Sobrevive la pensión vitalicia de los ex Presidentes sin sustento legal

Los ex Presidentes tienen una pensión vitalicia equivalente al salario de un secretario de Estado además de otras prerrogativas como gastos médicos mayores, seguridad y trabajadores a su servicio y de sus familias
12 Octubre, 2016 Actualizado el 26 de Diciembre, a las 15:54
Visto como un trabajador más de la administración pública, un Presidente trabaja seis años y con ello se gana la manutención para él y su esposa por el resto de su vida.
Visto como un trabajador más de la administración pública, un Presidente trabaja seis años y con ello se gana la manutención para él y su esposa por el resto de su vida.
Arena Pública

Tratándose de sus pensiones los ex Presidentes hacen como que 'la virgen les habla'.

Las finanzas públicas están contra las cuerdas por los miles de millones de pesos que se pagan en pensiones. El año pasado se erogaron más de 588 mil 580 millones por este concepto. Analistas y expertos insisten en la necesidad de reformar el sistema público de pensiones para dar un respiro al presupuesto del Estado.

Pero existe otra pensión que se carga al erario desde hace 40 años de forma a pesar de los cuestionamientos a su legalidad y de los diversos intentos por reformarla. Se trata de las pensiones vitalicia a ex Presidentes y sus esposas.

Estas pensiones vitalicias se crearon en 1976 por decreto de Luis Echeverría Álvarez. De acuerdo con la Ley de Egresos de la Federación, equivalen al salario de un secretario de Estado y se modifican conforme éste crezca en el tiempo.

A la fecha los ex Presidentes Felipe Calderón, Vicente Fox y Luis Echeverría reciben mensualmente una pensión aproximada de 205 mil 122 pesos, mientras que la viuda de Miguel de la Madrid, Paloma Cordero, y de José López Portillo, Sasha Montenegro, reciben 164 mil 97 pesos mensuales.

Además de la pensión, los ex Presidentes reciben un seguro de gastos médicos mayores extensivo a sus esposas e hijos menores de edad, así como un presupuesto personalizado para apoyo civil y de seguridad.

El apoyo civil se refiere al séquito de burócratas pagados por el Estado que los Presidentes pueden mantener a su servicio de manera vitalicia, entre otros, un director general, director de área, subdirectores, jefes de departamento y choferes.

El gasto en seguro médico, apoyo civil y seguridad no es un dato público, por lo que no se sabe con precisión cuanto se ha destinado del presupuesto público para cubrir estos servicios por más de cuatro décadas.

Ex mandatarios como Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari, rechazaron su pensión vitalicia, no así el apoyo civil y de seguridad.

Visto como un trabajador más de la administración pública, un Presidente trabaja seis años y con ello se gana la manutención para él y su esposa por el resto de su vida.

En contraste, un trabajador promedio en el sector formal tiene que aportar el 6.5% de su salario a una cuenta de ahorro para el retiro, al jubilarse obtendrá tan sólo una tercera parte de su salario, ello si cumple con un mínimo de 24 años cotizados en el seguro social de manera constante y tiene 60 años o más.

 

Panistas extienden prerrogativas

En 2004 Vicente Fox reformó el reglamento del Estado Mayor Presidencial para que la seguridad de los ex mandatarios corriera a cargo de ésa instancia. En 2012 Felipe Calderón reformó el mismo reglamento para extender la prerrogativa a miembros de su familia, por ejemplo, hermanos o padres del Presidente.

Para reformar el artículo 4° del reglamento del Estado Mayor Presidencial, Calderón realizó un análisis de riesgo integrado. El argumento general para hacer la reforma fue el potencial peligro que corría su familia extendida por haber sido él quien inició la guerra contra el narcotráfico.

La reforma de Calderón también obligó a que el Centro Hospitalario del Estado Mayor Presidencial proporcionara atención médica necesaria a los expresidentes, sus conyugues e hijos. 

 

Pensiones sin sustento legal

Los decretos que aprobaron las pensiones presidenciales vitalicias son inconstitucionales porque sólo fueron firmados por los Secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, pero nunca por los Presidentes Luis Echeverría en 1976 y Miguel de la Madrid en 1987, quiene promovieron el beneficio.

Lo anterior lo asegura una investigación de los doctores en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, Ernesto Villanueva e Hilda Nucci, publicada en 2013.

Antes, un estudio realizado por la Cámara de Diputados en 2008 había llegado a la misma conclusión y añadia que el Estado no está obligado a pagar las pensiones vitalicias porque ninguno de los dos decretos antes mencionados se publicó en el Diario Oficial de la Federación.

El único documento que mandata el pago de estas pensiones es el Presupuesto de Egresos, donde se explica que en el ramo presupuestal número dos -correspondiente a presidencia- se tienen contemplados estos gastos, sin especificar a cuanto ascienden.

Cada año -por lo menos desde 2010- la Cámara de Diputados elabora al menos una iniciativa para modificar o cancelar las pensiones vitalicias de los ex Presidentes, pero son las mismas que se envían a la 'congeladora' parlamentaria y posteriormente se rechazan sin ningún progreso.

La última propuesta de reforma fue elaborada por el partido Movimiento Ciudadano en abril de 2016, pero a la fecha continua en estado de ‘pendiente’. 

 

A FONDO:Estudio en materia de pensiones, percepciones o compensaciones y demás beneficios a ex presidentes de México, Camara de Diputados, 2008.

A FONDO: Pensiones expresidenciale, Ernesto Villanueva e Hilda Nucci, enero 2013.

A FONDO: Reformas al Reglamento del Estado Mayor Presidencial, noviembre 2012. 

MÁS INFORMACIÓN: Envejecimiento de los mexicanos pondrá en aprietos al presupuesto público, Arena Pública, 22 de septiembre de 2016.

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