Dilma Rousseff en un tobogán. Crecen dudas de que termine su gobierno

El caso de corrupción en Petrobras, la desaceleración económica de Brasil y la baja popularidad hacen que el apoyo que recibió cuando comenzó su primer mandato se haya diluido y que su actual administración se tambalee
9 Julio, 2015 Actualizado el 9 de Julio, a las 14:28
Rouseff, con mucho por hacer hasta 2018
Rouseff, con mucho por hacer hasta 2018
Arena Pública

La continuidad de la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, está en riesgo debido a la crisis económica y política, tal como refleja una encuesta realizada en Folha de São Paulo.

La popularidad de la mandataria está a la baja. De acuerdo a una encuesta reciente de CNI / Ibope solo el 9 por ciento de los brasileños aprueban la gestión de la presidenta.

La población brasileña no quiere a la mandataria, situación que ha aprovechado el principal partido de oposición, Partido da Social Democracia Brasileira (Partido de la Social Democracia Brasileña) para comenzar la carrera presidencial rumbo a 2018.

El PSDB se dice listo para gobernar Brasil, pues el partido tiene la seguridad de que Rouseff no terminará el mandato y habrá elecciones anticipadas, situación que se agrava más con las declaraciones de la presidenta que la muestran desafiante pero ocultando cierto nerviosismo: “No voy a caer. No voy. Eso es una estupidez; es lucha política (...) No hay ningún fundamento para que intenten alejarme. Si hay algo que no tengo es miedo de eso”.

Y aunque Rouseff muestra confianza en sí misma, hay quienes ya no confían en ella. La persona más importante es el expresidente, Lula Da Silva, quien a pesar de su popularidad, comienza a sufrir cierto rechazo por parte de la población, en parte por la situación política que enfrenta su compañera de partido.

El exmandatario se ha alejado de ella pues sabe que no goza de la popularidad con la que llegó a la silla presidencial, y el Partido dos Trabalhadores (Partido de los Trabajadores) tampoco. “Dilma está en el fondo del pozo, el PT por debajo del fondo del pozo y yo, también en el fondo del pozo” aseguró el ex mandatario según El País.

El caso de corrupción en Petrobras de la cual el gobierno brasileño es el mayor accionista, es otra de las situaciones que manchan el mandato de Rouseff. El 19 de junio Marcelo Odebrecht y Otávio Marques de Azevedo, presidentes de las dos constructoras más importantes de Brasil fueron aprehendidos por sobornos a funcionarios de la empresa petrolera en la concesión de contratos, además de desvíos de fondos.

Algo de lo que poco se habla es de la cercanía de Odebrecht con Lula Da Silva y del rumbo que toma la investigación en cuanto a la petrolera. El círculo se vuelve cada vez más estrecho en torno al exmandatario, y también entorno a la actual presidenta.

Si Rouseff termina o no su mandato, sigue siendo una incógnita, pero más allá de las palabras, lo que necesita es empezar a hablar con acciones o de otra manera se enfrentará a perder su lugar en la vida política de Brasil