6,900 millones que eran para maestros se fueron a fiestas, edecanes y asesores fantasma

Edecanes, fiestas, jubilados, impuestos, softwares y asesorías inexistentes, son solo algunas de las cosas que ocho universidades financiaron con el presupuesto que era para pagar la nómina de los maestros.
14 Marzo, 2017 Actualizado el 16 de Marzo, a las 18:12
 Mientras no se genere un incentivo para mejorar la administración de los subsidios la Auditoría continuará registrando la fiesta de despilfarro.
Mientras no se genere un incentivo para mejorar la administración de los subsidios la Auditoría continuará registrando la fiesta de despilfarro.
Arena Pública

Desviar el presupuesto asignado a pagar el salario de los maestros pareciera un concurso de creatividad entre las universidades.

Edecanes, fiestas, jubilados, impuestos, softwares y asesorías inexistentes, la lista de cosas que las universidades financiaron con el programa de “subsidios federales para organismos descentralizados estatales,” es larga.

Más de 6,900 millones de pesos del programa se erogaron en gastos no comprobados o que no tenían que ver con su objetivo, esto es el 14% de los recursos que se repartieron en 2015 por un total de 50,480 millones de acuerdo con la revisión a la cuenta pública que realizó la Auditoría Superior de la Federación.

 

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El programa de subsidios federales a universidades y bachilleratos nació en 2008 y tiene como objetivo ampliar la cobertura de educación a esos niveles mediante el financiamiento de la nómina de personal docente y administrativo. El programa está a cargo de la secretaría de Educación Pública (SEP).

Las ocho universidades que desviaron los subsidios tuvieron en común irregularidades como: gastar en conceptos no autorizados en las reglas de operación; pagos al sindicato; a personas que no cumplían con el perfil requerido para un puesto; salarios mayores a los autorizados o bien otorgaron bonos a maestros o personal administrativo no contemplados en el programa.

Fiesta de despilfarro

La Universidad Autónoma de Chiapas fue la que más descaro tuvo al despilfarrar los subsidios, pues una parte de ellos los gastó en rubros que ni siquiera tenían que ver con la educación como arreglos de flores, regalos del día de las madres, festejos, decoración con globos, contratación de música, arrendamiento de mobiliario y mantelería, entre otras cosas.

Instalaciones de la Universidad Autónoma de Chiapas.

La Universidad Autónoma de Guerrero destinó el subsidio a pagar asesorías, adquirir softwares y comprar uniformes -en los tres casos- cuya existencia no se pudo comprobar.

La Universidad de Guadalajara financió a edecanes y otorgó una beca-crédito para estudios de doctorado fuera de México a un académico que no cumplió con el objetivo para el cual se le otorgó el recurso.

La Universidad Autónoma del Estado de Morelos fue la que desvió la mayor proporción de los subsidios que le otorgó la SEP, el 55% del total, entre otras cosas en el pagó de pensión a jubilados, servicios de alimentos; más de mil plazas no autorizadas y bonos al personal no contemplados en el programa.

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo fue la segunda que más despilfarró los subsidios, el 54% del total, una parte de estos los envío a dos cuentas de la universidad que no justificó a que correspondían.

También pagaron actualizaciones y recargos que debían al Sistema de Administración Tributaria, salarios de un trabajador que la Auditoría no encontró durante su visita, así como pagos a 19 empleados que no cumplieron los requisitos para desarrollar sus funciones, siete de los cuales ocupaban al mismo tiempo un cargo público.

 Aspirantes a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Las instituciones que realizaron el mayor despilfarro en cuanto a monto fueron la Universidad Autónoma de Nuevo León con 2,300 millones de pesos -el 48% de los subsidios que le transfirieron- y la Universidad Autónoma de Sinaloa con 1,500 millones de pesos, el 40% de los subsidios que le otorgó la SEP.

Aun no hay incentivos para dejar de desviar los recursos que pertenecen a la nómina de los profesores, al menos eso parecen decir los datos pues las irregularidades no son exclusivas de 2015.

En la cuenta pública de 2014 la Auditoría detectó pagos a aviadores, contratación de personas que no cumplía con el perfil y otras anomalías que sumaron 1,750 millones de pesos en 10 universidades a través de los “subsidios federales para organismos descentralizados estatales.”

Mientras no se genere un incentivo para mejorar la administración de esos recursos la Auditoría continuará registrando la fiesta de despilfarro.

 

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MÁS INFORMACIÓN: Auditoría Financiera y de Cumplimiento al programa de Subsidios Federales para Organismos Descentralizados Estatales en 2015:


Universidad Autónoma de Nuevo León
Universidad Autónoma de Sinaloa
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Universidad Autónoma del Estado de Morelos 
Universidad Autónoma de Chiapas
Universidad Veracruzana
Universidad Autónoma de Guerrero
Universidad de Guadalajara

 

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