléctrica. Se recomienda apagar las luces “que no estén siendo utilizadas”, revisar las instalaciones sanitarias a fin de detectar fugas, o evitar fotocopiar “publicaciones completas, como libros” (lo cual es ilegal, por cierto).

En materia de comunicación social, los lineamientos del Senado se limitan a repetir el deber ser, sin ninguna reducción presupuestal efectiva: “Los gastos de comunicación social y del Canal del Congreso, se apegarán a las directrices que establece la Mesa Directiva, bajo criterios de racionalidad y con apego a la normatividad e impacto de resultados. La erogación a que se refiere este apartado deberá reducirse, sin afectar la difusión del trabajo legislativo”.

El tono retórico del acuerdo es el mismo cuando se trata de viajes, viáticos y servicios de alimentación a los senadores y sus equipos; así como gastos operativos en general. Los compromisos efectivos con la austeridad brillan por su ausencia.

Quizá, un acuerdo concreto es el que destaca: Que en los foros, simposios, exposiciones y eventos en general en el Senado, ya no habrá vino de honor, ni bocadillos.

 

MÁS INFORMACIÓN: Lineamientos de Racionalidad y Austeridad Presupuestaria 2016; Senado de la República, XLIII Legislatura. Publicado en el Diario Oficial de la Federación, 19 de Febrero de 2016