Inflación al tope y desempleo al alza ponen en mayores aprietos a Brasil

Empresas automotrices como Honda retrasan planes de inversión en 2016 por el actual escenario de recesión
19 Noviembre, 2015 Actualizado el 19 de Noviembre, a las 17:42
La tasa de inflación en la 1ra quincena de noviembre llegó a 10.28% anual, su peor nivel en 12 años; mientras que el desempleo no deja de crecer, 2 millones de brasileños no tiene una fuente de trabajo.
La tasa de inflación en la 1ra quincena de noviembre llegó a 10.28% anual, su peor nivel en 12 años; mientras que el desempleo no deja de crecer, 2 millones de brasileños no tiene una fuente de trabajo.
Arena Pública

Brasil sigue una situación tambaleante, tanto política como económicamente..

Se agudizó en octubre la tasa de desempleo y las expectativas económicas siguen deprimidas.

El desempleo ha llegado a un nivel récord en los últimos ocho años, actualmente 1.9 millones de brasileños se encuentran sin una fuente laboral, cuya cifra ha crecido en 67.5%.

Por lo que la tasa de desempleo alcanzó su mayor nivel en ocho años, se ubicó en 7.9% al décimo mes del año, situación muy distinta a lo que ocurría hace 12 meses cuando la tasa se ubicaba en 4.7%.

Además se añade una baja en los salarios de 7% en comparación a lo ocurrido hace 12 meses. En el décimo mes del año los ciudadanos recibieron en promedio 2 mil 182 reales (581 dólares) al mes.

Y sin embargo, esto no es todo lo que le ocurre a Brasilia, la variación de precios en la primera quincena rompió la barrera del 10%, lo cual no se había observado en 12 años para situarse así en 10.28% anual.

Analistas en Brasil ya habían estimado que la tasa de inflación comenzará a reflejarse en dos dígitos, tal y como ha ocurrido en la primera mitad de noviembre.

 

¿Cambios en la política económica de Brasil?

Los factores previamente descritos, ponen en aprietos a la economía de Brasil,  cuya actividad económica lleva una caída acumulada de 2.73% en los últimos un año.

Por los que los planes para llevar la política económica también podrían mostrar cambios, ya se prevé una ruptura económica con el modelo izquierdista que busco emprender el Partido de los Trabajadores, del cual salió la propia  Dilma Rousseff y el ex mandatario Luis Inacio Lula Da Silva.

El actual vicepresidente, Michel Temer, surgido de la fracción del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y líder de dicho partido, ya envío a la mandataria Dilma Rousseff una propuesta de política económica.

La cual prevé hacer recortes y limitar el gasto público en áreas como salud y educación. Estos sectores son obligatorios y no se pueden limitar, según dice la Constitución en Brasil.

Incluso Temer, en entrevista con el diario inglés Financial Times, comentó que su propuesta prevé la implementación del modelo  “presupuesto base cero”, ya que el actual modo de llevar a cabo el gasto público hace difícil realizar recortes. El 90% de éste ya está comprometido, por ello el reto al intentar reducir el gasto público.

“Bajo este sistema el gobierno cada año sería necesario evaluar desde cero sus gastos y programas para ver si estaban justificadas y que podría pagarlos. El proceso será supervisado por un organismo del Congreso y la presidencia conjunta", señaló el actual vicepresidente brasileño.

Las finanzas de Brasil se encuentran amenazadas- comentó Michael Temer- se prevé que en este año el déficit presupuestario representa el 9% del Producto Interno Bruto del país sudamericano.


Amenazas y menor dinamismo  entre los empresarios

Tal como lo han revelados diversas encuestas en Brasil, la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff, representa un riesgo para los propios empresarios.

Este sector teme que se dé un escenario de inestabilidad política, si se llegase  aplicar un juicio político a Rousseff, el cual culmine con la propia salida de la mandataria.

Considerando que el clima de negocios es adverso, por la debilidad de la economía brasileña, la inestabilidad política sería otro duro golpe para los inversionistas.

La propia baja en la economía local se ha reflejado en menores ventas de artículos, tal como ha ocurrido con la adquisición de vehículos. Esta serie de elementos se ha traducido en una menor confianza  entre los consumidores y de los inversionistas.

La venta de autos se han derrumbado en 24% al sólo registrar un total de ventas por 2.15 millones de vehículos. Ello se ha traducido en el despido de miles de trabajadores pertenecientes al área automotriz.

Ante ello, Chery Automobile Co., Ltd, ya anunció el retraso de la construcción de una nueva planta ensambladora, cuya inversión estaba situada en 300 millones de dólares.

Esta empresa asiática registró un descenso de 34% en sus ventas en 2015, en comparación  a los primeros 10 meses de 2014.

Las afectaciones se deben, justamente, a la menor confianza de los ciudadanos a hacerse de un auto en este contexto, y además de que en este año registraron importantes incrementos en las autopartes importadas, por la depreciación del real brasileño frente al dólar.

Esta situación se ha replicado con la fabricante japonesa de autos Honda, quien también anunció el retraso de su segunda planta ensambladora, la cual se tenía previsto lanzarse en el primer semestre del 2016, podría postergarse.

“La nueva instalación, que ha sido construido en Itirapina en el estado de Sao Paulo, se abrirá según a la evolución del mercado”, dijo el director de relaciones institucionales de Honda para América del Sur, Paulo Takeuchi.

Adversos pronósticos económicos

Y es que el escenario para Brasil se ha tornado negativo.  El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la calificadora internacional, Moody’s, y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) , prevén que la economía del país latinoamericano disminuya 3% en 2015.

"No vemos una mejora de la situación de Brasil en el corto plazo debido a la falta de consenso político, y no creemos que Brasil logre alcanzar un crecimiento real del 2% hasta 2017 o 2018", señaló el analista senior de Moody’s, Mauro Leos.

Proyección que ya hacen pensar un difícil 2016 para los brasileños, quienes también se enfrentan a menores estimaciones de ingresos por ciudadano.

La Cepal prevé que los ingresos se sitúen en 8 mil 802  dólares anuales per cápita en 2015, mientras que el pronóstico para 2016 es aún menor, con 8 mil 188 dólares. Cifra que contrasta con los 11 mil 573 dólares por habitante en 2014.

 

A FONDO: Consulta la tasa de desempleo en Brasil al mes de octubre, publicado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, el día de hoy. 

A FONDO: Consulta el artículo "Plan económico muestra división política", elaborado y publicado por Financial Times, el 16 de noviembre. 

A FONDO: Consulta "Los inversionistas extranjeros que compran en Brasil", elaborado y publicado por Wall Street Journal hoy 19 de noviembre.