Johan Neeskens, el pelotero

Holanda es uno de varios países donde el futbol es el deporte predominante. Esto se ve reflejado tanto en su liga, como en su selección, la cual históricamente es una de las mejores del mundo. Sin embargo, hay otro deporte totalmente alejado del futbol que tiene una gran popularidad entre los holandeses, el béisbol. Para sorpresa de muchos, los Países Bajos es el país europeo donde más se practica béisbol y por ello dominan a nivel selección en los torneos continentales.

Johan Neeskens nació en 1951 en un pueblo al oeste de Ámsterdam llamado Heemstede. Desde temprana edad, formó parte del Racing Club Heemstede, tanto del equipo de futbol, como el de béisbol. Johan era un niño físicamente dotado, era el mejor en ambos deportes y poco a poco se podía ver el potencial que tenía para profesionalizarse en ambas disciplinas.

Con el paso de los años,  la incertidumbre crecía entre la gente del pueblo. ¿‘Nees’ sobre el campo de futbol o en el diamante? En 1965, todo indicaba que optaría por el béisbol. Con 14 años, consiguió el título europeo juvenil con la selección y había sido elegido como mejor bateador. Era tal el nivel de Johan, que dos años más tarde, los Chicago Cubs le ofrecieron la oportunidad de probarse como prospecto y así convertirse en el primer holandés en jugar en las Grandes Ligas.

Cuando parecía que Neeskens se decantaría por la pelota caliente, llegó la oferta del Ajax de Ámsterdam; una oferta irrechazable puesto que era un aficionado del club y esto representaba la oportunidad de cumplir un sueño. El convencimiento llegó de igual forma a través de Rinus Michels, quien le explicaba que estaban listos para revolucionar el futbol desde la capital holandesa.

Tres años más tarde, Neeskens estaba más que convencido de que había elegido el camino correcto. El Ajax era tricampeón de Europa y practicaba un futbol jamás antes visto. En 1974 ‘Nees’ y gran parte de sus compañeros de equipo, entre ellos Johan Cruyff, le mostrarían al mundo esa revolución de la que hablaba Michels y llegarían a la final de la Copa del Mundo en Alemania. Holanda perdió el título, pero le regalaba al mundo algo mucho más importante, el futbol total.

Cruyff y Neeskens reinventaron el futbol allá a donde fueron. Convirtieron al Ajax de los 70’s en uno de los mejores equipos de la historia y años más tarde lo harían en Barcelona. En ambos clubes triunfaron inmensamente, aunque más allá de los títulos, dejaron una filosofía de juego para toda la vida.

‘Nees’ se convirtió en uno de los mejores mediocampistas en la historia del futbol, era un adelantado a su época. Junto con esa ‘naranja mecánica’ que dominó el futbol mundial en los setenta, Neeskens modernizó el juego y se convirtió en una leyenda del mismo. Es imposible saber si como shortstop de los Cubs hubiera hecho lo mismo, aunque difícilmente se arrepiente de haber escogido los botines sobre la manopla.