¿Cuáles son las expectativas de inflación en los alimentos procesados?

Es posible que los precios en alimentos procesados, inestables durante los últimos dos años, continúen así en el corto plazo por factores de producción y de pandemia.
8 Diciembre, 2021 Actualizado el 4 de Febrero, a las 10:10
La inflación subyacente, donde están los alimentos procesados, impacta más a las familias (Foto: Gobierno de Tamaulipas)
La inflación subyacente, donde están los alimentos procesados, impacta más a las familias (Foto: Gobierno de Tamaulipas)
Arena Pública

---ACTUALIZACIÓN: 9 DIC 21 8:00 HRS (hora del Centro MX)---

La inflación de alimentos procesados sigue al alza. En los últimos doce meses (Nov'2021-20) se incrementó 7.59% y las expectativas no dan tregua al bolsillo de los consumidores mexicanos.

Los precios de los alimentos procesados, bebidas y tabaco se incrementaron 0.52% en noviembre, respecto de octubre, y fue el rubro de precios con el mayor impacto (1.58 puntos) en la inflación general de noviembre (7.37% en términos anuales) que ha sido la mayor en más de dos décadas, desde enero de 2001. 

El alza mensual de los precios de alimentos procesados en noviembre, fue cuatro veces mayor que el incremento que tuvo en noviembre del año pasado y duplicó el alza que se vió en 2019, antes de la pandemia. Con estos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el incrementos mensual de los precios de alimentos procesados es el factor de mayor peso que presiona a la inflación subyacente o básica, la que sigue la Junta del banco central con mayor atención para decidir sobre la tasa de interés.

La perspectiva de la inflación subyacente y de la evolución de los precios de alimentos procesados está empedrada de incertidumbre. La estimación de los analistas del sector privado (encuesta Citibanamex, 7 dic) para la inflación subyacente de noviembre (0.32%) quedó por debajo del dato que publicó Inegi, por lo que se avizora un deterioro en las expectativas desde el 5.51% esperado para el cierre de este año. Con los datos de inflación de noviembre -en la segunda quincena de noviembre la inflación general anual fue 7.7%- algunos analistas esperan una inflación general cercana al 8.0% para este año. 

De acuerdo con expertos como Adriana García Hernández, factores como la evolución del sector servicios, la variante Ómicron y la producción misma de alimentos serán clave para determinar el futuro inmediato de la evolución de los precios de los alimentos.

Sin embargo, dice la coordinadora de análisis económico de la organización México, ¿Cómo vamos?, aún no se tiene suficiente claridad sobre la tendencia que seguirán e incluso hay visiones encontradas sobre el peso de estos factores en la determinación de los precios que podrían continuar con un comportamieno inestable.

La inflación de los alimentos procesados, cuya velocidad de crecimiento la ha llevado por arriba del 20% en los últimos tres años, es relevante en un contexto de inflación generalizada creciente, un escenario que incluso el Banco de México (Banxico) ya aceptó que se mantendrá con una magnitud similar al menos hasta finales del próximo año.

Tres factores para la inflación en alimentos procesados

García Hernández puntualiza que la dinámica de la pandemia ha tenido un efecto crucial en los precios de los alimentos procesados, pues las familias han tendido a gastar parte del dinero que solían poner en servicios directamente en mayores compras de mercancías, incluyendo comida.

“Pero Banxico espera que regresemos a un rango de variabilidad objetivo de 3% (+/- un punto porcentual) hacia finales del año que entra. Las expectativas de inflación, en México, sí están ancladas, se considera que el fenómeno es transitorio y que, conforme avancen los trimestres y sigamos avanzando en la reapertura post-pandemia, podremos regresar a inflaciones del 4%”, asegura García Hernández.

En este sentido, el panorama luce cautelosamente positivo. No solo los ingresos del sector servicios continúan por arriba de los niveles registrados a inicios del 2021 (aunque con una pequeña baja respecto al máximo post-pandemia), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). También hay industrias como el cine que han compartido su optimismo ante el futuro de sus respectivos sectores en México para el corto plazo.

Dentro de este escenario, el segundo factor a vigilar y que influirá notablemente en las expectativas de inflación de los alimentos procesados es la variante Ómicron. Según Adriana García, todavía “estamos a la espera de ver qué efectos va a tener esta variante en las economías y qué resultados tiene en la inflación”.

Aquí, las perspectivas también lucen positivas. Varios especialistas médicos, en sus revisiones más preliminares de la enfermedad por la variante Ómicron, sugieren que los síntomas serían menos severos que en anteriores mutaciones de la COVID-19. No solo eso, sino que la especialista de México, ¿Cómo vamos? descarta que vuelvan a existir disrupciones de la misma magnitud que al inicio de la pandemia, a mediados de 2020.

“Un ejemplo más cercano sería el efecto que tuvo Delta en el verano.  Es decir, una variante más contagiosa que impidió que los servicios se reactivaran como sí lo hizo la industria de manufactura, alimentos y mercancías. [Y si Ómicron prueba tener un impacto más ligero en la economía], vamos a tener una menor demanda en bienes, mayor en servicios, y los precios se ajustarán”, apunta.

Hay un tercer factor que podría ser crucial en la variación de los precios de los alimentos procesados: la producción global de comida. Apunta Adriana García que “este año tuvimos una sequía muy severa y presionó los precios de los agropecuarios. A pesar que están en el componente no-subyacente, cuando se trasladan a alimentos preparados, se traslada al segmento de alimentos y bebidas”.

Pero el problema, según Adriana García, es que probablemente aún es muy temprano para decir si la producción de alimentos en el mundo será mejor en 2022 respecto a 2021, y por lo tanto se pueden tener mejores expectativas de inflación para este segmento en los próximos meses.

Otros retos a las expectativas de precios

Algunos de estos factores, específicamente el peso de la producción de alimentos para el comportamiento final de la inflación en alimentos procesados, parecen no tener el consenso de los agentes del mercado, lo que podría complicar las expectativas a futuro.

Banxico, en su informe trimestral más reciente, realizó un análisis de qué factores fueron los que más afectaron el comportamiento de la inflación durante 2020 en América Latina. Si bien el precio de las materias primas tuvo un papel más o menos protagónico para el aumento de precios en general, específicamente en el componente subyacente (donde los alimentos son un pilar importante) no parece que el precio de las materias primas haya tenido un rol muy relevante, lo que significaría que la producción de comida a escala global no afectará mucho las expectativas de inflación para este 2022.

Fuente: Banxico

En ese mismo reporte, el banco central mexicano también expresa otro problema. Mientras que al inicio y previo a la pandemia prácticamente todos los alimentos procesados se movían más o menos al unísono en su nivel de precios al consumidor, esta sincronía se ha ido perdiendo con el paso de los meses. Es decir que las expectativas de inflación para los alimentos procesados realmente podrían solo aplicar a ciertas categorías específicas.

Y cifras del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de Inegi parecen confirmar este fenómeno, mostrando que en los dos primeros meses del 2020 muchos de estas mercancías alimenticias se movían al unísono, pero en pleno 2021 ya no es el caso. Este efecto podría hacer más difícil tener expectativas claras de inflación para el próximo año.

Este jueves 9 el INEGI dará a conocer la inflación para el mes de noviembre.

Fuente: Inegi