El irrespetuoso presupuesto del INE para 2015

19 Septiembre, 2014
Recursos Públicos

En este mismo espacio relatamos, hace algunas semanas (23 de mayo de 2014), los costos que habrían de soportar los contribuyentes –calidad que no tienen todos los votantes del país- por la nueva conformación de nuestros órganos electorales, en específico por la transformación del Instituto Federal Electoral (IFE) al Instituto Nacional Electoral (INE), el cual podrá intervenir -bajo ciertas modalidades- en procesos electorales locales, con la única finalidad de disminuir la influencia del poder político regional y aumentar, en consecuencia, la hegemonía del centro del país (sede de la partidocracia nacional) sobre las entidades federativas.

Por mi parte, no habría insistido más en el tema, si no fuera porque las autoridades electorales se empeñan en faltarle al respeto al público votante a la menor provocación. Tal es el caso de una entrevista radiofónica reciente a Ciro Murayama, Consejero del INE, mientras explicaba las bondades del presupuesto proyectado para dicho instituto para 2015.

El INE ha solicitado un presupuesto para el año entrante -en el cual ocurrirán las llamadas elecciones intermedias y que habrán de renovar a la Cámara de Diputados del Congreso Federal- hasta por un monto de 18,572 millones de pesos. Si comparamos este presupuesto con el del 2009, último año con elecciones intermedias, y que fue de 12,812 millones de pesos, el costo de las elecciones del año entrante serán 20% más caras en términos reales que las de 2009.

Para justificar por qué el INE requiere de 3,366 millones de pesos más, el Consejero Murayama nos señala que su Consejo General ha considerado que gastar el dinero en rentas para oficinas es un dispendio y que lo más eficiente es el comprar edificios, aderezando su comentario del típico señalamiento con tufo estatista, en el sentido de que las rentas que al día de hoy paga el INE se convierten en “dinero para los particulares”. Como si los que vendieran edificios no lo fueran. Como consejero que es, el señor Murayama está asesorando a miles de arrendatarios de casas y oficinas para no dilapidar su dinero en pago de caras y periódicas mensualidades, pues lo mejor es comprar los inmuebles. Sobra decir que en el caso del INE se hará con el dinero de esos repudiables particulares llamados contribuyentes.

Además, nos recuerda Don Ciro, que debido al cambio del nombre del IFE al INE, hay que cambiar las credenciales de elector de millones de ciudadanos. Una “N” por una “F” costará 20,000 millones de pesos, pero será un gasto paulatino. Menos mal.

En un razonamiento que sólo le había escuchado al líder del Partido del Frente Humanista, Murayama apoyó que fueran los contribuyentes quienes financien a los partidos, para evitar que sean los narcotraficantes quienes paguen las campañas electorales. Resulta increíble la inocencia del consejero de creer que sólo los contribuyentes, y no el resto de los factores reales de poder, sean a los que los partidos les pasan “charola”.

Finalmente, no entendí cómo llega a determinar que el voto cuesta 11 centavos por elector. Dividiendo el presupuesto entre el padrón electoral (85 millones de electores), el costo por voto es de 218 pesos.

@erevillamx

Eduardo Revilla Eduardo Revilla Abogado por la Escuela Libre de Derecho. Socio de Revilla y Álvarez Alcalá, S.C. Fue Director General de Asuntos Fiscales Internacionales de la SHCP y representó a la dependencia en foros y organismos internacionales. Actualmente es profesor de Derecho Fiscal en el ITAM. Es miembro de la International Fiscal Association.