Tixtla, tan cerca de la peste y tan lejos de Banobras

Armando Morales, habitante de Tixtla, en Guerrero, narra que el agua que utilizan es la que compran a las diferentes compañías, porque recibir agua del municipio tarda entre 10 y 15 días
18 Diciembre, 2015 Actualizado el 18 de Diciembre, a las 11:50
Armando Morales, habitante del municipio de Tixtla, Guerrero, narra las pericias que realiza todos los días para abastecerse de agua.
Armando Morales, habitante del municipio de Tixtla, Guerrero, narra las pericias que realiza todos los días para abastecerse de agua.
Arena Pública

Tener agua potable puede ser un calvario en no pocas comunidades del país.

En la comunidad de Tixtla, Guerrero, la gente espera de 10 a 15 días para recibir agua de parte del municipio, la cual “sigue siendo sucia y con olores fétidos, la mandan como si fuera lodo”,  describe Armando Morales habitante de este municipio.

Yo siento que a las autoridades tanto locales como federales no les interesa solucionar el problema del agua potable porque saben que sería desembolsar una buena cantidad de dinero, pero de que se han hecho las gestiones ante ellos, se han hecho, añade Armando quien ha vivido siempre en esta comunidad.

Detalla que el agua que beben es la que compran a las diferentes compañías y cuesta entre 11 y 12 pesos por un garrafón de 20 litros. “Un gran negocio, esa agua la ocupa la gente normalmente para bañarse y lavar la ropa”.

En lo que fue la tierra que vio nacer al héroe Vicente Guerrero y  al poeta Ignacio Manuel Altamirano, el agua se puede encontrar a dos metros de la superficie de la tierra.

“Uno escarba y la encuentra, entonces muchos vecinos prefieren hacer su pozo, ellos utilizan un barreno, es una broca grande de unas 10 a 15 pulgadas; la entierra, perfora y hacen el pozo y de ahí extraen el agua, que está en buenas condiciones, sólo que no está tratada. La mayoría de los ciudadanos tienen sus pozos”, relata.

¿Es caro hacer un pozo? Se le pregunta.

"Alrededor de unos 3 mil a 4 mil pesos es lo que cobran por hacerlo. El gobierno local no dice nada porque entre más le ayudes, mejor"

"Otra alternativa que tenemos es que se vende el agua de las pipas que cobran un promedio entre 200 a 300 pesos, depende de la capacidad de la pipa"

“Yo aplico todos los recursos: tengo un pozo, compro pipas, compro rotoplas para reunir agua y por lo menos alcance para unos 15 días. El agua del pozo y la que manda el municipio la ocupo para lavar los trastes, ropa y el baño; mientras que la de tomar sólo la de garrafón”, dice en tono de desaliento Armando.

 

Guerrero no es prioridad

De acuerdo con la página oficial de Banobras, esta institución ofrece créditos, entre otras áreas, para sectores como agua y alcantarillado, drenaje y electricidad con la finalidad de apoyar el desarrollo de obras de infraestructura que generen beneficios sociales para la población.

En ese sentido, Guerrero es el peor estado en el tema de agua potable, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

A nivel local la respuesta no varía mucho. Gildardo Cortés Peralta, delegado de Banobras en Guerrero acepta que no han tenido dinero para invertir y que es una cuestión de prioridades por parte del gobierno federal.

El funcionario espera que para antes de que termine el presente año puedan tener los primeros recursos; sin embargo, destaca que algunos presidentes municipales “no se dejan ayudar, por cuestiones políticas, piensan que se las van a cobrar. Falta mucha cultura de la banca de desarrollo”.

Se buscó a las autoridades centrales de Banobras, pero no se obtuvo respuesta para conocer su postura.

 

Sí hay dinero, pero no lo piden

En contraparte a la falta de recursos, Flavia Rodríguez, directora general de la consultora Aregional, destaca que no hay pretextos por parte de los gobiernos locales para cumplir con su trabajo de ayudar a las comunidades más marginas.

Y es que -explica- existe un programa en Banobras que se hace para fines muy específicos de infraestructura social, se llama Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS).

Y de acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, los municipios y los estados pueden solicitar por adelantado el 25% de los recursos que se les va a dar en un año, incluso al inicio de una administración pueden pedir que se adelante el 75% de estos recursos con descuentos futuros de 25% cada año.