Obras con la bendición del Banco Mundial arrojan a la calle a 3.4 millones de personas

La institución rechaza, en vez de proteger, a millones de afectados por obras financiadas por ella, según una amplia investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
16 Abril, 2015 Actualizado el 16 de Abril, a las 12:52
Las acciones del Banco Mundial van en contra de su propio filosofía: no dañar al pueblo ni al medio ambiente.
Las acciones del Banco Mundial van en contra de su propio filosofía: no dañar al pueblo ni al medio ambiente.
Arena Pública

Durante los últimos 10 años, más de 3.4 millones de personas han sido obligadas a abandonar sus hogares o perder patrimonio a causa de proyectos respaldados por el Banco Mundial, reveló una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglasen inglés) y el Huffington Post.

Durante más de un año, más de cincuenta periodistas indagaron en distintos países respecto a los varios casos de desalojo a favor de obras a favor de infraestructura o planes de gobierno. 

Las conclusiones muestran un escenario pesimista: el Banco generalmente fracasa en seguir sus propias reglas para proteger a la población de los lugares donde trabaja, ya que da prioridad a finalizar sus tratos.

La misión de la Institución es una que puede ser vista como noble: “acabar con la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida”. Para asegurar el bienestar de los residentes de los países en donde opera, el Banco Mundial cuenta con políticas de salvaguarda. Éstas indican que los gobiernos con los que trabajan no pueden forzar a su población a abandonar sus hogares sin previo aviso, además de que se requieren planes para restablecer sus viviendas y sustento.

Sin embargo, existe una enorme contradicción en sus acciones y sus ideas planteadas, los millones de desplazados alrededor del mundo reportados por el ICIJ lo confirman. 

Asia aglomera la mayoría de las víctimas, contando con casi 2.9 de millones de desplazados a causa de 221 proyectos; África con 417.3 mil de personas; Sudamérica con 26.3 mil; Europa con 5.5 mil; Oceanía, América del Norte y los Estados Insulares representan a 3.4 mil.

“Frecuentemente no había intención por parte del gobierno de cumplir (con las políticas de salvaguarda) y frecuentemente no había intención por parte de la administración del banco por imponerlas”, mencionó un antiguo oficial del Banco Mundial encargado de las protección por parte del grupo a los grupos indígenas del 2000 al 2012, Navin Ra.

De acuerdo el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, la gran demanda por proyectos de infraestructura indica que habrá muchos más proyectos, implicando el desalojo y afectación al sustento de más personas. El Banco Mundial denomina esto como “restablecimiento involuntario”.

Entre los casos reportados por el ICIJ se encuentra el de la comunidad nigeriana de Badie East. En el 2013 gobierno de Lagos expulsó a sus residentes en medio de la noche sin aviso previo. La acción fue motivada por conseguir terrenos para una zona de renovación urbana, obra financiada por el Banco Mundial; mismo que evitó bloquear la investigación de los periodistas.

Otro caso relevante se presentó en el 2007. En Albania, el pueblo de Jale vio a parte de sus residentes desplazados a favor de a un nuevo resort, financiado por 17.5 millones de dólares. Después de siete años, los afectados aún no han recibido compensación por su pérdida, entre muchos otros.

Esto se traduce a un grave problema. De acuerdo con un una revisión interna, el 60% de los casos de muestra, los empleados no documentan el destino de los desalojados tras ser expulsados de sus hogares. el 70% carecen de la información necesaria para saber si había algún quejoso y si sus cuestiones habían sido resueltas.

A pesar de todo esto, el Banco insistió en la inevitabilidad de los desalojos y mantuvo su postura respecto a la necesidad de seguir financiando proyectos de infraestructura, incluyendo aquellos que implican adquisición de tierras y restablecimiento involuntario.

Según la ejemplar investigación periodística, el Banco Mundial también ha brindado apoyo a gobiernos que utilizan tácticas violentas e incluso han infringido en los derechos humanos de su población.

Por ejemplo, en Etiopía fundó una iniciativa de salud y educación, lo que resultó en soldados efectuando desalojos en masa. Durante estos, los militares abusaron de los habitantes con palizas y violaciones. De acuerdo al Observatorio de Derechos Humanos y al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, esto acabó con la vida de al menos siete personas.

Por el momento, el Banco Mundial está elaborando una nueva versión de su plan para tener una mejor supervisión de estos casos. Se basarán en la crítica que recibió con la versión más reciente. Se espera ver el nuevo borrador a finales de esta primavera o en verano.

 

 
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