Reforma energética, la amarga lección brasileña

<p>A s&oacute;lo 150 kil&oacute;metros de R&iacute;o de Janeiro el gobierno de Dilma Rousseff cerr&oacute; una de las principales licitaciones para la explotaci&oacute;n de un pozo petrolero que convertir&iacute;a a ese pa&iacute;s en uno de los principales productores y exportadores de crudo en el mundo.</p>
25 Octubre, 2013 Actualizado el 25 de Octubre, a las 10:45
En esquema de apertura, Brasil está compartiendo el riesgo y muy pocos hidrocarburos.
En esquema de apertura, Brasil está compartiendo el riesgo y muy pocos hidrocarburos.
Arena Pública

Para México la noticia podría ser el principio de una tragedia que le robaría a la reforma energética de Enrique Peña Nieto no sólo los reflectores sino los capitales que buscan invertir en ese sector.

Sin embargo los términos en los que se cerró la licitación del campo petrolero de Libra, podrían representar una gran oportunidad para no cometer los mismos y costosos errores porque, en el ánimo de comenzar ya la exploración y producción de ese campo, los brasileños estarían incurriendo en fallas crónicas en su modelo de coparticipación con la iniciativa privada.

Las representaciones diplomáticas de México en Brasil siguen con mucha atención el proceso porque lo observan como una práctica muy cercana de lo que nos podría suceder con la propuesta de contratos de utilidad compartida.

Esta semana el consorcio conformado por las petroleras China National Petroleum Corporation, China National Offshore Oil Corporation, la francesa Total y, por supuesto, Shell; ganó la operación del campo Libra, en un concurso al que, según los analistas de ese país, concurrieron pocos participantes, lo que puso contra las cuerdas al gobierno brasileño para aceptar una mayor entrega de gas y petróleo a cambio de las inversiones y la tecnología para hacer producir estas reservas.

El consorcio ganador apenas ofreció la entrega del 41.65 por ciento en petróleo y gas producido. La expectativa, con una competencia real e intensa, era de entre 60 y 70 por ciento porque Petrobras está obligado, según las reglas del juego, a cubrir como mínimo el 30 por ciento de la producción con capital y personal.

Hoy en Brasil temen que en el mediano plazo la rentabilidad del proyecto se encuentre en riesgo.

Pero el impacto en el corto plazo es positivo. En el poblado de Macaé, la entidad brasileña más cercana al campo de Libra, las contrataciones ya empezaron; la demanda de personal es un hecho y el dinero -a sólo unos días del fallo de la licitación- comienza a correr frente al desempleo que se vive en otras provincias brasileñas.

La onda expansiva para esa economía sudamericana ya inició pero el costo podría ser una burbuja que no pueda sostenerse con efectos perniciosos para la estructura financiera de Petrobras.

A diferencia de una concesión, en donde se comparte el riesgo y el petróleo; en este esquema de negocios Brasil está compartiendo el riesgo y muy pocos hidrocarburos.

 

MÁS INFORMACIÓN: Brasil competirá con Pemex por las nuevas inversiones petroleras, nota de Arena Pública de agosto 21 de 2013.

MÁS INFORMACIÓN: Apertura energética a debate, ¿la gran oportunidad para México?, reportaje de Arena Pública de septiembre 9 de 2013.