¿Y quién vigila a los alcaldes? Guerrero es sólo un caso

En gasto corriente, mientras que a nivel federal se siguen los lineamientos en materia de tabuladores marcados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en los municipios las asignaciones de salarios, compensaciones y gastos de representación corren al libre albedrío de los alcaldes.
13 Marzo, 2014 Actualizado el 13 de Marzo, a las 09:34
En el gobierno de Ángel Aguirre están preocupados porque los fondos que el gobierno federal aporta a afectados por eventos naturales.
En el gobierno de Ángel Aguirre están preocupados porque los fondos que el gobierno federal aporta a afectados por eventos naturales.
Arena Pública

En materia del gasto público, los gobiernos municipales están fuera de control y de toda vigilancia. En Guerrero, uno de los estados con mayores niveles de transferencias presupuestales, el presupuesto para infraestructura, gasto público y obras sociales se ubica en nueve mil millones de pesos que, por cierto, no es una cifra menor. Si bien es cierto que en el Congreso del estado de Guerrero se ha constituido una Comisión de Vigilancia para seguirle la pista a estos recursos, esa entidad no cuenta con un órgano técnico que revise la ejecución de esas partidas.

Por ello, aunque en Guerrero esa Comisión junto con la Auditoría General del Estado –el equivalente a la Auditoría Superior de la Federación– ha presentado varias denuncias por desviación de recursos públicos, hasta el momento no se ha ganado un solo caso ante la falta de información y control sobre los recursos. Ha sido prácticamente imposible reunir pruebas del desvío de fondos.

Respecto a las carreteras, si la presentación de facturas apócrifas de Pemex en el caso de Oceanografía asusta, en la asignación de contratos para construir carreteras y puentes el escenario se vuelve más preocupante. Por ejemplo, son escasas las inspecciones a obras para las cuales se han autorizado recursos, lo que permite simulaciones y desviación de fondos.

Así están las cosas en Guerrero, en donde el gasto corriente se aplica sin control. En el gobierno de Ángel Aguirre están preocupados por esta situación porque también involucra los recursos de fondos especiales que el gobierno federal ha dispuesto para apoyar a comunidades afectadas por eventos naturales.

Guerrero es sólo un ejemplo de lo que sucede a nivel nacional con los presidentes municipales y sus opacas administraciones. El problema es que en estos niveles de gobierno se deciden los permisos para construcción y las licencias para muchas obras.

Hace unos días, el ex alcalde de Durango, Adán Soria, fue detenido por cargos de fraude en el que se involucra a dos empresas constructoras.

Es cierto que también es posible ubicar buenos presidentes municipales que, no obstante, se enfrentan al desconocimiento de las estructuras públicas para la liberación de recursos. Es entonces cuando pierden la posibilidad de tener una buena administración.

 

A FONDO: Conozca aquí más sobre la información pública obligatoria de la Secretaría de Finanzas de Guerrero.