Uruguay legalizó la marihuana por seguridad, pero no sabe si acertó

Los crímenes por ajustes de cuentas han aumentado, pero organizaciones coinciden en que es debido a la presión que se ejerció desde el mercado legal.
15 Agosto, 2018 Actualizado el 16 de Agosto, a las 09:19
El turismo de drogas no ha sido regulado y pone en riesgo de delito a cultivadores de marihuana. Foto: Gonzalo G. Useta/algunos derechos reservados.
El turismo de drogas no ha sido regulado y pone en riesgo de delito a cultivadores de marihuana. Foto: Gonzalo G. Useta/algunos derechos reservados.
Arena Pública

Cinco años aún no son suficientes para determinar si Uruguay tomó la decisión más indicada al utilizar la legalización de la marihuana como política social de seguridad, una medida que la próxima administración mexicana planea impulsar para combatir el narcotráfico.

El estudio del caso uruguayo da un parámetro para la realidad latinoamericana al haber sido el primer país de la región en legalizar completamente su venta y uso. 

De 2012 a 2018, el Ministerio del Interior de Uruguay ha visto un incremento en el porcentaje de homicidios calificados como ajuste de cuentas entre delincuentes. Mientras que en 2012 estos representaban el 29%, en lo que va de 2018 equivalen al 58%.

Si bien son cifras alarmantes, la organización Monitor Cannabis, asegura que eran de esperarse. Esto debido a la presión ejercida dentro del mercado de las drogas a los grupos de narcotraficantes que vieron mermados sus ingresos.

“En el corto plazo es posible que los cambios en el mercado, a causa de la regulación, produzcan una intensificación de los conflictos entre bandas de narcotraficantes”, escribió la organización.

Marcos Baudean, integrante de Monitor Cannabis e investigador de la Universidad ORT Uruguay, estimó que el mercado legal de la marihuana le arrebató alrededor de 10 millones de dólares al narcotráfico de la región, aunque el mercado negro aún ingresa alrededor de 33 millones.

Hasta 2014 el 62% de los usuarios frecuentes a la marihuna se abastecían del producto ilegal proveniente de Paraguay, en 2015 la proporción estimada ya solo era del 31%, de acuerdo con el Observatorio Uruguayo de Drogas (OUD).

Esta disminución es explicada por la legalización de la plantación propia y la competencia en la calidad. Al ser un producto de autoconsumo, los usuarios más experimentados pueden tener la confianza de calidad que posee su propia marihuana, algo de lo que no se está seguro con un contrabandista.

Hoy, más bien, las flores del cultivo legal se consumen. Los contrabandistas paraguayos en ocasiones vendían productos de segunda o tercera calidad, menciona Baudean.

 

Los delitos relacionados con las drogas continúan

Los delitos relacionados con las drogas bajaron desde su regulación, pero aumentaron aquellos vinculados con el tráfico o negociación, que pasaron de ser el 29% en 2013 al 38% en 2016, según datos de la Policía Científica de Uruguay.  

 

 

Parte de estos delitos están relacionado con el turismo de drogas.  El estudio Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) publicado en 2017, estimó que la demanda estimulantes por los turistas es potencialmente similar a la demanda de la población local.

No obstante, este mercado no está regulado y debido a que los cultivadores de marihuana no pueden vender su producto, se ponen en riesgo de cometer un delito si deciden venderle a un turista.

En Uruguay todos los cultivadores, asociaciones, puntos de venta y consumidores deben estar registrados, pues el Instituto Nacional de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) hace redadas para encontrar a infractores de la ley.

 

MÁS INFORMACIÓN: Ley de marihuana explica parte del aumento en “ajustes de cuentas”. 

MÁS INFORMACIÓN: Estudio Friedrich-Ebert-Stiftung (FES)

MÁS INFORMACIÓN: Uruguay: Cannabis regulado por el estado

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