Birdman y Whiplash: la música como lenguaje o la música como trofeo

Birdman y Whiplash, dos de las películas nominadas al Oscar, tienen algo muy evidente en común: el uso de la batería para su soundtrack. Pues bien, Antonio Sánchez, el baterista de Birdman vivió una experiencia tipo "Whiplash" en carne propia.
21 Febrero, 2015
Desglose

Birdman Whiplash, dos de las películas nominadas a mejor película para ganar un Oscar este domingo 22, tienen algo muy evidente en común: el uso de la batería para su soundtrack.

Si en Whiplash, la pasión y disciplina para tocar la batería en una banda de jazz es obviamente parte central de la bastante autobiográfica cinta del joven director Damien Chazelle, en Birdman, el director mexicano Alejandro González Iñárritu decidió que el también mexicano baterista de jazz Antonio Sánchez, se encargara de crear toda la banda sonora.

Whiplash trata sobre un obsesivo y demandante maestro, en una prestigiada escuela de música, quien con mucho rigor y presión trata de ir enseñando a un joven baterista, que piensa que ya toca muy bien, a tocar como los verdaderos grandes del jazz.

Birdman, por su parte, trata no sobre la música, sobre las luchas de ego y reconocimiento de un actor maduro que busca reinventarse, pero toda la película tiene la improvisación de la batería de Antonio Sánchez y varias escenas, donde a cuadro el baterista Nate Smith aparecía tocando el score. 

Pues bien, Antonio Sánchez, el baterista de Birdman vivió una experiencia tipo "Whiplash" en carne propia cuando era un estudiante.  

Sánchez, actualmente considerado entre los mejores bateristas de jazz del mundo, estudió en Ejecución de Jazz en el prestigado Berklee College of Music en Boston y un Maestría en Improsivación de Jazz en el Conservatorio de Nueva Inglaterra.

En Whiplash, el maestro más destacado de una muy afamada escuela de música encuentra, mientras paseaba por los pasillos, a un estudiante novato de la escuela ensayando solo y después lo invita a tocar en la banda de estudiantes expertos.  El joven baterista se cree muy bueno y trata de apantallar al maestro, pero en realidad, el estricto profesor le muestra que no puede seguir bien el tiempo musical exacto que le pide.

"Not quite my tempo", le dice una y otra vez el profesor Fletcher, interpretado magistralmente por J.K. Simmons, al personaje del baterista Andrew, actuado por Milles Teller. Para lograr el tempo y tocar como necesita, incluso, en una escena Fletcher le comienza a quitar partes de la batería a Andrew, obligándolo a improvisar con menos. 

A Sánchez le pasó algo similar, cuando estudiaba en Boston, según contó en mayo de 2013 en el "TamTam DrumFest Sevilla 2013".

"Un día estaba en mi primer semestre de Berklee. Estaba caminando por los pasillos con las baquetas y me vio un profesor que se llama Ron Savage, muy buen baterista de jazz. 

Y me dijo: -¿tocas la batería? Y yo: sí, ¿por qué?

- Ah. mira, tengo un ensamble de Bebop avanzado de 8vo semestre avanzado y el baterista no vino. ¿Puedes tocar? 

Y yo: sí claro. Entonces fui por mi batería y pensé: esta va a ser mi oportunidad para demostrarle lo genio que soy... 

Entonces llegó y empiezo a armar mi monstruo aquel... Y yo los veía mientras estaba armando todo, y los veía así como "espérate, va a valer la pena".

Entonces me pasan una partitura de una pieza de jazz. No se veía tan difícil... 

Y empieza a contar el maestro para darnos el tempo de la canción... Y yo no tenía la menor idea de lo que estaba pasando...

Pero entro, empezamos a tocar, y cuando me empiezo a sentir más cómodo, empíezo a tocar con más confianza...

De repente veo el maestro que está en un rincón y me está viendo así (muy serio y con cara de fastidio). Veía las expresiones de los demás estudiantes y se veían unpoco asustados. De repente sale el maestro de su rincón y me quita el segundo tom, luego me quita el primer tom y me empieza a quitar platillos... y luego un pedal. 

me ve así con una sonrisa y me dice "ahora sí solo".

Y empiezo a tocar y es como si me hubiera despertado de un coma de 20 años...

esa fue una de las lecciones que he tenido en mi vida, porque me di cuenta que no sabía tocar la batería. No sabía hacer música".

Hasta ahí la analogía de la experiencia de Antonio Sánchez con Whiplash.  Un joven inexperto que se enfrenta a un  maestro experto que lo pone en su lugar. Pero no hubo sillazos, ni violencia verbal o física como en la cinta.

La diferencia mayor en términos musicales, es que para Antonio Sánchez la batería es hacer música, mientras que la concepción de la batería y el jazz en Whiplash, y del mismo director Chazelle, parece más de una competencia deportiva. 

Esta visión de la música en Whiplash originó que se hayan escrito críticas como está deliciosa en The New Yorker: "Whiplash: Getting right jazz in the movies"  o ésta, "Whiplash: antes de que los jazzistas se enojen" en el blog del Centro Cultural La Granada.  

El propio Antonio Sánchez habló sobre esa diferencia, en la misma ocasión:

"Tocar la batería es una cosa hermosísima. Pero creo que a veces puede compararse con un evento olímpiico. A ver quién toca más rápido, a ver quién toca más fuerte, a ver quién hace las cosas más impresionantes, y cuando ustedes ven a un piansita o un saxofonista, generalmente no se trata de eso, se trata de hacer música".

Whiplash vs Birdman, pues, en cuanto a música: el virtuosismo del jazz como competencia deportiva vs el virtuosismo del jazz como deleite. 

Eso sí, en cuanto a cine, Chazelle, de Whiplash, tiene reputación de ser un director de pocas indicaciones para su elenco, mientras "El Negro" González Iñárritu, es más de aquellos directores perfeccionistas que repite y repite la escena, hasta que queden exactamente en su "tempo". 

Alejandro Navarrete Alejandro Navarrete Periodista mexicano. Analista político y de estrategias y escenarios de comunicación, medios y redes sociales.