La maldición de la economía...ahora EU

Si no es Chana, es Juana. Mientras que la demanda interna no acaba de dar evidencia firme de su recuperación, ahora es la economía estadounidense -el principal motor del escaso crecimiento económico del país- el que está comenzando a fallar...y en serio.
4 Junio, 2015
El Observador

Si no es Chana, es Juana. Mientras que la demanda interna no acaba de dar evidencia firme de su recuperación, ahora es la economía estadounidense -el principal motor del escaso crecimiento económico del país- el que está comenzando a fallar...y en serio.

Y cuidado. Por que si la industria y el consumo estadounidenses hacen realidad un estancamiento de su economía hacia los próximos meses, entonces sí que la economía mexicana está metida en un verdadero problema.Y eso significará que el actual pronóstico del sector privado de crecer al 2.66% en el año, quedará como un recuerdo optimista de inicios de año.

Pero hay que preguntarnos por qué existe la posibilidad de que el principal motor de la economía mexicana –que es EU- se frene.


Vayamos por partes.


El dato que encendió las alarmas fue la revisión del crecimiento del PIB estadounidense al primer trimestre la semana pasada. De un crecimiento preliminar ya anémico de 0.2% que se había dado en abril, se cayó a -0.7%. No hay que olvidar que originalmente los analistas habían estimado que la economía crecería 1.1%, lo que muestra la magnitud de la sorpresa para los pronosticadores de la evolución económica.


Y tiene razón esa sorpresa, porque desde 2010 solo en dos ocasiones se había dado un crecimiento trimestral negativo y la caída viene después de que en el tercer y cuarto trimestres de 2014 la economía había crecido al 4.9% y 2.2%, respectivamente.

Se puede argumentar, como ocurrió en el primer trimestre del año pasado, que esta caída responde al efecto del frío invierno en amplias zonas de Estados Unidos que paraliza ciertas actividades económicas y aletarga el consumo. Y sin duda algo tiene que ver con este resultado. Lo preocupante es que en esta ocasión el invierno no es el principal responsable de la tendencia que estamos observando.


Pero, entonces, ¿qué está pasando? El comercio mundial ha venido cayendo por la debilidad del crecimiento económico global y la fortaleza del dólar frente al resto de las divisas amplificó la caída de las exportaciones estadounidenses al primer trimestre (-7.5%) que tuvieron su peor trimestre desde 2009.


Como lo muestran las ventas de algunas grandes empresas estadounidenses de exportación, la exportación total de bienes de EU cayó 14% y aunque las ventas de servicios crecieron 6.4%, el déficit comercial fue de -1.9%. Pero eso no fue todo. Las inversiones cayeron 0.21% y los gastos públicos –estatales y locales- también cayeron 0.21%.


Un factor que ha tenido un particular impacto negativo en todo esta tendencia bajista en la economía estadounidense es el sector petrolero, que tiene un enorme peso en la dinámica del PIB estadounidense.


De hecho el crecimiento que tuvo el PIB de EU en los últimos años fue atribuido en poco más de dos terceras partes a la cadena de producción, refinación, distribución y servicios del sector petrolero. Ahora que estamos viendo una importante contracción en las inversiones del sector petrolero y de lo que fue la llamada revolución energética, está ocurriendo exactamente lo mismo pero en el sentido contrario.


La caída de 20.8% en inversiones en estructuras del sector petrolero solo es reflejo de esta contracción derivada del desplome de los precios petroleros y que ha reducido el número de empresas atraídas por el ‘boom’ energético de la última década. 


Pero hay un tercer factor preocupante en esta tendencia bajista. Y es el consumo. Si bien el consumo de las familias creció 1.8% en el primer trimestre, está lejos del 4.4% del trimestre anterior. Pero el dato que pesa más para quienes piensan que Estados Unidos no está mostrando la solidez de una economía boyante y que, por el contrario, estaría caminando hacia un estancamiento, es que las ventas finales reales cayeron 1.1%, que ha sido la mayor caída desde inicios de 2009.


Todos estos datos y otros más llevaron a la Reserva Federal a cuestionarse el crecimiento de una economía que –con todos los billones de dólares inyectados en los últimos años- sigue por debajo de su potencial y que, por lo tanto, muy probablemente decida ‘patear’ la decisión de subir las tasas de interés hacia el final del año o, incluso, esperar hasta el próximo.


En realidad, las dudas sobre la fortaleza del crecimiento estadounidense han ganado adeptos y ya no pocos descartan que el estancamiento esté a la vuelta de la esquina.


Ahora que el problema para Estados Unidos es aún más complejo todavía si se toman en cuenta los factores de riesgo mundiales que ayer enumeró Catherine L Mann, la economista en jefe de la OCDE; desde una mayor desaceleración económica de China a la esperada, hasta un colapso griego, pasando por la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea.


Si bien ya la OCDE redujo el crecimiento estadounidense para el año a 2%, los analistas comienzan a preguntarse si este nivel es acaso optimista no solo por los datos recientes, sino también porque ya revisaron sus pronósticos hacia el 1% para el segundo trimestre del año.


Por eso, la pregunta para México en este nuevo entorno es si tiene el músculo interno para crecer 2.66% o habrá que moverse hacia un rango menor entre 2% y 2.5%. Como dije, sino es Chana, es Juana.

 

MÁS INFORMACIÓN: Reduce OCDE a 2% proyección económica para EU en 2015. Esperan ritmo lento en la economía mundial. Nota de Arena Pública del 3 de junio de 2015.

 

Samuel García Samuel García Es economista y periodista económico. Es fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y del diario El Universal. Director fundador de Infosel. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y Coordinador-profesor del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Columnista y comentarista en diversos medios de comunicación en México.