México: ¿Decisiones Monetarias Correctas?

“Recortes de tasas basados en brechas del producto incorrectas”
10 Junio, 2014

México podría estar tomando decisiones monetarias basadas en una brecha del producto equivocada. La decisión de recortar la tasa de interés en marzo del 2013 estuvo basada en una brecha del producto incorrecta, ya que estimaciones oficiales actualizadas indican que no existía una brecha negativa en ese entonces.

Las decisiones de política monetaria pueden ser erróneas cuando se basan mayormente en la brecha del producto y cuando las autoridades asumen mecánicamente que toda brecha negativa implica debilidad de la demanda interna.

La brecha del producto está definida como la diferencia entre el PIB observado y el producto potencial de una economía. De tal forma que si el producto observado es mayor que el producto potencial entonces existe una brecha positiva que indica un exceso de demanda que podría derivar en presiones inflacionarias. Por el contrario, una brecha negativa se interpreta como debilidad de la demanda y por lo tanto ausencia de presiones inflacionarias.

Dado que la brecha es una variable no observada, su estimación está sujeta a imprecisiones y errores derivados de la calidad de la información utilizada. Sobre todo, las estimaciones hechas con el filtro HP con corrección de colas son susceptibles a la mente del analista detrás del modelo. Todo esto puede generar estimaciones imprecisas de la brecha que pueden s conducir a decisiones monetarias equivocadas.

En marzo del 2013 el banco central decidió recortar la tasa de interés en 50 puntos base, por primera vez desde la gran recesión del 2009. Dicha decisión se basó en el argumento de que la  brecha del producto era prácticamente cero hacia finales del 2012, como se establece en las minutas de la reunión del mismo banco central. Ante la inexistencia de una brecha del producto, o aparente ausencia de presiones de demanda, la decisión monetaria fue poco cuestionada y fuertemente aplaudida por los mercados.

Sin embargo, un año después, en enero del 2014 la actualización de la estimación hecha por el mismo banco central indica que la brecha del producto no era cero sino positiva durante toda la segunda mitad del 2012. Es decir, había un exceso de demanda en la economía indicando la posible presencia de presiones inflacionarias. Así, el nuevo estimado oficial dice que si existía una brecha de producto positiva en el momento en que se tomó la decisión de recorte de tasas en marzo. Esto confirma que la calidad de la información adicional que se incluye en la estimación es un determinante importante de la posición de la brecha del producto.

La conclusión es que si la estimación que hizo el banco central en marzo del 2013 hubiera sido la correcta, entonces se habría detectado la existencia de una brecha positiva, por lo que la decisión monetaria de recortar la tasa podría no haberse tomado en ese momento ante la presencia de presiones de demanda. Por lo tanto, ahora sabemos que la decisión monetaria de marzo fue tomada en base a una brecha del producto equivocada o al menos sesgada.

Por otro lado, las cuentas nacionales confirman que existía un exceso de demanda creciente hacia finales del 2012, el cual si bien es cierto no era amenazante, tampoco justificaba un relajamiento monetario. Sin embargo, el banco tomó la decisión de recortar la tasa de interés en marzo del 2013 bajo el argumento de una brecha negativa que indicaba una aparente debilidad de la demanda, la cual ahora sabemos nunca existió.

Así, el relajamiento monetario en México erróneamente podría alimentar presiones de demanda sobre los precios al consumidor. Desafortunadamente, los errores no se conocen hasta que el daño está hecho.

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*/ La presente nota es un resumen de un estudio más completo que se encuentra en revisión para su publicación en el Journal of Policy Modeling. Por supuesto, las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor.

Alfredo Coutiño Alfredo Coutiño Economista por la UNAM, maestro en Economía por el ITAM y doctor en Economía Aplicada por la Universidad Autónoma de Madrid. Es director para América Latina de Moody's Analytics, subsidiaria de la calificadora Moody's Corporation, desde 2005 en donde lidera el análisis, modelos y pronósticos para América Latina. Fue director de Ciemex-Wharton Econometrics.