CFE TELECOM: Fibra óptica para todos. Del resto se encargan las economías locales

La misión de CFE debiera ser de habilitar, con fibra óptica capilar, pero no de acceso, el desarrollo económico local.
19 Agosto, 2019
Sinapsis

Cuánto más fácil es crear paraestatales que lograr en forma eficiente y sostenible que cumplan su misión.

Pero la realidad es que a partir del día 2 de agosto "CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos" (CFE TELECOM) nació a la vida jurídica como empresa productiva subsidiaria del Estado (EPSE) y nada más deseable que pueda lograr ininterrumpidamente su objeto: llevar -o mejor aún, habilitar-telecomunicaciones a los mexicanos en forma universal, continua, sostenible, asequible y de buena calidad como tecnología habilitante de acceso a otros servicios públicos fundamentales como salud y educación.

En lo formal, sorprende que se haya optado por hacerla una EPSE y no una filial, a pesar de lo que establece el artículo 57 de la Ley de la CFE, en el sentido de que ésta “actuará a través de empresas productivas subsidiarias para realizar las actividades de transmisión y distribución de energía eléctrica". Ahí radica el primer reto jurídico-formal.

En lo material, repasemos algunos retos económicos, técnicos y sociales que habrá de afrontar la nueva EPSE para que resulte productiva, viable y corra mejor destino que los pasados y multimillonarios esfuerzos del Estado por abatir la brecha de acceso digital.

 

Sorprende que se haya optado por hacer de CFE TELECOM una EPSE y no una filial, a pesar de lo que establece el artículo 57 de la Ley de la CFE

 

Conforme al censo de población 2010, retomado por un estudio del CONAPO1 México cuenta con 188,594 poblaciones rurales, o sea de menos de 2,500 habitantes. De éstas, 102,362 tienen un grado de marginación alto y muy alto. En ellas viven cerca de 18.5 millones de habitantes, y 92,773 localidades tienen población menor a 500 habitantes, las cuales aglutinan a 8.4 millones de personas.

Lo primero que se requiere es identificar y georreferenciar con datos verificados en campo, cuáles de todas estas poblaciones carecen de redes de telecomunicaciones 2G, 3G, 4G, y líneas fijas, radio y televisión.

Las que tienen solamente red 2G no podrán acceder a datos que requieren mayor ancho de banda. El IFT tiene un catálogo de pueblos indígenas conectados y no conectados por etnia, no por localidad; habrá que actualizarlo y verificar si la información brindada por los operadores al IFT es exacta e identificar qué localidades carecen del servicio de energía eléctrica

CFE TELECOM habrá de considerar muy de cerca lo que no resultó sostenible: Los cementerios de torres, platos satelitales oxidados; hot spots sin WiFi  funcional que abajo del polvo revelan nombres como  FONCOS y telefonía rural Telmex; e-México, CSIC, México Conectado, ejemplos de modelos diseñados desde los gobiernos federal y estatales, sin diseño local, y por tanto sin apropiación local.

Si bien CFE TELECOM no tendrá fines de lucro, debe ser productiva. Cuenta con una red troncal de fibra, no tiene redes de acceso, es decir redes de primera milla, solo fibra óptica troncal que viaja en la red de alta tensión pero que está a varias decenas de kilómetros de las pequeñas localidades que mencioné arriba. ¿Contará con el capital y más aún los costos de operación para atender directamente a los miles de redes de acceso que tendría que instalar para llevar Internet, a los desconectados? No.

¿Qué puede hacer entonces?

CFE no debiera proveer servicios finales de telecomunicaciones sino dar acceso gratuito a las comunidades marginadas o de muy bajo costo a operadores locales a fibra óptica iluminada u oscura, en un buen número de poblaciones rurales.

El acceso asequible a fibra óptica de CFE a una distancia no mayor a 20 kilómetros desde las comunidades apartadas, debiese ser el fin último de esta empresa. Ello hará posible lo que hoy ha sido una barrera: las redes de backhaul (soporte) y de transporte de datos, a los que las comunidades no tienen acceso. Telmex y CFE no han sido opciones asequibles para operadores no comerciales o de baja escala de telecomunicaciones.

 

El acceso asequible a fibra óptica de CFE a una distancia no mayor a 20 kilómetros desde las comunidades apartadas, debiese ser el fin último de esta empresa.​​​​

 

La empresa también podría crear suficientes puntos IXP en donde los operadores pequeños puedan intercambien tráfico de Internet con todos los demás operadores del país.

Todo ello permitirá que las comunidades, a través de proveedores de Internet locales y mediante operadores comunitarios sin fines de lucro y nuevos operadores comerciales locales y comercializadoras diversas, innoven ofreciendo diversos servicios, soluciones y productos relevantes a las necesidades locales, que son muy diversas.

La misión de CFE debiera ser de habilitar, con fibra óptica capilar, pero no de acceso, el desarrollo económico local, que los mercados globales y nacionales no lograron habilitar por no serles rentable. Esto además, genera que las comunidades se capaciten en la operación, gestión y mantenimiento de redes comunitarias o locales, la creación de pymes digitales y cooperativas de producción conectadas, con acceso a servicios financieros, de atención médica, educación a distancia y comercio locales, que generan círculos virtuosos de desarrollo económico local.

Casos de éxito de redes comunitarias, empresas cooperativas locales, proveedores de Internet que usan Wi-Fi y espacios blancos existen en México, Sudáfrica, Perú, Argentina, España, y varios más. El Gobierno de Chihuahua acaba de anunciar que, como parte de su plan de conectividad estatal, fomentará con infraestructura habilitante redes comunitarias para los pueblos rarámuri hoy aislados y marginados.

Bajo este modelo, las comunidades y pequeños operadores comerciales podrían diseñar, controlar, operar y atender sus redes o servicios, pero necesitan del Estado para transportar ese tráfico comunitario hacia el resto del país y del mundo y ese es el papel que CFE debiese desempeñar con fibra óptica que permee por todo el país.

La agenda digital integral va mucho más allá del acceso, pero empieza por éste. Se logra desde la oferta y la demanda y desde la ciberseguridad hoy comprometida en México, empieza por que el gobierno sea un usuario sofisticado de TIC, en salud, educación, inclusión financiera, compras, análisis de macro datos, crear un ambiente de protección efectiva de la privacidad y los datos personales, pero requiere de nuevos modelos desde lo local hacia arriba, no a la inversa.

 

Las comunidades y pequeños operadores comerciales podrían diseñar, controlar, operar y atender sus redes o servicios, pero necesitan del Estado para transportar ese tráfico comunitario hacia el resto del país y del mundo y ese es el papel que CFE debiese desempeñar con fibra óptica que permee por todo el país

 

La CFE TELECOM no puede ni debe incidir en toda esa agenda, solo necesitamos que inunde de fibra óptica a México, que la ofrezca oscura o iluminada, según lo necesite cada comunidad, que dé un acceso gratuito a las comunidades de menos de 2,500 habitantes a esa fibra, para que las comunidades, y otros agentes económicos se conecten y ofrezcan servicios finales.

CFE no tiene los incentivos, procesos ni capital para dar servicios finales de Internet de alta velocidad a usuarios finales, pero sí para dar un insumo esencial que es la fibra troncal y de backhaul a costos realmente competitivos lo cual no ha sucedido, y en el caso de redes comunitarias indígenas, en forma gratuita para que ellas se conecten y provean los servicios a sus habitantes, sin fines de lucro.

 

* La autora es abogada independiente, especialista en regulación, competencia y políticas públicas de las TIC.

@LabardiniA

1. Localidades Rurales. Consejo Nacional de Población.

Adriana Labardini Adriana Labardini Abogada mexicana, especialista en regulación, competencia y políticas públicas de TIC para el desarrollo. Asesora y consejera de la organización Rhizomatica. Fundadora y Vicepresidenta de Conectadas, Red de mujeres líderes por la igualdad de género. Fulbright y Ashoka fellow. Consejera Académica en la UIA- Derecho. Egresada de la Escuela Libre de Derecho con grado de maestría de la Universidad de Columbia en Nueva York. Interesada en el comportamiento humano, la empatía, los modelos disruptivos de desarrollo, culturas y lenguas originarias, neurociencia, innovación por diseño, historia de las ciencias de la computación y danza.