¿Quién pidió un pacto fiscal?
Después de que se generó un serio distanciamiento entre el sector privado y la dependencia al presentar propuestas como la del impuesto a las ganancias de capital o la renta minera, lo menos que esperaban las cúpulas de la inversión extranjera en el país y los grandes capitales nacionales es que Videgaray hiciera un anuncio de esa magnitud a su regreso de Davos, Suiza.
Con o sin pacto fiscal, capitales helvéticos planean llegar a México desde hace año y medio porque la situación de la economía europea les está dejando severas pérdidas. Así, la diversificación de activos en economías como la mexicana era una apuesta ya aprobada. No obstante, en Suiza, el presidente Enrique Peña Nieto acusó recibo de la preocupación por el “hostil” ambiente fiscal que colocaba a México en desventaja frente a otras naciones.
Un mensaje contradictorio que se profundiza al revisar los mensajes del jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez, quien advirtió –hace apenas unos días– que no se permitiría la ingeniería fiscal a través del traslado de ganancias a otros países con legislaciones tributarias menos exigentes que la mexicana.
MÁS INFORMACIÓN: Los suizos, firmes, preparan Centro de Negocios en México, nota de Arena Pública de enero 10 de 2014.