¿Seguirá Peña Nieto mintiendo sobre el alza del turismo?

El gobierno de Enrique Peña Nieto se ha ganado a pulso la desconfianza de la gente.

Y una de las razones tiene que ver con la estrategia de su gobierno de propagar y sostener en los discursos públicos y en los medios de comunicación verdades a medias o, de plano, mentiras por parte de miembros de su gabinete con su evidente consentimiento.

Uno de estos casos ha sido el turismo. Con cifras manipuladas estadísticamente se reporta un extraordinario crecimiento de 11 millones 558 mil turistas extranjeros al país, esto es 49.4% en los primeros cuatro años del sexenio (2012 a 2016).

Un brinco fenomenal que –de haber sido cierto- en solo cuatro años habría cuatriplicado la tasa de crecimiento que obtuvo Felipe Calderón en todo su sexenio.

Pero no es así. Si bien el número de turistas extranjeros que ha llegado al país ha crecido de manera importante en estos años y el repunte turístico es una realidad, las cifras que nos presenta el Banco de México –que es la fuente que los estima y publica- inflan estos resultados.

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En las últimas dos semanas hemos insistido en el tema que es de vital importancia y que va más allá del aspecto técnico.

Se trata de transparencia en la elaboración de la información pública, de credibilidad en las cifras que se nos entregan desde las instituciones del Estado y de rendición de cuentas sobre lo que se hará para enmendar estos errores y no seguir vociferando mentiras desde las estadísticas y los discursos públicos.

Sobre este caso, el jueves pasado el Banco de México emitió un comunicado de prensa para responder a los señalamientos que hemos hecho en este espacio y en el portal de arenapublica.com sobre el cuestionado incremento de turistas fronterizos de pernocta en 2014; que es el renglón en el que recae la mayor distorsión de las cifras totales sobre el turismo de extranjeros a México.

Es aplaudible la respuesta del Banco de México ante la insistencia, aunque insuficiente.

La razón principal que según el banco central explica este inusual incremento es una ampliación, a partir de enero de 2014, de la muestra que se toma en las ciudades fronterizas para calcular los datos sobre el turismo fronterizo, “dado que no se cuenta con registros migratorios oficiales sobre el número de viajeros que visitan la franja fronteriza norte del país”.

Así que el Banco de México, la secretaría de Turismo, el Consejo de Promoción Turística de México, INEGI y la secretaría de Gobernación -que forman el Comité Técnico Especializado de Estadísticas Económicas del Sector Turismo- decidieron modificar la metodología para el levantamiento de los datos turísticos en 2014 a fin de contar con “una estimación más precisa” a partir de ese año.

Una explicación similar a la que dio INEGI cuando el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, le cuestionó a mediados del año pasado la modificación de la encuesta en la que se basa para medir la pobreza en el país.

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Sobre el cambio en la metodología que se aplicó en 2014 –y que modificó severamente al alza las cifras resultantes de turistas fronterizos y que anula la posibilidad de hacer comparaciones con años anteriores- no supimos nada porque no se hizo pública.

Fue finalmente hasta el jueves pasado que de forma oficial se hizo pública ante la insistencia en este espacio y de arenapublica.com

¿Qué resultó de los cambios estadísticos que aplicaron en 2014 y que ha reconocido el Banco de México? Pues que en ese año hubo un incremento de 3 millones 757 mil turistas fronterizos de pernocta, un 39.2% más en relación a 2013.

Este fuerte incremento de 2014 que surge por cambios en la metodología y que razonablemente no responde en esa dimensión a factores económicos, representa un tercio de los 11 millones 558 mil turistas extranjeros adicionales que el gobierno federal presume llegaron en los últimos cuatro años (2012-2016).

Es decir, las cifras totales acumuladas del turismo en el sexenio están infladas por el cambio metodológico que se hizo en 2014 y que no se advirtió.

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Por cierto llama la atención la ignorancia o la distancia interesada –o ambas- que han tomado sobre el asunto los organismos del sector privado, incluso aquellos a los que les incumbe como Concanaco-Servytur o el propio CEESP.

Aquellas voces que cuestionaron duramente a INEGI por su presunta manipulación de las cifras o por el nombramiento presidencial de Paloma Merodio en una vicepresidencia del Instituto, ahora muestran indiferencia ante un caso similar. Tendrán sus muy particulares razones.

Pero ahora la pregunta importante es si el Comité Técnico Especializado de Estadísticas Económicas del Sector Turismo corregirá estas cifras que no corresponden al crecimiento turístico en este sexenio o no les importará y seguirán sosteniendo una mentira como lo han hecho desde 2014.

Twitter: @SamuelGarciaCOM

Correo: samuel@arenapublica.com