¿Maquiladoras bajo amenaza? La guerra por los capitales en la frontera norte
Entre las empresas de Texas y de California también se encendió la alerta. En el Banco de la Reserva Federal de Dallas –que desde hace varios años toma el pulso a ese sector mexicano– sus economistas comenzaron a revisar los impactos, y no precisamente para México, sino para el sector industrial estadounidense frente a las medidas propuestas por el gobierno de Enrique Peña Nieto, a sugerencia de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que encabeza el mexicano José Ángel Gurría.
Los expertos del Fed de Dallas concluyeron que los cambios anunciados por Videgaray sólo formaban parte de las transformaciones naturales de un régimen empresarial complejo y en plena transformación ante la recesión económica, en dos países con añejos ‘amarres’ fiscales; lo que no debería causar sorpresa. En Estados Unidos sabían que el gobierno de Enrique Peña Nieto no atentaría -o al menos no debería- contra un sector estratégico que es el segundo generador de divisas para México.
“Simplemente no había claridad en lo que se proponía y conociendo el contexto de este sector, así como las vicisitudes con las que se ha planteado esta industria bilateral, sabíamos que las maquiladoras seguirían confiando en México porque simplemente no hay otro mejor lugar en el mundo para ellas; muy cerca de su principal mercado y con mano de obra calificada y bajos costos”, dijo en entrevista Jesús Cañas, economista del Fed de Dallas.
En esto coincidió el senador panista Ernesto Ruffo Appel. “El propio gobierno produjo una confusión en los sistemas de producción de exportación y en los sistemas de producción del mercado nacional; los mezclaron y generaron el problema”.
Al mezclarlos –critica el también presidente de la Comisión de Asuntos Fronterizos Norte del Senado de la República- los últimos dos gobiernos provocaron un gran descontrol en la administración del IVA y sí, así fue como perdieron los recursos del IVA”. En las Secretarías de Economía y de Hacienda se creó un sistema confuso que se prestó a la pérdida de impuestos y muchas veces benefició a compañías operadas por “amigos” de los políticos, afirma quien también fuera gobernador del estado fronterizo de Baja California.
Pero sin mediar investigación alguna sobre la situación real de los sistemas de producción de exportación, y gracias a un intenso cabildeo ante legisladores de estados fronterizos, la industria maquiladora logró un año de gracia para certificar sus operaciones; una condición acordada con Hacienda (SHCP) con la que se buscó frenar abusos de un generoso régimen fiscal y laboral acordado entre los gobiernos de México y Estados Unidos para impulsar las operaciones de maquiladoras que, en un 80 por ciento, son filiales de compañías estadounidenses. En todo caso los argumentos para interponer juicios de amparo ya están sobre la mesa de los despachos de abogados como Baker & McKenzie.
¿Éxito por el esquema fiscal?
Así, la industria maquiladora, con o sin amparo, se mantendrá como generadora de empleo pero también como el hilo conductor de la volatilidad y de los shocks económicos que la economía estadounidense exporta a la economía mexicana. Sin cambios trascendentales en su modelo y luego de varias crisis atadas a las recesiones en Estados Unidos, en México la industria maquiladora conservará sus costos bajos, los empleos con reducidos salarios y las exenciones fiscales.
El modelo de maquila en México –iniciado en 1965 con el Programa de Industrialización de la Frontera Mexicana- seguirá absorbiendo el impacto negativo de los altibajos en el sector industrial estadounidenses, como ha sucedido durante la última década, de acuerdo con los economistas del Banco de la Reserva Federal de Dallas.
El estudio “El impacto de la industria maquiladora sobre las ciudades fronterizas de Estados Unidos”, elaborado por el Departamento de Análisis del Fed de Dallas en el que participó Cañas, confirma que “la gran volatilidad de la industria maquiladora mexicana simplemente sugiere que año con año se exporta desde Estados Unidos volatilidad a México. El análisis del Fed de Dallas toma en cuenta la generación de empleos así como el nivel de los salarios en las maquiladoras con operaciones en territorio mexicano para compararlas con las condiciones que imperan en ciudades gemelas de la Unión Americana como Dallas.
Pero Cañas, durante la entrevista, matiza las conclusiones del estudio: “No es que Estados Unidos tome ventaja de México, sino que se complementan para competir en la región y en ese marco se dan esas interacciones macroeconómicas y la integración es total”, dice Cañas y agrega: “Que el régimen maquiladoras sea exitoso hasta ahora, sí tiene que ver con el esquema fiscal”.
Cuestión de competitividad
Y es que con la crisis económica ‘el horno no está para bollos’, como reza el refrán popular. La competencia por los capitales productivos ha arreciado. Incluso en Estados Unidos con una tasa de desempleo abierta de 7.3 por ciento -al menos 11.3 millones de personas– en regiones como Carolina del Sur se han iniciado una verdadera cacería por el capital. La empresa estadounidense Otis, luego de dos décadas de operar la manufactura de sus componentes en Nogales, Sonora, decidió aceptar la oferta del gobierno de Florence: por cada empleo creado en la zona recibiría una compensación fiscal. Hace dos años, Otis decidió que regresaría a su país.
Por ello, para el Secretario General del Sindicato Industrial Autónomo de Operadores en General de Maquiladoras de Ciudad Reynosa, Tamaulipas, Alberto Lara Bazaldua, el proyecto de la Secretaría de Hacienda de incrementar la vigilancia fiscal sobre las maquiladoras –imponiendo el pago del IVA sobre importaciones temporales de insumos- enrareció el ambiente para la inversión en un sector que en los últimos doce meses llegó a cuenta gotas. Incluso, dice el dirigente, se registró la desinversión de varias empresas, como el caso de la coreana HS Electronics.
Lara Bazaldua, que en esa ciudad fronteriza representa a 40,000 trabajadores maquiladores, recordó que en la mejor época de las maquiladoras, antes de la crisis de 1998, la región recibía inversiones de al menos 15 nuevas empresas manufactureras por año. “Este 2013 sólo ha llegado una empresa italiana y una de Escocia”.
Ha sido la crisis económica mundial pero sobre todo la ola de violencia que se vive en esa región fronteriza el principal factor para desincentivar nuevas inversiones en la zona.
“Después de 1998, cuando se perdieron millones de empleos, lo que venga está bien. Se redujo dramáticamente la base de los trabajadores. Hace unas semanas sabíamos que con la propuesta del gobierno de gravar a las maquiladoras, lo único que teníamos como trabajadores eran nuestras capacidades y con ellos vamos a sacar adelante esta industria”, recuerda Lara Bazaldua, quien inició también como operador en una de las maquiladoras de la estadounidense General Electric en la región.
“Las empresas extranjeras que se instalan en esta región saben que la gente es noble, trabajadora; aquí no hay huelgas”, agrega el Secretario general del Sindicato que depende de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) pero que desafía las inercias del sindicalismo al facturar todas y cada una de sus operaciones; reportar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) sus ingresos y operar bajo los requisitos impuestos por su certificación ISO-9000.
Shelters, “cambian, o se van”
La amenaza de la SHCP de eliminar los “albergues” o shelters para empresas extranjeras sin intención de formalizar sus operaciones en México aunque con años de operación contratando a intermediarios para subcontratar empleados o simular pago de impuestos, podría ser el único cambio que prospere en este sector, a raíz de las propuestas impulsadas por Luis Videgaray.
El líder de los trabajadores maquiladores en Reynosa adelanta la notificación de una empresa que en esa zona se convertirá en una compañía temporal. “La información fluye a cuenta gotas y todavía no sabemos qué sucederá con este esquema que, por cierto, no funcionó en Reynosa pero que sí proliferó en Ciudad Juárez en donde se hospedaba a maquiladoras en establecimientos que parecían talleres mecánicos”.
En la exposición de motivos para modificar varios artículos de la Ley del Impuesto Sobre la Renta respecto a la operación de la maquila de origen extranjero, la SHCP parecía contundente: “Cambian o se van”, dijo la dependencia.
Esa fue la advertencia que la SHCP lanzó en septiembre pasado a las maquiladoras que “abusaron” de este régimen arancelario. Sin embargo, ante la presión del sector y ante los compromisos políticos, los diputados que otorgaron un periodo de gracia de un año para comenzar con el nuevo pago del IVA no habrían tenido el mismo éxito en salvar el esquema shelter que, al menos, estará sujeto a nuevas reglas.
Responsable del impulso de las inversiones extranjeras directas en México, la agencia gubernamental Proméxico aún promueve en su portal de Internet, como una gran zanahoria para los capitales extranjeros, los servicios shelters –las maquiladoras en albergue– que permiten a las compañías foráneas iniciar operaciones en territorio nacional “de manera más ágil, contratando los servicios de un tercero, pero sin tener que preocuparse por los trámites aduaneros, legales y administrativos”.
Mientras tanto la SHCP, en línea con las recomendaciones de la OCDE, mantiene su proyecto de terminar con lo que ha calificado como el “abuso” de un esquema arancelario diseñado originalmente para atraer capitales de largo plazo e impulsar las exportaciones de manufacturas y la creación de empleos calificados.
No sólo no se registran beneficios fiscales o por inversiones directas a partir de estas concesiones para las maquiladores, sino que se generan inequidades frente a otras empresas mexicanas, dijo la SHCP en los documentos que presentó a los legisladores.
Sin embargo este tratamiento permitió en los últimos años que cientos de compañías extranjeras con operaciones de maquila en el territorio nacional no paguen el impuesto sobre la renta por sus actividades empresariales. El único costo que cubren es el pago a la empresa autorizada como maquiladora de albergue por los servicios de logística que le presta.
Además, desde 2001, las maquiladoras pueden destinar el ciento por ciento de sus productos para ventas en el mercado interno. La caída en el precio de pantallas planas o en el de computadoras de escritorios fue un resultado colateral de estas concesiones tributarias. Sin embargo en la evaluación de costos y beneficios, la SHCP quiere modificar las reglas del juego. Pero la amenaza está viva: México perdería competitividad y miles de millones de dólares, advierte el Consejo Nacional de la Industria de Exportación (INDEX), cuyos representantes ya tienen en el escritorio los juicios de amparos para enarbolar la embestida.
En Mexicali, Arturo Altamira, gerente de Electra, una comercializadora de insumos para esta industria y que dejó el ensamblaje de componentes hace algunos años, asegura que si el SAT y la SHCP han identificado el problema y el abuso, el mejor camino sería aplicar leyes contra el fraude y la simulación y no modificar un régimen que ha sido benéfico para la economía. Su análisis es el correcto según algunos legisladores y de acuerdo con Alberto Lara, de la organización de trabajadores y operadores de maquiladoras en Reynosa, Tamaulipas, el conflicto fue que en la Secretaría de Economía autorizaron que cualquier empresa –sobre todo si los accionistas tenían buenas relaciones políticas– operaran como empresas maquiladoras sin serlo y sólo para aprovechar las ventajas tributarias.
Carlos Fernando Ángulo Parra, diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN) y secretario de la Comisión de la Industria Manufacturera y Maquiladora de Exportación, señaló al gobierno federal como el responsable de que las empresas se aprovechen del régimen de maquila para evadir impuestos.
El legislador enfatizó en que la situación denunciada por Videgaray y por el subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, es un problema de control y no de régimen fiscal de maquila que opera actualmente.
“La Secretaría de Economía conjuntamente con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público no están haciendo la labor adecuada de supervisar que las actividades de las nuevas maquiladoras a las cuales se les va dar la prerrogativa para que operen bajo ese régimen estén cumpliendo con los requisitos.”
Angulo Parra explicó que la Ley establece claramente que la autoridad fiscalizadora tiene la obligación de hacer una inspección previa a las empresas que desean inscribirse como maquilas para verificar, entre otras cosas, si cuentan con unidad industrial, “al no hacer la inspección previa, la autoridad reguladora está violando flagrantemente lo que tiene que hacer para evitar que sucedan estas cosas.”
El diputado de la Comisión Manufacturera aseguró que las empresas que incumplen con las disposiciones del régimen de maquiladoras son una absoluta minoría.
“Si existen empresas que están cometiendo violaciones al régimen de maquiladoras, deben ser sancionadas hasta con cárcel; pero si hay pecadores no por eso vamos a convertir a todo mundo en rehenes de esos pecadores, perjudicando a un régimen que ha beneficiado al país de una manera exponencial.”
Detener el abuso
Sin embargo, el cambio de legislación es necesario porque los compromisos adquiridos para impulsar la industria maquiladora forman parte, en muchos casos, de los acuerdos firmados en el Tratado de Libre Comercio en América del Norte (TLCAN), considera Luz María de la Mora, experta en comercio internacional y directora de LMM Consulting.
El investigador de la OCDE, Robert Schatan, concluye en una amplia investigación sobre los precios de transferencia en la industria maquiladora, que el régimen fiscal impulsado por México genera distorsiones tributarias. Es tiempo de modificar muchas disposiciones, dice Schatan.
Por ello el titular de la SHCP, Luis Videgaray, lanzó un ultimátum para que las maquiladoras extranjeras con operaciones tipo shelter o en outsourcing se decidan a regularizarse o a dejar el país porque, asegura, la renuncia recaudatoria no se ha traducido en mayores inversiones y sí en una vía para no pagar impuestos.
La SHCP propuso que sólo se autorizaría un periodo de tres ejercicios consecutivos para que las empresas de manufactura interesadas en el mercado mexicano formalicen sus operaciones o simplemente se vayan de México.
“Se estima que este periodo es lo suficientemente amplio para que definan si salen del país o bien se establezcan bajo otra modalidad. Asimismo, posibilitaría a las empresas de albergue nacionales recuperar sus inversiones y tener un horizonte más amplio para promover sus servicios”, dice la SHCP.
La SHCP tiene en la mira al menos a 43 compañías dedicadas a la tercerización de servicios para la industria maquiladora que en el último periodo sólo han pagado impuestos, a nombre propio y de sus clientes, por 86 millones de pesos, lo que representaría sólo dos millones de pesos por maquiladora en albergue, a pesar de que se trata de grandes compañías con escalas de operación que les exigen en promedio plantillas superiores a los 1,350 trabajadores.
La pérdida para el gobierno mexicano es de, al menos, 436 millones de pesos, según la SHCP. Sin embargo la merma fiscal no sería el principal problema sino la pérdida de inversiones de largo plazo ante los excesos cometidos por compañías extranjeras. Las autoridades saben que en promedio las maquiladoras extranjeras en albergue operan por más de 9 años y que la migración a empresas formales no se da. ¿Entonces qué sucede con su operación? Se presume simulación en perjuicio de las finanzas del Estado mexicano.
Hasta 2011 la inversión extranjera directa (IED) en el sector maquilador había caído 20 por ciento ante la crisis económica en Estados Unidos pero también por la posibilidad de no concretar inversiones directas. De acuerdo con datos del INDEX y del Fed de Dallas, entre 2007 y 2009 se habrían perdido en este sector al menos 54,000 empleos y, al menos, dos terceras partes de las compañías extranjeras que participan en este sector son de origen estadounidense.
De acuerdo con la SHCP la figura de maquiladora de albergue se constituyó, en un principio, como un vehículo para propiciar la entrada al país de empresas propiedad de residentes en el extranjero. Además, los prestadores de estos servicios tienen la obligación de proporcionar información clara a las autoridades sobre las operaciones de sus clientes. No obstante, los datos no fluyen, según la SHCP. “Como consecuencia de la forma en que operan no se cuenta con información fiscal ni en materia de comercio exterior de las empresas propiedad de los residentes en el extranjero que operan a través de las maquiladoras de albergue, lo que implica que la administración tributaria no tiene control sobre estas empresas ni pueda verificarlas”, asegura la SHCP.
Miguel Messmacher expuso durante el foro Reforma Hacendaria y Seguridad Social realizado el 12 de septiembre del 2013 en Monterrey, Nuevo León, que “se ha observado un incremento en el número de empresas que participan en este régimen fiscal pero sin ser realmente exportadoras, incluso llegan a haber hasta empresas de servicio que están apareciendo como maquiladoras.”
Además el subsecretario de Ingresos denunció que algunas empresas llevan entre 9 y 15 años con los beneficios del régimen de maquiladora de albergue, es decir, sin pagar impuestos en México por no generan establecimiento permanente, cuando el beneficio de maquinadora de albergue se diseñó para que empresas extranjeras conocieran las condiciones de operación del país, efecto para el cual son suficientes tres años.
Pero no todas las maquiladoras enfrentan estos problemas. El fiscalista Eduardo Revilla asegura que en este sector empresas extranjeras cumplen con las regulaciones que les permiten obtener ciertas condiciones fiscales, por lo que sus costos y planes de inversión se planearon a partir de esas disposiciones. “Están muy vigiladas por el SAT y ahora enfrentan un periodo de incertidumbre”.
El gobierno sabe que el sector es clave para la economía del país, pero ha dicho estar dispuesto a terminar de una vez con los abusos fiscales que tiene identificados.
MÁS INFORMACIÓN: ¿Quién es quién en el shelter?, nota de Arena Pública de enero 31 de 2014.