Avión sin hélices ni turbinas vuela en gimnasio del MIT ¿El inicio del fin para las emisiones aéreas?

Ingenieros del MIT diseñaron y construyeron una aeronave capaz de volar utilizando un método de propulsión conocido como "viento iónico".
22 Noviembre, 2018 Actualizado el 22 de Noviembre, a las 13:02
El avión logró mantenerse en el aire durante 10 segundos (Foto: MIT)
El avión logró mantenerse en el aire durante 10 segundos (Foto: MIT)
Arena Pública

¿Por qué es importante?: Este es el primer aeroplano que ejecuta un vuelo sin la necesidad de propulsores móviles.

Aunque es un logro preliminar, la comunidad científica lo considera un primer paso hacia un método alternativo de propulsión aérea que, entre otros beneficios, no produciría emisiones de CO2.

¿Qué ocurrió?: Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en inglés) llevaron a cabo el primer vuelo exitoso de un avión sin partes móviles, como hélices o turbinas, reportó el portal de noticias del mismo instituto.

La aeronave-que tiene un peso de 2.25 kg y mide 5 metros a lo ancho- voló el 21 de noviembre en el interior de uno de los gimnasios del instituto.

El equipo de ingenieros realizó el vuelo 10 veces, logrando mantenerse en el aire por 10 segundos y abarcando una distancia máxima de 60 metros.

¿Cómo funciona?: El avión del MIT utiliza un método de propulsión conocido como “viento iónico”.

El diseño consiste en un conjunto de alambres y láminas colocadas en filas paralelas debajo del ala, explicó Steven Barrett, profesor asociado de aeronáutica en el instituto, en una entrevista con la revista científica Nature.

Los alambres están cargados de corriente positiva que ioniza las partículas de nitrógeno y oxígeno en la atmósfera.

Las láminas están cargadas con corriente negativa, lo cual crea un campo eléctrico a través del que fluyen los ionizados de los alambres.

Al atravesar el campo eléctrico, estos átomos chocan con otras partículas en la atmósfera, lo cual genera una corriente de aire que impulsa y eleva el avión.

 

 

El fondo del asunto: Los profesores e ingenieros del MIT ven en el éxito de su experimento un primer paso hacia otros métodos de propulsión aérea.

"Esto tiene el potencial para abrir posibilidades no exploradas: aeronaves más silenciosas, mecánicamente más simples y que no generan emisiones por combustión", indicó Barrett.

El estado de las cosas: Un reporte del Centro para la Diversidad Biológica indica que las emisiones generadas por tráfico aéreo se triplicarán para el año 2050.

Se espera que entre 2016 y 2050, los viajes en avión hayan generado 43 gigatoneladas de CO2 en emisiones.

Esto representaría el 4% de lo que resta en el "presupuesto de carbono mundial", un indicador el nivel de contaminación límite que puede generarse antes de que una catástrofe medioambiental global se vuelva inevitbale.

Sí, pero... Dado que la aeronave utilizada se acerca más a las dimensiones de un dron que a las de un avión, queda por ver cuál será la escala límite para esta tecnología, apuntó Franck Plouraboue, investigador del Instituto de Mecánica de Fluidos de Toulouse, en Francia, quien también participó en el experimento.

“Es difícil inferir que tanto podría influenciar la propulsión aérea en un futuro. No obstante, esto no es una debilidad, sino una oportunidad de progreso en un campo que está a punto de estallar”, dijo al mismo MIT.

Y ahora, ¿qué sigue?: Lo más seguro es que el instituto continúe experimentando con este sistema de propulsión utilizando aeronaves de mayor tamaño y peso.

Es poco probable que los resultados produzcan avances inmediatos en la industria aeronáutica. Sin embargo, puede que surjan desarrollos interesantes a partir de esta tecnología en los próximos 10 o 15 años.

 

MÁS INFORMACIÓN: Ingenieros del MIT vuelan primer avión sin partes móviles, MIT, 21 de noviembre de 2018