Pandemia y guerra potencian inflación a productores

Expertos temen que el alza de precios a los productores no pueda controlarse fácilmente, incluso con una adecuada política monetaria.
28 Marzo, 2022 Actualizado el 29 de Marzo, a las 07:31
No todos los precios que crecieron con la pandemia crecieron con la guerra y viceversa  (Foto: Senado de la República)
No todos los precios que crecieron con la pandemia crecieron con la guerra y viceversa (Foto: Senado de la República)
Arena Pública

La pandemia y la invasión rusa a Ucrania están afectando desproporcionadamente los precios de los energéticos, los insumos metálicos y algunos alimentos provocando un proceso inflacionario de difícil control, según expertos consultados.

Entre enero de 2020 y febrero de 2022, entre las materias primas que vieron las alzas de precios más agresivas están los productos derivados del petróleo y el carbón (con un incremento de 89.96%), la minería de “otros minerales metálicos” (con un alza de 72.81%) y la industria básica del aluminio (con un crecimiento del 57.15%), según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Producto

Variación acumulada %

Ene 2020-Feb 2022

(precios al productor)

Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón 89.96
Fabricación de petroquímicos básicos del gas natural y del petróleo refinado 84.83
Minería de otros minerales metálicos 72.81
Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica 68.50
Recubrimientos y terminados metálicos 68.39
Fabricación de otros productos químicos básicos inorgánicos 62.50
Fabricación de productos metálicos forjados y troquelados 59.96
Industria básica del aluminio 57.15
Minería de otros minerales no metálicos 56.27
Moldeo por fundición de piezas metálicas 55.50

Fuente: Inegi

En enero del 2020 la COVID-19 era apenas un fenómeno muy focalizado a China y por lo tanto aún no se percibían completamente los fuertes impactos en los precios de insumos y materias primas que el cierre de fábricas y el taponeo de las cadenas de suministro provocaría meses después. Y para finales de febrero del 2022, la invasión rusa de Ucrania tenía solo unos días de haber iniciado y tampoco se percibían claramente sus impactos en los precios.

Es decir, las cifras de Inegi en este periodo reflejan principalmente los efectos inflacionarios causados por la pandemia. Pero cuando se actualicen los indicadores de precios al productor a marzo de este año, las cifras de Inegi tendrían que mostrar un crecimiento aún más dramático para los bienes intermedios ligados a petróleo y minerales metálicos. Lo anterior sería, en gran medida, porque la guerra en Ucrania creará un efecto compuesto sobre estas categorías.

“De por sí ya veníamos cargando unas presiones inflacionarias muy importantes. Con esto de la guerra, ahora vemos que la mezcla de petróleo está hasta superando los 100 dólares por barril, cuando en 2020 llegó a estar en precios negativos. Está haciendo más exponencial el efecto en los precios que ya veníamos acarreando”, dice Mylene Cano, economista en jefe de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) nacional.

Esta exponenciación no afecta a todos los productos intermedios como sí lo hace con bienes metálicos y energéticos petroleros porque la pandemia y la guerra en Ucrania han tenido efectos en listas de insumos específicas, que se cruzan solo en estas dos categorías.

La pandemia, por ejemplo, causó un alza de precios importante en “algunos metales, en especial productos e insumos de construcción como varilla, cobre y acero. También hubo presiones sobre productos manufacturados, principalmente semiconductores y chips. Esos se ven afectados por el taponeo de las cadenas de suministro” apunta Mauricio Ramírez Grajeda, catedrático de economía en el Tec de Monterrey (ITESM).

Por su lado, la guerra en Ucrania está afectando principalmente a “los insumos que produce Rusia: el petróleo, el carbón, el gas natural que va a Europa, el níquel, el aluminio y el trigo, por decir algunos”, explica Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico del Grupo Financiero Base.

Lo anterior significa que, en la próxima lectura de precios al productor del Inegi, no solo es muy probable que se observen precios aún mayores en combustibles y bienes metálicos, sino que dentro de categorías como cereales y pan (que habían logrado mantener una inflación acumulada de apenas poco más de 20% desde enero del 2020) se deberían ver alzas importantes en el índice.

Los precios al productor en Estados Unidos crecieron 0.8% mensual en febrero, sumando 15 meses de incrementos consecutivos, marcando un nivel histórico de 10% a tasa anual desde que el Bureau of Labor Statistics tiene registros.

 

Precios refuerzan miedos de estanflación

Los expertos temen que tanto las consecuencias naturales de la pandemia y la guerra con Ucrania como la respuesta de política monetaria de los banco centrales puedan contribuir a un escenario económico más complejo hacia el mediano plazo.

Mylene Cano señala que la política de alza de tasas que están llevando a cabo tanto Banco de México (Banxico) como otros bancos centrales es adecuada, pues permitirá limitar el crédito al que pueden acceder tanto productores como consumidores para adquirir bienes (finales o intermedios, respectivamente), que a su vez debería llevar a un ajuste en los precios de los productos.

Sin embargo, también advierte que “esto probablemente llevará a una desaceleración económica. No deja de afectar a las familias, a los dueños de empresas […]. Es frenar tu producción, porque muchas empresas necesitan de créditos para operar, y las personas ya no podrán consumir tanto. Es una señal a las empresas de que deben frenar sus precios, porque la gente ya no va a consumir lo mismo”.

Por otro lado, hay cierto pesimismo en qué tan efectiva serían las estrategias para el control de precios. De acuerdo con Gabriela Siller, “hay un efecto de arrastre. Están materias primas que, cuando se ven presionadas al alza en sus precios, otras materias primas reaccionan igual, incrementándose, aunque no se vean tan afectadas por un fenómeno concreto”.

A eso se debe sumar la volatilidad de ciertas materias primas, como el petróleo, que aunque bajen sus precios en el corto plazo, “un productor puede pensar que van a volver a subir, y no ajusta sus precios a la baja, por esa misma expectativa. Eso termina afectando la inflación […]. Si seguimos viendo presiones inflacionarias hacia el segundo trimestre, podemos fácil ver una inflación del 8.5%. Y si sigue hacia el tercer trimestre, estamos hablando de una inflación de doble dígito”, advierte Siller.

Mauricio Ramírez incluso percibe en la guerra de Ucrania y la pandemia los dos factores que están preparando el terreno para una estanflación en México y otros países del mundo hacia el mediano plazo. “Los dos eventos son bien importantes. No pondría uno encima del otro […]. La pandemia afectó mucho a la economía en términos de crecimiento económico, mientras que el conflicto bélico está afectando mucho a la economía en términos de precios. Van por dos caminos diferentes […], pero los dos son de gran calibre”, dice el experto en desarrollo económico.

“En 2022 y 2023 México verá estanflación […]. Probablemente no creceremos más del 1%, casi nulo […] y vamos a tener una inflación que probablemente se vaya al 10%, si las cosas siguen como van”, concluye Ramírez.