El engañoso recorte al gasto del Estado mexicano

El presupuesto federal redujo el gasto en servicios personales... pero no donde debería.
31 Marzo, 2015 Actualizado el 31 de Marzo, a las 17:40
Mientras han habido recortes en servicios personales de educación o protección social, hay crecimiento en rubros asociados a la alta burocracia mexicana.
Mientras han habido recortes en servicios personales de educación o protección social, hay crecimiento en rubros asociados a la alta burocracia mexicana.
Arena Pública

El Estado mexicano ya comenzó a realizar cortes sensibles al rubro de servicios personales. 

En el panorama general luce como si estuviera cumpliendo lo prometido; sin embargo, cuando se observan a detalle los números oficiales la austeridad está presente... pero de manera selectiva.

De acuerdo al reporte sobre las finanzas y la deuda pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), al cierre del primer bimestre de 2015 se observó una reducción anual de 6.6% en el campo de los servicios personales, es decir, en el gasto para sueldos y prestaciones de funcionarios. Hasta ahí todo bien.

No obstante, al observar a detalle el recorte no ha sido parejo.

Mientras en rubros como educación o protección social la reducción anual de servicios personales al primer bimestre del año fue de 18.2% y 9.3%, respectivamente, han habido explosiones del crecimiento en rubros asociados a la alta burocracia mexicana.

Según el reporte de servicios personales del sector público presupuestario por clasificación funcional, el gasto destinado a la “Legislación” (legisladores, burócratas y asesores) creció 33.4% a tasa anual.

Lo anterior, al haber erogado 1,229.1 millones de pesos de enero a febrero de 2015, contra los 921.3 millones del mismo periodo pero de 2014.

El pasado 26 de febrero el Senado anunció que como medidas de austeridad realizaría recortes a gastos de coctelería, almuerzos para estudiantes y visitantes, asesorías y papelería. Las dietas de 117.7 mil pesos mensuales no fueron tocadas.

Un caso similar sucede con el campo de la “Justicia” (impartición, procuración, reclusión y adaptación social), reconocido por sus altas prestaciones y privilegios para sus funcionarios en los escalafones más elevados.

Para los servicios personales de la “Justicia” el Estado mexicano destinó en el periodo revisado en este año 6,936.3 millones de pesos; 11.6% más que los 6,218 millones del enero-febrero de 2014.

El 3 de marzo el Poder Judicial informó que ajustaría 401.5 millones a su gasto como medida de austeridad. No detalló si los 71 millones de pesos destinados para los sueldos y prestaciones etiquetados este año para los 11 ministros serían afectados.

Así, ni el Poder Legislativo ni Judicial han resentido verdaderamente el hoyo que el derrumbe de los petroprecios en los mercados internacionales están dejando en las arcas públicas.

Lo mismo pasa en algunas partes del Ejecutivo.

El apartado donde se registró el mayor crecimiento es el de “Coordinación de la política de gobierno”, integrada entre otros por la presidencia, gobernación, función pública, asuntos jurídicos, y la organización de procesos electorales”.

Éste creció en 35.6% al pasar de 1,788 millones a 2,424.3 millones de pesos.

Los anteriores detalles no han sido destacados por el presidente Enrique Peña Nieto o su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, ya que en el panorama general pareciera que el gobierno federal sí ha mantenido su promesa de privilegiar el gasto de inversión sobre el gasto corriente.

Según lo reportado por la SHCP, el gasto de inversión respecto al gasto programable de gobierno representó el 26.5%; un nivel no visto en los últimos diez años. Mientras en el primer bimestre el gasto de capital ha registrado un crecimiento interanual de 37.4%; en lo que toca al gasto corriente el crecimiento fue de 12.8%. 

Sin embargo, los datos aportado por el mismo gobierno indican que el recorte al gasto, específicamente al de servicios personales, está siendo selectivo; incluso nulo en algunas de las áreas más importantes del Estado mexicano. 

 

 

A FONDO: Consulta el boletín de la SHCP sobre el reporte de las finanzas y deuda pública a febrero.

OPINIÓN: ¿Quién para el gasto? Columna de Samuel García del 31 de marzo de 2015.