Libro del mes: Jorge Zepeda Patterson, Los Suspirantes 2018

AMLO y quienes aspiran derrotarlo
26 Junio, 2017
Sin Maniqueísmos

A un año del voto 2018, sobresalen dos preguntas: ¿Qué tipo de presidente sería Andrés Manuel López Obrador, un moderado al estilo de Lula o un radical al estilo de Hugo Chávez? Y antes, ¿hay quien pueda derrotarlo?

Para aclarar estas dudas aparece un nuevo tomo de Los Suspirantes, una galería de presidenciables cuya primera versión se editó hace doce años.

Titulado Los Suspirantes 2018 (Planeta) y coordinado de nuevo por Jorge Zepeda Patterson, es de lectura obligatoria para quienes quieren saber más sobre los precandidatos de lo que se puede aprender de citas jugosas en la radio o de sonrisas colgates en los espectaculares.

Zepeda mismo se encarga de AMLO, cuyo perfil ya escribió para ambos tomos anteriores. El arte de la biografía política depende mucho de dos cosas: primero, la capacidad de entender al sujeto, sin necesariamente estar de acuerdo con él.

 

 

Tras tantos años de observación cuidadosa, el autor trae un admirable equilibrio a este político que tanto divide las opiniones. También es notable la calidad de su prosa: clara, elegante y con un fino entretejido de narración y deducción.

Segundo, un buen perfil político requiere la capacidad de distinguir entre palabra y obra, y de medir la segunda sin perder la vista de la primera. La obra de AMLO—guste a uno sus convicciones izquierdistas o no—se ve consistente.

El AMLO que emerge aquí es un político trabajador, dedicado a la causa de los que tienen menos, y genuinamente (no teatralmente) austero.

Es un líder que, a pesar de cierta intolerancia a la crítica, ha sabido evolucionar, aprendiendo a trabajar con el empresariado en vez de seguir tachándolo como el enemigo.

 

Te puede interesar: Polarización hacia 2018, Claudio Jones, 17 de abril de 2017 

 

Si bien Zepeda persuade al lector de que AMLO es más parecido a Lula que a Chávez, deja algo fuera del cuadro la cuestión de su retórica, la que a menudo se ha calificado como “incendiaria”. Mientras ha bajado su tono en meses recientes, ciertas frases divisorias y posturas antiestadounidenses le han rendido devotos en el pasado.

Si la contienda de 2018 resulta cada vez más reñida, ¿caería en la tentación de endurecer de nuevo sus discursos? ¿Qué impacto tendría eso en el país?

El perfil de Margarita Zavala, por Sandra Lorenzano, muestra que la esposa de Felipe Calderón es una política de convicciones propias, sobre todo en cuanto al rol profesional de la mujer y la protección de grupos vulnerables.

Sin embargo, el esbozo padece de un adjetivismo de corte liberal y no indica que haría diferente en cuanto a la “guerra contra el narco”, un asunto extrañamente ausente de gran parte del libro, como también lo es la política económica.

 

Te puede interesar: ¿Es terminal la crisis del PRI para 2018? Claudio Jones, 2 de marzo de 2017 

 

La semblanza de Miguel Ángel Osorio Chong acentúa una faceta común entre los presidenciables: son trabajadores hasta el punto de ser workaholics (el fiestero Eruviel Ávila parece la excepción).

Obra ágil de Ricardo Raphael, el retrato revela una ligera simpatía hacia Chong, que sin duda tiene el don de conciliador, sin minimizar tales vulnerabilidades electorales y éticas como su cercanía a Peña Nieto y su robótico respaldo a la historia oficial sobre los 43 de Ayotzinapa, la cual fue construida por su compañero hidalguense Jesús Murillo Karam.

El siguiente bajo la lupa es Ricardo Anaya, el líder sonriente del PAN, que Salvador Camarena analiza con cinismo. Es un cinismo justificado por las evidencias de una imagen más cultivada que la de cualquier otro aspirante.

Camarena no profundiza sobre sus convicciones, se supone porque no tiene ninguna, solo ambición personal. Pero Anaya parece entre líneas un panista de hueso colorado, si bien menos nacionalista, y como es el más fuerte de los rivales de AMLO (al juicio de este lector), necesitaríamos saber más.

 

Te puede interesar: Fitch y sus contradicciones: AMLO y la incertidumbre, Fausto Hernández  16 de mayo de 2017 

 

Eruviel Ávila, en cambio, está sometido a una extensa y dolorosa examinación—una colonoscopía literaria, se podría decir—por la despiadada pluma de Humberto Padgett.

Ojalá que Padgett convierta su ensayo en libro completo, porque ha entregado una obra magistral de investigación, un estudio de caso del clientelismo y la corrupción mexiquense marcado por un enojo justificado y un humor brutal.

Fascina la acumulación de testimonios sobre actividades sugerentes de pederastia por parte del ex obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda, varias de ellas cometidas en fiestas donde su amigo y socio político Eruviel estuvo presente.

Completando el retrato son los tecnócratas Aurelio Nuño y José Antonio Meade, el ex rector José Ramón Narro y el regente Miguel Ángel Mancera. En suma, una obra de referencia esencial.

Andrew Paxman Andrew Paxman Profesor de historia y periodismo del CIDE. De origen inglés, es coautor de El Tigre (Grijalbo, 2000; reeditado en 2013), biografía de Emilio Azcárraga Milmo. Fue reportero radicado en México durante los años 90. Luego obtuvo una maestría de Berkeley y un doctorado de la Universidad de Texas. Su segunda biografía es En busca del señor Jenkins: Dinero, poder y gringofobia en México (Debate/CIDE, 2016), que se trata del empresario norteamericano radicado en Puebla, William Jenkins (1878-1963). Su obra más reciente es el libro coordinado Los gobernadores. Caciques del pasado y del presente (Grijalbo, 2018). Ahora está investigando la historia reciente de la prensa mexicana.